Traductor: Victoria DriussiRevisor: Sebastian Betti Permítanme contarles sobre mi mamá. Tenía 42 años cuando nací, y empezó a ejercitarse por primera vez en su vida. Empezó corriendo alrededor de la manzana, después hizo carreras de 5 km, después carreras de 10 km. Después de eso, corrió una maratón, y después hizo un triatlón. Para cuando tenía 57 años, mi mamá estaba escalando hacia el campo base del Monte Everest. (Risas) Y permítanme contarles sobre mi papá. (Risas) Cuando era un niño, mi papá solía llevarme a clases de ciencia. Era también mi profesor de cálculoen la secundaria. (Risas) Quería esconderme abajo del banco. (Risas) Aprendí algo importante de mi mamá: el valor de la salud. Y aprendí algo importante de mi papá: el valor de la ciencia. Esos dos valores me han guiadoen mi camino por la vida, y me han ayudado a reconoceruna epidemia que todos enfrentamos. No es el Ébola. Es la epidemia de una vida poco saludable. Hay 500 millones de personas en el mundo que sufren de obesidad. Creerían que después de 50 años desde que se publicó el primer informe del Cirujano General de EE.UU. sobre lospeligros del tabaco, no habría fumadores. Hoy en día, en todo el mundo, mil millones de personas consumen tabaco. El tabaco y la obesidad son las dos causas más fáciles de prevenir de muerte prematura. Solucionar estos problemas es cómotratar de armar un rompecabezas. Tenemos conductas dañinaspor nuestra genética, por los neurotransmisores cerebrales, por influencias del ambiente,como los pares y los medios. Cada una de esas piezas del rompecabezas son cosas que ni tú ni yo podemos resolver por nuestra cuenta. Pero hay una pieza de este rompecabezas que puede ser clave: Nuestras decisiones sobre lo que hacemoscon las ansias de llevar a cabo comportamientos adictivos, como fumar y comer de más. Nuestras decisiones. Existe una nueva ciencia del autocontrol que puede ser clave para la cura de estas epidemias. Se llama determinación. Determinación significa permitirque las ansias vengan y se vayan, mientras no se responde a ellasfumando o comiendo poco sano. En realidad, no estoy hablando de fuerza de voluntad, tampoco del "poder de la ansiedad". Sino que estoy hablando de unadefinición distinta de ansias que se parece a esto: dejar de luchar contra tu ansiedad. Abrirse a ella, dejarla ser, hacer las paces con ella. Puede que ahora estén bastante escépticos. (Risas) Yo lo estaba la primera vez que escuché sobre esto, años atrás. Un amigo mío me dio un libro sobre determinación para actuar. Me dijo: "Jonathan, este libro va a cambiar tu vida". Le dije: "Eh, bueno...Sí, sí... lo voy a leer". Así que lo hojeé y pensé: "No, esto es un montón de cháchara psicológica", y lo abandoné. Hasta que unos años después, mi esposa me llevó a una taller sobre determinaciónen la Universidad de Washington, y quedé alucinado. Entonces leí el libro, y después leí muchos librossobre determinación para actuar, y me instruí en esa terapia, y aprendí que la determinaciónes parte de la aceptación en la Terapia de Aceptación y Compromisoque se usa para el cambio de conductas. Es una terapia para modificar la conducta con base en un marco más general que se usa para ayudar a personas quecon trastornos de ansiedad, adicciones, incluso la usanen algunas empresas innovadoras para mejorar el rendimientode sus empleados y reducir el estrés. Bien, para entender por qué quedé alucinado tienen que entender el mundo en el que vivo. En el mundo de las investigaciones, una manera muy usual de ayudar a las personas a dejar de fumar y perder peso es enseñarles a evitar esas ansias. Evitar pensar en cigarrillos,distraerse de los deseos de comer. Hay una canción de un musical de Broadwayque lo explica a la perfección. Es mas o menos así: (Canta) Cuando empiezas a confundirtepor los pensamientos que has tenido, no sientas esos sentimientos, guárdatelos otro momento. Apágalos, como si fueran una luz,solo haz clic. Lo hacemos todo el tiempo cuando tienes sentimientosque no parecen buenos. Trata a esos malditos como a una luz de noche y apágalos. (Risas) (Aplausos) Todos vivimos en un mundo donde la canción que escuchamos todo el tiempo es "apaga los sentimientos malos". Ahora, miren estas galletitas. (Risas) Recién salidas del horno. Son muy deliciosas. Sientan el deseo de comerestas galletitas. Son tan lindas, son tan ricas. Ahora ¡apáguenlo! (Risas) ¡Apáguenlo! Quieren comérselas aún más, ¿no? Ahora ven cuán inútil es tratar de apagarlo. No pueden apagarlo. Y, tal vez, no deban hacerlo. Tal vez, puedan dejar la luz encendida. De esta forma: Mi laboratorio de investigación en elFred Hutchinson Cancer Research Center, aquí en Seattle, está realizandoensayos clínicos aleatorios para comprobar que enseñarlea las personas a aceptar sus ansias los ayuda a dejar de fumar. Llevamos a cabo ensayos e intervenciones cara a cara y tenemos una línea de ayuda para dejar de fumar, un sitio llamado webquit.org y una aplicación llamada SmartQuit. Esas tecnologías tienen el potencialpara ayudar a millones de personas con intervenciones quepodrían salvarles la vida. Es increíble. Les contaré sobre los datos que analizamos. Cuando juntan los resultadosde seis ensayos clínicos, los que cuales se han publicado, incluyendo ensayos dirigidos por colegas, vemos que de las personas que siguieronla