Traductor: Sebastian BettiRevisor: Gisela Giardino De niña, mi mamá y yo hicimos este trato. Me permitían tomar tres días dedescanso de salud mental por semestre mientras siguiera yéndome bienen la escuela. Esto debido a que empecémi recorrido por la salud mental con solo seis años. Siempre fui lo que mis maestros deprimaria llamaban una "bola de nervios", pero luego descubrimos que tengoansiedad inducida por trauma y depresión clínica. Esto dificultó bastante mi crecimiento. Me preocupaban muchas cosasque a otros niños no, y la escuela a veces me resultaba abrumadora. Esto dio lugar a muchos colapsos, ataques de pánico... a veces era súper productiva, y otros días no podía hacer nada. Todo esto sucedió en un momento en el que no se hablaba de la salud mental tanto como se habla ahora, sobre todo, de la salud mentalde los jóvenes. Algunos semestres usé al máximoesos días de descanso. Otros, no lo necesitaba en absoluto. Pero el hecho de ser siempre una opción me daba felicidad, como estudianteme hacía sentir sana y exitosa. Ahora uso esas habilidadesque aprendí de niña para ayudar a otros estudiantesque tienen problemas de salud mental. Hoy vine a presentarles una ideasobre salud mental adolescente: ¿Qué pasa, cómo llegamos aquí,y qué podemos hacer? Pero primero hay que entender que si bien no todos tienen una enfermedadmental diagnosticada como yo, absolutamente todos tenemos salud mental. Todos tenemos un cerebroque necesita ser atendido de la misma forma que atendemosnuestro bienestar físico. La mente y el cuerpo, después de todo,están conectados mucho más que por cuello. La enfermedad mental inclusose manifiesta de maneras físicas, como náuseas, dolores de cabeza,fatiga y dificultades para respirar. Y como la salud mental nos afecta a todos, ¿no deberíamos encontrar solucionesaccesibles para todos? Eso me lleva a la segundaparte de mi historia. Cuando estaba en secundaria llegué a manejar bastante bienmi propia salud mental. Me iba bien como estudiante, y presidía la Asociación de ConsejosEstudiantiles de Oregón. En ese entonces, empecé a darme cuenta de que la salud mental era un problemamucho mayor que el mío personal. Desafortunadamente, mi ciudad natalse vio afectada por múltiples suicidios durante mi primer año de secundaria. Vi cómo esas tragediassacudieron a toda la comunidad, y como presidenta de un grupo estadual, empecé a escuchar cada vez más historias de estudiantes a los que tambiénles ocurrió lo mismo en su pueblo. Así, en 2018 en nuestrocampamento anual de verano, realizamos un foro con unoscien estudiantes de secundaria para discutir la salud mentalde los adolescentes. ¿Qué podíamos hacer? Abordamos esta conversacióncon enorme empatía y honestidad, y los resultados fueron asombrosos. Lo que más me llamó la atención fue que cada uno de mis compañerostenía una historia sobre una crisis de salud mentalen su escuela, sin importar si era en un pueblitodel este de Oregón o era en el corazón de Portland. Esto ocurría en todas partes. Incluso investigamos un poco, y descubrimos que el suicidio es la segunda causa principal de muerte para jóvenes de 10 a 24 años en Oregón. La segunda causa principal. Sabíamos que teníamos que hacer algo. Entonces, en los siguientes meses, creamos un comité denominadoEstudiantes para un Oregón Saludable, y nos propusimos acabar con el estigma de la salud mental. También queríamos priorizarla salud mental en las escuelas. Con la ayuda de algunos cabilderosy profesionales de la salud mental, presentamos el Proyecto de Ley 2191, que permite a los estudiantes tomarsedías por salud mental en la escuela de la misma forma que se tomandías para atender la salud física. Porque muchas veces ese día libre es la diferencia entresentirse mucho mejor y sentirse mucho peor. Era como esos días que mi madreme daba cuando era más joven. Entonces, en los meses siguientes, presionamos e investigamose hicimos campaña por el proyecto, y, en junio de 2019,finalmente se convirtió en ley. (Aplausos)(Vítores) Fue un momento innovadorpara los estudiantes de Oregón. Este es un ejemplo de cómose está desarrollando esto ahora. Digamos que un estudiante está teniendoun mes realmente difícil. Está abrumado, sobrecargado de trabajo, se está atrasando en la escuelay sabe que necesita ayuda. Tal vez nunca han hablado desalud mental con sus padres antes, pero ahora tienen una ley de su ladopara ayudar a entablar esa conversación. Los padres aún tienen que llamar a la escuela y justificar la ausencia, no es un pase libre para los niños, pero lo más importante, ahora que la escuela registra esa ausenciacomo un día por salud mental, puedan seguir la pista de cuántos estudiantes tomancuántos días por salud mental. Si un estudiante se toma demasiados, el caso se derivará al consejerode la escuela para su registro. Esto es importante para detectarestudiantes en problemas antes de que sea demasiado tarde. Una de las principales cosas queescuchamos en ese foro en 2018 fue que muchas veces decidirsea obtener ayuda es el paso más difícil. Esperamos que esta leypueda ayudar a eso. Esto no solo empezará a enseñara los niños jóvenes a cuidarse, cuidar de sí mismosy manejar del estrés, sino que también podríaliteralmente salvar vidas. Ahora estudiantes de varios otros estadosestán tratando de aprobar estas leyes. Estoy trabajando con estudiantestanto en California como en Colorado para que hagan lo mismo, porque creemos que los estudiantesen todas partes merecen la oportunidad de sentirse mejor. Aparte de las razones prácticasy los tecnicismos, la ley 2191 es especial por la idea central que conlleva: la salud física y mental son igualesy deben ser tratadas como tales. De hecho, están conectadas. Los cuidados de la salud, por ejemplo. Piensen en la RCP. Si tuvieran que hacerresucitación cardiopulmonar, ¿tendrían idea de qué hacer? Piénsenlo... quizá sí porque se entrena en RCPen la mayoría de escuelas y trabajos e incluso en línea. Hay hasta canciones sobre eso. Pero ¿y la atención de la salud mental? Sé que me capacitaron en RCP enla clase de salud de séptimo grado. ¿Y si en séptimo grado me hubiesencapacitado para manejar mi salud mental o para responder a una crisisde salud mental? Me encantaría ver quecada uno tuviese herramientas para ayudar a un amigo, a una compañerade trabajo, a un miembro de la familia o un desconocido que tieneuna crisis de salud mental. Y estos recursos deberían estardisponibles en escuelas porque ahí los estudiantesencuentran más dificultades. Otro concepto que sinceramenteespero que se lleven hoy es que siempre está bien no estar bien, y siempre está bien tomarse un descanso. No tiene que ser un día entero; a veces eso no es realista. Pero pueden ser unos momentos aquí y allápara encontrarse con uno mismo. Piensen la vida como una carrera... una carrera de larga distancia. Si pican al principio quedarán agotados. Incluso pueden lastimarsesi se esfuerzan demasiado. Pero si siguen su ritmo, si lo toman con calmaa veces intencionalmente, y en otro momento se esfuerzan, seguro que tendrán mucho más éxito. Así que, por favor, cuídense unos a otros, cuiden a los niños y adolescentes que hay entre Uds., sobre todo a aquellos que parecen tener todo bajo control. Los desafíos de salud mentalno van a desaparecer pero, como sociedad, podemos aprender a manejarloscuidándonos unos a otros. Y cuídense Uds. también. Como diría mi mamá: "De vez en cuando, tómate un descanso". Gracias. (Aplausos)