Quienes conocen Los Ángeles por las películas, tienden a imaginar un mundo de fama y riqueza. ¡Una famosa! ¡Hollywood! Pero en realidad es una ciudad grande, diversa y complicada. Es una metrópolis en crecimiento formada por muchas comunidades. Una de sus calles lo conecta todo: Sunset Boulevard. La recorreremos de este a oeste para conocerla a fondo, a través de barrios con idiosincrasias muy distintas. En Calles de Estados Unidos, conoceremos los rincones más emblemáticos de Sunset Boulevard y hablaremos con sus habitantes sobre las influencias económicas y culturales que definen y transforman cada barrio. Históricamente, Sunset Boulevard empezaba en la calle Olivera, construida en 1781 por los primeros pobladores de Los Ángeles. En este lugar nació la ciudad. Ahora estamos en el origen de Sunset Boulevard. La calle empezaba justo aquí, junto a la Union Station, y más adelante la desviaron. Yo me dedico a preservar esta zona. Los primeros pobladores construyeron calles y edificios de adobe. La calle actual es una réplica de lo que fue en el pasado. Esta siempre ha sido una ciudad mexicana. También lo era después de la guerra de 1846, cuando los inmigrantes blancos se adueñaron de California. Por cierto, aquella guerra tuvo lugar muy cerca de Sunset Boulevard. Los Ángeles era un municipio muy pequeño, y cuando se abrió gracias a la Fiebre del Oro y al ferrocarril transcontinental, duplicó la población, así que la construyeron muy deprisa. -Ya.-De ahí que haya tantos suburbios. Lo bueno de Sunset Boulevard es que conecta las zonas más ricas de Estados Unidos con algunos de los barrios obreros más pobres al este de Los Ángeles. El aburguesamiento de Echo Park se debe a la globalización del poder de la población rica, que compite por vivir en los mejores barrios; barrios que hasta hace unos años eran de inmigrantes y latinos. Resulta irónico que, a la vez que un barrio se aburguesa, también se vulgariza. La historia de Echo Park está ligada a la contracultura y a las pandillas. Ganó cierta fama por salir en libros y películas, como La Vida Loca, un filme que reflejaba la violencia entre bandas. Este es Echo Park, mi barrio. Y te voy a joder. El encarecimiento de la vivienda redujo los altercados, y en 2013 se aprobó un mandato judicial que prohibía a los pandilleros de la zona que se reunieran dentro de los límites de la nueva zona de seguridad. He quedado con una vecina del barrio para hablar de cuánto ha cambiado, ya sea para bien o para mal. ¿Qué pensáis los vecinos sobre el aburguesamiento del barrio? Yo lo odio. Lo odio a muerte. Todos mis amigos y vecinos se han ido del barrio. ¿Qué ha perdido el barrio en todos estos años? Para empezar, el olor. Ahora todo es vegano y orgánico. En teoría es bueno para nosotros, pero es muy aburrido. Esto se ha vuelto un coñazo. -Zumos a once dólares.-Sí, sí. Yo vivía a una manzana del parque, y siempre aquí venía a jugar. Pero se volvió peligroso por culpa de las bandas. Soy un gánster. Me gusta pelear, disparar e ir a mi bola. En los ’70 y los ’80 esto daba miedo. He visto cómo drenaban el lago tres veces, y cada vez sacaban cadáveres y montones de armas. ¿En algún momento sentiste que el barrio era seguro y un buen sitio para vivir, o el aburguesamiento fue la razón por la que muchos se marcharon? El aburguesamiento nos curó de muchos males, por ejemplo de las bandas, porque el precio de la vivienda se puso por las nubes y tuvieron que irse. Mike Contreras fue cabecilla de la violenta banda Echo Park Locos, y durante décadas atemorizó a los vecinos del barrio. Mike figuró como acusado en el juicio antipandillas de 2013, y cree que fue una maniobra de la Administración para expulsar del barrio a la comunidad latina. ¿Cómo fue crecer en Echo Park? El estilo de vida era frenético. Había apuñalamientos y disparos entre bandas, la gente huyendo de las redadas policiales y los helicópteros... Era bastante salvaje. Con la ley antipandillas te cacheaban por juntarte con dos o tres colegas. Tenían derecho a pararte y registrarte, y así pudieron perseguir a las minorías. Los hispanos y a los negros sufrimos un gran acoso. -Claro. Había un trasfondo racista.