Traductor: Melody ArosioRevisor: Ciro Gomez Desde el 2000, el número anual de personascondenadas a un crimen en EE. UU. se ha mantenido estable, pero el promedio de prisioneros cada año ha aumentado. ¿Cómo es posible? La respuesta se encuentraen el sistema de fianzas, el que no hace lo que estaba destinado a hacer. El término "fianza" se refiere ala liberación de gente en espera de juicio con la condición de que regresenal tribunal para enfrentarse a los cargos. Los países alrededor del mundo usan muchas variaciones de la fianza, y algunos no la usan en absoluto. El sistema de fianza de EE. UU. depende,en primer lugar, de la fianza en efectivo, que se suponía que funcionaría así: cuando alguien fuera acusado de un crimen, un juez establecería un precio razonable para la fianza. El acusado pagaría esta tarifa para ser liberado de la cárcel hasta que el tribunal llegaraa un veredicto en el caso. Cuando terminara el caso, ya fueran declarados culpables o inocentes, recuperarían su dinero si acudierona todas sus citas en el tribunal. La lógica de este sistemaes que, bajo la ley de EE. UU., las personas son inocenteshasta que se demuestre lo contrario, así que alguien acusado de un crimenno debería ser encarcelado a menos que fuera condenado por un crimen. Pero hoy, el sistema de fianza en EE. UU. no honra la presunción de inocencia. En vez, subvierte los derechosde las personas y causa daños graves, en particular a las personas de comunidades de bajos ingresos y comunidades de color. Una razón clave es el costo de la fianza. Para que la fianza en efectivofuncione como se esperaba, el precio debía ser asequiblepara el acusado. El costo no estaba destinado a reflejarla probabilidad de culpabilidad; cuando se establece la fianza,el tribunal no ha examinado la evidencia. En circunstancias excepcionales,como cargos de crímenes muy serios, los jueces podían denegar la fianzay encarcelar al acusado antes del juicio. Se suponía que los jueces ejerceríaneste poder muy raramente, y podrían ser objeto de escrutiniopor usarlo muy a menudo. Fijar una fianza inasequible se convirtió en un segundo camino para denegar la libertad provisional. La discreción y los prejuicios de los jueces jugaron un gran papel en cuanto a quién elegíandetener de esta forma. Las fianzas subieron más y más,y más acusados no podían pagarlas, así que se quedaban en la cárcel. A fines del siglo XIX estas circunstancias llevarona la aparición de empresas fiadoras. Estas pagan la fianza de un acusado, a cambio de una gran tarifaque la empresa conserva. Hoy, la fianza medianaes de USD 10 000, un precio prohibitivo para casila mitad de los estadounidenses, y hasta nueve de cada diez acusados. Si los acusados no pueden pagar, pueden solicitar un préstamode una empresa fiadora. Depende de la empresa decidirla fianza de quién pagarán. Eligen a los acusados que creen que les pagarán, obteniendo una ganancia de unosUSD 2 mil millones cada año. De hecho, en los últimos 20 años, la prisión preventivaha sido el principal impulsor del crecimiento de las cárceles en EE. UU. Cada año, cientos de miles de personas que no pueden pagar la fianzau obtener un préstamo se quedan en la cárcelhasta que su caso se resuelve. Esta injusticia afecta de mayor formaa los estadounidenses negros y latinos, para quienes los juecesestablecen fianzas más altas que para las personas blancasacusadas de los mismos delitos. Una fianza inasequible deja hasta a los acusados inocentes en una posición imposible. Algunos terminan declarándose culpablesde crímenes que no cometieron. Para delitos menores, la fiscalía puedeofrecer un trato que acredite el tiempo ya pasado en la cárcel para la sentencia del acusado si se declara culpable. A menudo, el tiempo que yahan pasado encarcelados es la duración total de la sentencia, y pueden irse a casa inmediatamente,pero con antecedentes penales. Defender su inocencia, en cambio, puede significar permanecer en la cárcelindefinidamente a la espera del juicio, y no garantiza un veredicto de inocencia. Puede que la fianza ni siquiera sea necesaria en primer lugar. Washington D.C. abolió en gran medidala fianza en efectivo en los años 90. En 2017, la ciudad liberó al 94 % delos acusados sin el dinero de la fianza, y el 88 % de ellos regresaron a todassus citas ante el tribunal. La organización sin ánimode lucro, The Bail Project, brinda asistencia gratuita para la fianza a miles de personasde bajos ingresos cada año, eliminando el incentivo financieroque la fianza está diseñada para crear. ¿El resultado? La gente vuelve al 90 %de sus citas ante el tribunal sin tener dinero en juego, y los que no volvierontendían a hacerlo por circunstancias como el cuidado de niños,conflictos laborales o crisis médicas. Se ha comprobado queencarcelar a la gente antes del juicio a menudo porque no pueden pagaruna fianza en efectivo, aumenta la probabilidad de que vuelvana ser detenidos y vuelvan a delinquir. El daño de encarcelara la gente antes de su juicio se extiende a comunidades enterasy perjudica a familias por generaciones. Las personas encarceladaspueden perder sus sustentos, sus casas, y el acceso a servicios esenciales, todo antes de sercondenadas por un delito. También es increíblemente caro: los contribuyentes estadounidenses gastancasi USD 14 mil millones cada año para encarcelar a personasque se presumen legalmente inocentes. Esto socava la promesade la igualdad de justicia ante la ley, sin importar la raza o la riqueza. Los problemas relacionados con la fianzason sintomáticos de problemas sociales, como el racismo estructural y el excesode dependencia en encarcelamiento, que deben afrontarse. Mientras tanto, reformistascomo The Bail Project trabajan para ayudar a las personasatrapadas por la fianza en efectivo y para crear un sistema previo al juiciomás justo y humano para el futuro.