Hoy hablaremos sobre la aspirina, un medicamento muy popular que tiene diversos usos en la medicina.La aspirina es uno de los fármacos más utilizados en el mundo para el tratamiento de diferentes problemas de salud, desde malestares, fiebres y dolores menores hasta enfermedades cardiovasculares o circulatorias. Desde el punto de vista de muchos autores, ningún medicamento moderno tiene una historia de uso tan larga como la de la aspirina, pues este se remonta hasta tiempos muy anteriores a los de hoy día. Como aspirina, este fármaco ha sido aprovechado por la humanidad como la conocemos desde hace más de 120 años.No obstante, el uso medicinal de las fuentes naturales del principio activo de la aspirina, el ácido salicílico, se remonta al tiempo antiguo de los egipcios, y las primeras menciones científicas del mismo corresponden a mediados del siglo 18. Una de las principales fuentes naturales de ácido salicílico es la corteza de los árboles del género Salix, mejor conocidos como sauces, y es de allí de donde se obtuvieron los primeros preparados concentrados de este reconocido medicamento durante el siglo 18. El primer reporte de aislamiento de ácido salicílico a partir de esta fuente data de 1829, a manos del farmacéutico francés Henri Leroux. Más adelante, en 1874, el alemán Hermann Kolbe obtuvo el ácido salicílico sintéticamente, a través de un proceso que hoy se conoce como Síntesis de Kolbe. Algunos problemas con el ácido salicílicoLos registros históricos indican que cuando se administraban grandes dosis del compuesto sintético de Kolbe a pacientes con diferentes afecciones, estos experimentaban náuseas y vómitos, e incluso algunos eran inducidos al coma. Esto condujo a los diferentes científicos interesados en la materia a la idea de que era necesario incluir en la sustancia algo que disminuyera tales efectos negativos. Fue así como, a finales de 1890, el químico alemán Felix Hoffman llegó al ácido acetilsalicílico, que es el compuesto activo de la aspirina moderna.Inicialmente, la aspirina era empleada para tratar fiebres y malestares menores hasta que, en 1948, el médico americano Lawrence Craven recomendó su uso para prevenir ataques cardíacos, pero solo basado en las observaciones que realizara con sus pacientes.Los científicos que demostraron cómo funcionaba la aspirina para prevenir los ataques cardíacos, John Robert Vane, Sune Bergstrom y Bengt Samuelsson, merecieron el premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1982. ¿Qué es la aspirina?“Aspirina” es una marca registrada por la compañía farmacéutica alemana Bayer, por lo que el término genérico para referirse a este medicamento es “ácido acetilsalicílico”.El ácido acetilsalicílico, entonces, es un medicamento recetado como analgésico (para aliviar dolores), antiinflamatorio y antipirético (para tratar fiebre), con propiedades preventivas para ataques cardíacos. Suele administrarse por vía oral y pertenece al grupo de drogas antiinflamatorias no-esteroideas, razón por la cual suele ser más inocuo que otras drogas esteroideas con efectos similares, pero con importantes efectos secundarios.No es un narcótico, lo que significa que su administración regular no provoca estupor ni insensibilidad. Sin embargo, el abuso de este fármaco puede tener efectos nocivos a nivel hepático y, cuando se administra a niños pequeños, puede conducir al síndrome de Reye (inflamación del hígado y del cerebro).El ácido acetilsalicílico es una pequeña molécula que se conoce químicamente como ácido 2-acetiloxibenzoico, cuya fórmula química es CH3COOC6H4COOH (o C9H8O4) y que tiene un peso molecular de 180.16 gramos por mol. Generalmente, se trata de un polvo cristalino de color blanco, pero su presentación más común es en forma de tabletas de diferentes concentraciones (81 mg, 325 mg, 500 mg, etc.). ¿Cómo funciona la aspirina?La aspirina, o el ácido acetilsalicílico, funciona bloqueando la producción de algunas moléculas naturalmente elaboradas por nuestro cuerpo. Este fármaco se une a residuos acetilados del aminoácido serina en la cadena proteica de unas enzimas llamadas ciclooxigenasas, que participan en la biosíntesis de otras moléculas llamadas prostaglandinas, disminuyendo su producción.Las prostaglandinas son compuestos químicos lipídicos derivados de algunos ácidos grasos presentes en el cuerpo humano (como el ácido araquidónico) y que tienen propiedades y efectos similares a los de una hormona. Es decir, estas moléculas tienen una gran influencia en las reacciones de los tejidos donde ejercen sus funciones.Hay diferentes tipos de prostaglandinas, cada una con funciones específicas, pero podemos enlistar algunas de sus funciones importantes en nuestro cuerpo:dilatación o constricción de los vasos sanguíneos formación de cúmulos plaquetarios o disrupción de los mismos contracción o relajación de la musculatura gastrointestinal efectos inflamatorios como vasodilatación, fiebre y reclutamiento de células implicadas en reacciones alérgicas, enrojecimiento, hinchazón y dolor Mediación de mecanismos patogénicos y de funciones homeostáticas, entre otras. Así, la aspirina reduce los efectos negativos asociados con la producción de prostaglandinas, particularmente el dolor, la inflamación y la fiebre. Además, el descubrimiento de que la aspirina participa en la inhibición de la producción de prostaglandinas involucradas con la coagulación sanguínea, con efectos positivos en la prevención o tratamiento de ataques cardíacos, mereció el premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1982. ¿Para qué sirve la aspirina?La aspirina es utilizada regularmente en la medicina para:Disminuir la inflamación Disminuir la fiebrePrevenir la agregación de plaquetas y, por tanto, la coagulación sanguínea (aligerar la sangre)Prevenir y/o reducir los infartos miocárdicos Tratar y/o prevenir accidentes cerebrovasculares (ACV) relacionados con coágulos Prevenir o reducir el riesgo de ataques isquémicos transitorios Prevención de tromboembolismos luego de cirugías importantes Algunos estudios, además, han determinado que el consumo sostenido de aspirina podría disminuir el riesgo de padecer diferentes cánceres, incluyendo el colorrectal, el de seno, el de pulmón, el de próstata, el de piel, el de hígado y el esofágico.Riesgos Como cualquier fármaco, el consumo excesivo de aspirina puede tener efectos nocivos sobre la salud.De esta misma manera, algunas personas pueden ser alérgicas a este medicamento o su administración puede tener efectos secundarios importantes, dependiendo de la fisiología de cada paciente y de la interacción con otros medicamentos. En este sentido, se ha determinado que el consumo prolongado de altas dosis de aspirina tiene efectos hepatotóxicos, lo que conlleva a serias condiciones patológicas difíciles de remediar. En los niños pequeños, por ejemplo, se ha asociado el uso de aspirina con la aparición o el desarrollo del síndrome de Reye, que se caracteriza por la inflamación del cerebro y del hígado, lo cual tiene serias implicaciones para la vida. Las personas que tienen trastornos de coagulación de la sangre como la hemofilia, por ejemplo, pueden enfrentar graves consecuencias si consumen aspirina, pues esta está implicada en la inhibición de la coagulación sanguínea, pudiendo producir hemorragias.