-Sí. Los nuevos propietarios se están beneficiando del renacer económico de Echo Park. El restaurante Ostrich Farm (o Granja de Avestruces) es un local orientado al público joven y creativo de la zona. ¿Por qué lo llamasteis Ostrich Farm? Antes de que Sunset Boulevard fuera lo que es hoy, en el parque Griffith había granjas de avestruces. Es una referencia histórica del barrio. En un barrio que cambia tan rápido, ¿os han criticado por tener un local un tanto burgués? En nuestro caso, el local estaba vacío, así que le hemos dado vida a esta zona. Este local es familiar. Yo hablaría de aburguesamiento para referirme a un Starbucks o a las grandes organizaciones. Siempre te preocupa que vengan empresas que no entiendan la tradición y la historia del barrio, y que encarezcan el mercado. El barrio está cada vez más caro, pero eso no va con nosotros. Todo el mundo conoce Sunset Boulevard. Aquí hay miles de historias. Esta es la calle que define Los Ángeles. En Sunset conviven culturas muy diversas. Los Ángeles es una ciudad abierta en la que distintas etnias conviven y comparten. Tailandeses y armenios son dos claros ejemplos de convivencia en un mismo barrio de Sunset. He quedado en Thai Town con Jonathan Gold, el primer crítico gastronómico en ganar un premio Pulitzer y el más importante de la ciudad. Su restaurante favorito es Jitlada, y aquí hablaremos de la diversidad de Sunset Boulevard. Usted hizo famoso a este restaurante. ¿Por qué cree que es importante que la gente conozca estos locales pequeños y familiares? Esta es la riqueza de Los Ángeles. Jitlada lleva muchísimos años siendo el punto de encuentro de la comunidad tailandesa. Aquí hay un sinfín de platos del sur de Thailandia que no encuentras en otro lugar, como el pescado con cúrcuma, el Khua Kling o los fantásticos curris que preparan con corteza de casia, que es la canela del Sudeste Asiático. Me encanta la comida tailandesa, pero nunca he probado estos platos. Usted dice que Los Ángeles no es multiétnico. ¿A qué se refiere? A que es distinta a Nueva York, donde todo el mundo coge el metro o pasea por la Quinta Avenida en algún momento. Eso no es lo que pasa en Los Ángeles, porque la gente tiende a ir en coche. En cierto modo, todo se vuelve independiente. Este aislamiento es perjudicial respecto a la vida pública, pero es bueno respecto a la comida. Cuando vas a un restaurante que sirve comida típica del noroeste de China, compruebas que casi todo su público es originario de esa parte del mundo. Cuidado, esto es muy picante. Aquí vemos la comida como algo universal. Me lloran los ojos y no paro de sudar. Cómo pica. Lo siento. Los Ángeles es la meca de la industria musical, y alberga firmas como Capital Records o A&M Records, fundada por Charlie Chaplin. Warner Brothers tuvo un gran estudio de grabación en Sunset, además de su imperio cinematográfico. Aquí la música sigue siendo un negocio próspero, y hay miles de aspirantes a músicos. Amoeba Music es la mayor tienda de música independiente del mundo, y está ubicada en Hollywood. He quedado allí con Sydney Bennet, una cantante, DJ y productora que arrasa en Internet. ¿Con cuántos años empezaste en la música? Diría que catorce. Poco a poco me fui montando mi estudio y produje a muchos chicos de Los Ángeles. ¿Vivir en una ciudad como Los Ángeles ha influido en tu música? De pequeña me pasaba horas escuchando los ritmos de otros productores y artistas. Empecé a imitar cosas que me gustaban y a adaptarlas a mi estilo. Me siento muy afortunada de pertenecer a lo que llaman la “escena” de Los Ángeles. Nosotros hemos creado el “sonido angelino”. Mi primera actuación fue en Roxy, y mi madre me dijo: “¿Cómo? ¡Es lo más!”