Traductor: Alexander GómezRevisor: Ciro Gomez El agua está prácticamenteen todas partes, desde la humedad del sueloy los casquetes glaciares, hasta las célulasde nuestro propio cuerpo. Dependiendo de factores como localización, índice de grasa, edad, y sexo, el ser humano promedio es entre 55 y 60 % agua. Al nacer, los bebés tienen incluso más agua. Siendo un 75 % agua,nadan de manera similar a los peces. Pero ese porcentaje disminuye al 65 %en el primer año. ¿Qué papel juega el aguaen nuestros cuerpos, y en verdad, cuánta necesitamos tomarpara mantenernos sanos? El H2O amortigua y lubricanuestras articulaciones, regula la temperatura, y nutre nuestro cerebro y médula espinal. El agua no está solo en la sangre. El cerebro y el corazón de un adultoes casi por tres cuartos de agua. Más o menos el equivalentea la humedad en un plátano. Los pulmones se asemejan mása una manzana con un 83 %. E incluso los huesos, aparentemente secos,son un 31 % de agua. Si somos esencialmente agua, y estamos rodeados de agua, ¿por qué necesitamos beber tanta agua? Cada día perdemos alrededor dedos o tres litros de agua, con el sudor, la orina, y las deposiciones, e incluso con la respiración. Ya que estas funciones son necesarias para sobrevivir, necesitamos compensarla pérdida de líquidos. Mantener un nivel de agua equilibradoes esencial para no deshidratarnos o sobrehidratarnos, ambas con consecuencias devastadoraspara nuestra salud en general. Al detectar niveles bajos de agua, sensores en el hipotálamo del cerebro ordenan liberar una hormona antidiurética. Cuando alcanza los riñones,crea acuaporinas, canales especiales que permiten a la sangre absorber y retener más agua, llevando a una orina oscura y concentrada. Una elevada deshidratación puede causarnotables descensos del nivel de energía, humor, hidratación de la piel, y presión sanguínea, así como signos de deterioro cognitivo. Un cerebro deshidratado trabaja más duropara conseguir lo mismo que un cerebro normal, e incluso puede reducir su tamaño temporalmente. La sobrehidratación o hiponatremia, está causada por un consumo excesivo de agua en un período corto de tiempo. Los atletas suelen ser víctimas de la sobrehidratación debido a complicaciones al regularlos niveles de agua en condiciones físicas extremas. Mientras que un cerebro deshidratado aumenta la producción de la hormona antidiurética, uno sobrehidratado disminuye o inclusodetiene su liberación en la sangre. Los electrolitos de sodio en el cuerpose diluyen, haciendo que las células de hinchen. En muchos casos, los riñones no pueden continuarcon esos niveles de orina diluida. Entonces, se da una intoxicación por agua, causando posiblemente dolor de cabeza, vómitos, y, en raras ocasiones, convulsiones o muerte. Pero eso es una situación muy extrema. En el día a día normal, mantener un sistema hidratadoes fácil de conseguir para los afortunados de nosotrosque tenemos acceso a agua potable. Durante mucho tiempo, la sabiduría convencional decía que debíamos beber 8 vasos al día. Esa estimación se ha ido afinando. Ahora, el consenso es que la cantidadde agua que necesitamos tomar depende en gran parte de nuestro peso y entorno. La ingesta diaria recomendada varía entre2,5-3,7 litros para hombres, y unos 2-2,7 litros para mujeres, un rango que crece o decrecedependiendo de si estamos sanos, activos, mayores o nos sobrecalentamos. Aunque el agua es el hidratante más saludable, otras bebidas, incluso aquellas con cafeína, como el café y el té, también reponen líquidos. Y el agua entre las comidas compensa una quinta parte de nuestra ingesta diaria de H20. Las frutas y los vegetales como fresas, pepinos, incluso el brócoli, están formados por más de un 90 % de agua, y pueden suplementar la ingesta mientras proveen nutrientes valiosos y fibra. Tomar líquidos adecuadamente puede tener también beneficios a largo plazo. Estudios han demostrado que una óptima hidratación disminuye la probabilidad de infarto cerebral, ayuda a manejar la diabetes, y reduce enormemente el riesgo a ciertos tipos de cáncer. Sin importar qué, consumir la cantidad correcta de líquidos hace una gran diferencia en cómo te sientes, piensas y te desenvuelves en tu día a día.