terapia de la evitación, evitar los deseos, algunos dejaron de fumar, y los datos varían de acuerdo al estudio. Sin embargo, quienes fueron asignadosal azar a la terapia de la determinación, el doble dejó de fumar. Son resultados muy, muy alentadores. Por supuesto, los datos nos muestransolo una pequeña parte de la historia. Por eso, para que vean cómo actúa la determinación, voy a unir experiencias que tuve asesorando a personas para que dejaran de fumar. Y me voy a referir a todos elloscomo si fueran una sola persona a la que llamaremos Jane. Como es típico de las personas que buscan ayuda para dejar de fumar, Jane tiene 45 años y empezó a fumar en la adolescencia. Trató de dejarlo varias vecespero no lo logró. Por eso, estaba bastante escépticade que una terapia "nueva" la ayudase a dejar de fumar, pero tenía fe de que esta vez lo lograría. Lo primero que le enseñé a Janefue que debe tener determinación. Es decir, que debe ser conscientede los ansias de su cuerpo. Debe darse cuenta del lugar de su cuerpo en que sentía esas ansias. Y lo que hice fue pedirleque lo escribiera, que llevara registro de la intensidad durante cierto tiempo y que anotara si después fumaba o no. Y cuando estaba explicándole esto, me interrumpió y dijo: "¿De qué está hablando?Yo no tengo ansias, yo fumo". Le dije: "Bueno, inténtelo y veremos lo que pasa, y si no funciona, intentaremos con otra cosa". Volvió la semana siguiente y me dijo: "He registrado todos mis deseos, ¿sabes? Los registré todo el tiempo. ¡Y ahora no puedo dejar de pensar en fumar! (Risas) ¿Qué se supone que haga?" Bien, antes de decirles mi respuesta, miremos tras bastidores. Lo que probablemente sucedió es que Jane siempre tuvo esas ansias, y, como muchos de nosotros,vivía en piloto automático. (Risas) Te levantas a la mañana,fumas un cigarrillo, tomas una taza de café,fumas un cigarrillo, te subes al auto, fumas un cigarrillo. Pero en general, no somos conscientes de qué pensamos o sentimos antes de actuar Por eso, le conté a Jane sobre la determinación, y una de las maneras en que le enseñé que puede adquirirla fue con un ejercicio llamado"Estoy teniendo un pensamiento". Uno de los pensamientos de Jane antes de fumar era: "Estoy sintiendo mucho estrés,en serio necesito un cigarrillo". Así que le pedí que agregara la frase: "Estoy teniendo un pensamiento".Así: "Estoy pensando que estoy sintiendo mucho estrés,en serio necesito un cigarrillo". Después le pedí que agregara: "Me doy cuenta del pensamiento". Entonces: "Me doy cuenta de que estoy teniendo el pensamiento, de que estoy sintiendo mucho estrés, en serio necesito un cigarrillo". Todos pueden hacer un ejercicio como esteal tener un mal pensamiento. Por ejemplo, para mi pensamiento:"Los estoy aburriendo con mi charla". (Risas) "Estoy teniendo pensando que los estoy aburriendo con mi charla". Entonces, este ejercicio pusoun poco de distancia entre mis pensamientos y yo. Y es en ese espacio donde puedo elegir no salir corriendofrente a 1500 personas. (Risas) La realidad es que no actuamospor el pensamiento que tenemos, porque si lo hiciéramos, tendríamos muchos problemas. (Risas) Entonces, este ejercicio le sirvió a Jane, pero había algo más muy difícil para ella. Me compadecí mucho de ella por esto... la manera en que la juzgaban cuando estaba afuera fumando. Las críticas de su maridopor ser una fumadora, y el odio que sentía hacia sí misma por fumar. Y lidiaba con esta vergüenzacon un cigarrillo, lo que la aliviaba por un tiempohasta que la vergüenza volvía. Entonces, le dije: "¿Cómo sería si tratáramos a esa vergüenza como parte de la experiencia humana?" "Si tuvieras un amigo cercanoque siente vergüenza por fumar", le pregunté, "¿qué palabras de afecto y amabilidadle ofrecerías a ese amigo? ¿Podrías ofrecerte esas mismas palabras, Jane?" Me miró, y tenía una expresiónliberada de la vergüenza, lo que hizo un poco más fácil que la siguiente vez no actuara en función de esas ansias. Así que, este es el secreto del autocontrol: el secreto del autocontroles ceder el control. Porque, de otra forma, empezamos una lucha con un monstruo,el monstruo de la ansiedad. Y el monstruo de la ansiedad dice: "Dale, fuma. Dale, come esa galletita. ¡Hazlo!" Y tú estás del otro lado diciendo: No, monstruo de la ansiedad,me voy a distraer, te voy a ignorar, no, no, no, no". Y el monstruo de la ansiedad dice:"Dale, hazlo, sabes que quieres hacerlo". Y tú sigues allí luchando con el monstruo, sigues luchando, y tarde o temprano el monstruo de la ansiedad ganará, y comerás esa galletita,fumarás ese cigarrillo, hasta que el monstruo vuelva. Y la lucha empezará de nuevo, haciendo lo que aprendimos a hacer. A menos... a menos que dejen de luchar. Y lo que descubren es que si simplemente lo dejan ser, lo dejan ocupar un espacio en su cuerpo, descubrirán en pocos minutos que el monstruo de la ansiedadno es tan amenazador como parece. Y algunas veces incluso se va. Cuando vayamos a almorzar, vamos a tener que elegir qué comer. (Risas) Cuando vean la comida, traten de serconscientes de los deseos de su cuerpo, tengan la determinación de aceptar esos deseos. Vean si se van solos. No importa la decisión que tomen,traten de ser bondadosos y amables con Uds. mismos, porque esa es la montañaque todos estamos escalando. Muchas gracias. (Aplausos)