. Pero yo pensaba: “pues vale, si tú lo dices”. -Seguro que allí vio buenos conciertos.-Puede ser. ¿Recuerdas cómo era Sunset hace años? Me flipaba ir en coche por Sunset Strip y ver tantas luces. Sunset es un sitio cojonudo. Desde el siglo XVIII, se dice que Los Ángeles es la ciudad del pecado, pero tras la Segunda Guerra Mundial Hollywood se volvió el centro del comercio sexual. A partir de los años ’70, la prostitución llegó a Sunset Boulevard. Se ha efectuado una redada en Sunset. Los proxenetas nos daban problemas. La prostitución solía ir asociada a escándalos de políticos y famosos. En 1993, la madame Heidi Fleiss fue detenida por dirigir una red de prostitutas de lujo. En 1995, el actor Hugh Grant fue arrestado aquí cuando una prostituta le practicaba sexo oral en su BMW. Hoy en día, el comercio sexual se ha desplazado a Internet y a locales cerrados, pero de los 70’ a los 90’, el tramo entre la calle Gardner y la avenida La Brea fue el centro de la prostitución callejera. He quedado con una mujer que conoce la profesión desde dentro, ya que trabajó en Sunset como policía para luego convertirse en trabajadora sexual. Tenía 42 años en esta portada. No estaba nada mal. Cuando entraste en la policía en 1972, Sunset Boulevard era muy distinto. Cuando vine a Hollywood, había mucha prostitución. Creo que en aquellos tiempos había otra concepción de Sunset Boulevard. Había mucha diversión y entretenimiento. Incluso venían estrellas de cine, y algunos luego se iban con prostitutas. Era glamuroso. Había cultura de mezcla de clases, lo cual ya no sucede. Ahora ya no. ¿Dirías que la prostitución en los ’80 era mucho más anárquica que ahora? ¿La policía no hacía nada? No, mientras las chicas les hicieran obsequios. Los policías las recogían, las llevaban al parque Griffith, echaban un polvo y las dejaban volver a trabajar. Y era algo generalizado, salió hasta en los periódicos. Era difícil ser policía en esa época, y en parte me fui por eso. Entendí que el sistema estaba corrupto. Me dije: “No puedo seguir así. Voy a buscar algo más honesto”. Y no hay nada más honesto que la prostitución. Además, así pude ganarme la vida y logré convertirme en activista, que era mi meta. Quería contar lo que pasaba y lo que estaba haciendo la policía. ¿Qué tipo de corrupción había en el departamento cuando eras policía? Sexo, dinero e información. Eso es lo que había. ¿En qué profesión se gana más dinero? Cuando dejé la policía, mis ingresos aumentaron. Y era estupendo, porque tenía más tiempo para el activismo. La prostitución era un muy buen trabajo. La industria del cine floreció en los años ’20, al tiempo que nacía una estrella. La época de bonanza durante la posguerra dio paso a la llegada de la televisión y a la obsesión del país con las estrellas. Actualmente, en Los Ángeles viven al menos 500 paparazzi, que persiguen a los famosos en busca de la foto perfecta. Un tramo de Sunset Boulevard cruza Hollywood y Beverly Hills, que son el epicentro de la cultura de la fama. He quedado en West Hollywood con un conocido paparazzo angelino. ¡Que os den! ¿Vale? Nos contará cómo es su trabajo, e iremos juntos a perseguir famosos. Tom Cruise vive aquí delante. Denzel Washington y Halle Berry hacen la compra en Bristol Farm. Aquí se tatúan los One Direction. ¡Qué! Aquí siempre hay muchas chicas haciendo cola para tatuarse. Sunset Strip tiene tanta vida que la gente baja de Beverly Hills a la ciudad. Aquí tienes de todo concentrado en una calle. Es fascinante. ¿Crees que hoy veremos a algún famoso? No es cuestión de encontrar a un famoso, sino una historia. Lo que venden son las historias. -¡Fíjate, un Bentley de terciopelo!