Traductor: Alessandra MantelliniRevisor: Sebastian Betti Día tras día, los hermanos gemelos,Jun y Wuqub, corrían de un lado a otrojugando a la pelota. Un día, su vigoroso juegoperturbó a los dioses del inframundo, quienes desafiaron a los gemelosa un partido. Cuando los hermanos llegaron,los dioses los atraparon y los mataron, colgando la cabeza de Junde un árbol, como un trofeo. El árbol pronto produjo muchos frutos, lo que llamó la atenciónde una de las hijas de los dioses. Cuando ella agarró un fruto,el cráneo de Jun escupió en su mano y la embarazó. Huyendo de la ira de su padre, se refugió con su suegray dio a luz a gemelos: Junajpu e Ixb’alanke. La segunda generación de gemelosdescubrió el juego de pelota de su padre, que su abuela había escondido,y empezaron a jugar. Muy pronto,los mensajeros del inframundo llegaron para emitir otro desafío. Aun sabiendo lo que les había pasadoa sus padres, los gemelos respondieron a la llamada, atravesando cavernas profundas y cruzando ríosllenos de escorpiones, sangre y pus, hasta que llegaron a la gran ciudad, donde los dioses del inframundocontrolaban cada aspecto de la naturaleza y les causaban sufrimiento a los humanos. Los gemelos siguieron buscandoa los dioses que los habían desafiado. Los dioses se escondieron entre estatuas para confundir a sus invitados, pero los hermanos enviaron a un mosquitopor adelantado. Cuando picaba a las estatuas,los dioses gritaban, revelándose. Obligaron a los gemelos a pasar la nocheen la Casa de las Tinieblas. Les dieron una antorchaque debían encender sin fuego o morirían. Mientras oscurecía, los inteligentes hermanosadornaron la antorcha con plumas de guacamayo rojoy luciérnagas. Por la mañana, los dioses se sorprendieronal ver la antorcha encendida sin fuego. Insistieron en jugar con su propia pelota. Los gemelos estuvieron de acuerdo,pero los dioses habían escondido un arma dentro de la pelota, que los persiguió por la cancha,tratando de matarlos. Los gemelos sobrevivierona esa primera ronda, pero a estas alturas estaban segurosde que este no sería un partido normal. Jugaron muchas más rondas, y cada vezlos gemelos no hacían más que empatar, haciendo que se enfrentarana cualquier prueba sobrenatural que los dioses escogieran para ellosantes de retomar el juego. Sobrevivieron a la Casa del Fríoencendiendo un fuego, y la Casa de los Jaguaresalimentando a las bestias con huesos. Pero en la Casa de los Murciélagos,uno le arrancó la cabeza a Junajpu. Seguros de que ahora tenían la ventaja, los dioses pidieron otra rondadel juego de la pelota, exhibiendo la cabeza de Junajpuen la cancha. El inteligente Ixb’alankellamó a los animales. Una tortuga le trajo un chilacayote, y él lo talló a semejanzade una cabeza. Los dioses corrían tras la pelotamientras él lo intercambió con la cabeza. Con la cabeza de Junajpu sobre su cuerpo,los gemelos jugaron mejor que nunca. Finalmente, ganaron el juego y golpearon la calabaza colgante,por lo que se hizo añicos en el suelo. Los gemelos sabían que sus anfitrionesno serían buenos perdedores. Para protegerse,reclutaron a un par de espectadores. Efectivamente, los diosescocinaron a los hermanos en un horno, pero los espectadores se aseguraronde que sus restos fueran arrojados al río, que les devolvió la vida. Los gemelos se presentaron ante los diosesdisfrazados de dos niños desaliñados y comenzaron a bailar y a hacer milagros. Para su último truco,Ixb’alanke fingió matar a Junajpu, y luego lo resucitó. Los dioses estaban tan encantadosque exigieron que se les hiciera el mismo truco. Aún disfrazados, los hermanosestaban encantados de complacerlos, y comenzaron a matar a los dioses,uno por uno. Cuando los dioses supervivientesse dieron cuenta de quiénes eran ellos y de que no habría ninguna resurrección, suplicaron piedad,y los gemelos los maldijeron. De ahora en adelante,los dioses no tendrían sacrificios ni poder algunosobre el mundo de la superficie. Sus días aterrorizando a los humanosse habían acabado.