-¡Qué! -¡No te lo pierdas!-¡Qué pasada de coche! ¿Cómo lo lavarán? -Espera, aquí hay revuelo. A ver. ¡Allí hay alguien!-¿Quién? -Hemos tenido suerte.-Tengo un poco de miedo. ¡Una famosa! ¡Se le nota a la legua! ¡Hollywood! ¡Hollywood! -Estamos trabajando. Te doy un minuto.-Tranquilo, ya acabo. ¡Uh! -Salid del plano.-Vamos. Perdón. No sé qué ha pasado. Seguimos. Sunset Strip empieza donde termina la ciudad. El distrito se hizo famoso por su vida nocturna durante la Ley Seca. Clubs como Ciro’s o Trocadero fueron destino de actores y mafiosos hasta los años ’60, cuando el rocanrol entró en escena. Una de las salas de conciertos más emblemáticas de Los Ángeles es el Whiskey a Go Go, donde en los ‘70 y ’80 tocaban bandas como Guns and Roses y Motley Crue. Hoy sigue siendo un negocio familiar. El Whiskey abrió en 1964 con una actuación de Johnny Rivers. Era el local de moda en los ‘60. Aquí tocaron Eagles y Led Zeppelin. En los ’70, que fue la época del disco y del rock, venían grupos como The Stooges, Guns and Roses y Motley Crue. Aquí ha pasado de todo. Sorprende que siga siendo un negocio familiar. Sí. Mi abuelo se lo dejó a mi padre y mi padre, a mí. Mis primos lo gestionan y mi hermana está en la taquilla. Todo queda en familia. -¿Y tú, ya tiene hijos?-Voy a ser padre dentro de poco. -Enhorabuena.-Gracias. Hace años, el barrio era una locura. ¿En qué momento cambió todo? A final de los ’80 hubo mucha violencia. La policía se puso firme, y acabó con las fiestas locas y los excesos. Cortaron de raíz toda aquella movida. ¿Ahora cómo ves el panorama musical? Ya no es tan potente como hace diez años. Muchas bandas de ahora son fotocopias que no aportan nada nuevo. Quizá porque la tendencia ha cambiado. Ya no se idolatra tanto a las estrellas de rock como en otras épocas. Exacto, eso no encaja en el mundo actual y la gente pasa del tema. Pero nunca se sabe, los tiempos van y vienen. En esta ciudad hay mucha cultura de rock, y aquí estaremos cuando vuelva. En 1907, George Freeth llegó a California desde Hawaii, para hacer una exhibición de surf y promocionar la inauguración de un trayecto ferroviario. La invención del coche en los años ’20 cambió la cultura del surf. Gracias al coche, los surfistas recorrían la costa de California en busca de las mejores olas. Luego llegó la época de los surf safaris, cuando los californianos iban de playa en playa alternando el surf y la fiesta. Sunset Boulevard termina justo frente al Océano Pacífico. Sunset está cambiando, pero no así la cultura del surf. Aunque la gente vaya cambiando de barrios, los surfistas siguen viniendo a estas playas. Mis abuelos eran marineros y encontraron una tabla de surf cuando yo tenía cinco años. Me la regalaron en Navidad y fue el regalo de mi vida. Desde entonces he dedicado mi vida al surf. -¿Cuándo empezó la fiebre por el surf?-Cuando rodaron la película y la serie Chiquilla. Esta es la chica de la que te hablé. Surfea desde hace un mes. Adiós, Gidget. Coincidió con la mejora de la tecnología en cuanto a retransmisiones deportivas, y la gente se enganchó. Está muy arraigado en la cultura del Sur de California. El surf es un tema de conversación habitual entre la gente de aquí, y es algo que nunca cambiará. ¿Qué importancia tiene Sunset para los surfistas? Te trae directo a la playa. Quien vive en Los Ángeles sabe que Sunset es la arteria principal de toda la ciudad. Cada barrio de Los Ángeles tiene vida y personalidad propia. En el centro de esta urbe en expansión de cuatro millones de habitantes, Sunset Boulevard actúa como un nexo entre comunidades. Esta calle, icónica y cambiante, conecta Los Ángeles con su rica historia y su futuro emergente.