En pleno corazón de la Maragatería leonesase levanta Lucillo. Al igual que en muchos pueblos de España,antaño se cultivaba el centeno, con una doble finalidad: el grano como alimento para personasy animales y la paja para la cestería y como cobertura para las cuadras. Dentro de la elaboración de recipientes confibras vegetales, labor ésta que correspondía a los cesteros, había uno especial y tupido,por el que no se salía el grano, la sal y otros diminutos productos: el escriño. Emilio Alonso es el escriñero de Lucillo. Además de la paja de centeno, para elaborarlos escriños necesita también la corteza de las varas de mimbre, que, normalmente,corta en el mes de octubre. Con la navaja, las divide por la mitad y lesextrae la médula hasta dejarlas en forma de tiras. Para quitarle lo de en medio, para que quedenmás domésticas. Para que doble, así dobla mejor. Pero la materia prima que Emilio necesitapara dar la forma al cuerpo del escriño es la paja de centeno, cuya principal característicaes su resistencia. Porque aguanta más. La paja ésta es lo que se ponía en los tejadosantiguos, se cubrían las cuadras... El escriñero empieza todas sus piezas por el fondo. La técnica consiste en hacer una espiralde pajas, cosida con tiras de mimbre. A esta tarea se le llama tejer y, para pasarla fibra de coser, utiliza un punzón o "burón". Entre vara y vara, va cosido por aquí poren medio, se mete la vara, se va colocando y no tiene otro sistema, nada más que ése. Entre más fuerte se dé, más tirante queda. Cuanto más grandes sean los escriños, másrecias y resistentes deben tejerse las paredes y, por lo tanto, se necesita más paja en cada manojo. Según se quiera hacer de grueso, claro, sepone más paja, más grueso queda. La elaboración de un escriño es lenta y,según su tamaño, puede llevar dos o tres jornadas de trabajo. Lleva mucho tiempo. Porque hay que ir mucho... una vez abrir la vara, otra, coger otra... Se tarda, pero mucho tiempo. Cuando ya tiene terminado el fondo, Emilioempieza a tejer la pared del recipiente, en forma de círculos cada vez más anchos. Pues esto ahora, en vez de coger por aquíen medio, pues cojo más bien por la parte de fuera, para que vaya abriendo. Y después ya se va arriba, y se coge porla parte de dentro, para que vaya cerrando un poco el cesto. Por el tacto, Emilio nota cuándo el gruesodel manojo se reduce y debe añadir más paja. Cada poco, le meto paja, si veo que ya vadelgau esto, pues la voy añadiendo un poco más. Antaño, los escriños eran fabricados porlos cesteros especializados o por algunos hombres mañosos, cuando las faenas del campo lo permitían. Era más entretenido ésto, para cosas dehombres... En el invierno que no había en el campo tantotrabajo, pues, los que no tenían ovejas, se dedicaban a esto. Esta es la última vuelta, la última vuelta,pues va cosido doble, para que tenga más consistencia el borde de arriba. Desde aquí va doble cosido. Para que sea más resistente el escriño,Emilio teje la vuelta final o remate con doble corteza de mimbre, de tal modo que, la pajaquede oculta y reforzada por la mimbrera. Según viene la vuelta, cuando llega a laotra que estaba, pues ya queda terminado, rematado. Ahora le vamos a poner una vuelta por aquí. Vamos a prepararle la vuelta de abajo, delculo, un refuerzo que lleva allí abajo... le vamos a hacer unas... Retorciendo un manojo de centeno, Emilio preparael anillo de refuerzo del fondo, que servirá para que el escriño apoye bien, aunque sedeforme con el peso. La fijación del refuerzo al fondo del recipientela hace con doble mimbre para conseguir mayor resistencia. Bueno, esto está terminado ya, el remate de abajo. Ahora iremos a ponerle el asa, para acabarde terminarlo. El escriñero prepara unas tiras de mimbrepara sujetar el asa que ha preparado en el verano con madera propia de la zona. De roble, y hay que voltearla en verde, ydespués ya, se tiene preparada y es cuando se pone ya en el cesto, aunque esté ya seca,pues ya no, ya es igual. Con la fijación de las asas, bien reforzadascon la tira de mimbre, el escriño queda terminado. Bueno, ahora ya está terminado, poniéndoleel asa, ya queda terminado, ya está el trabajo del escriño hecho. Los escriños se utilizaban para llevar lasimiente durante la siembra porque, al tener un tejido tan espeso, el grano no se caía. Hoy, apenas quedan campesinos que utilicenestos recipientes para las labores del campo y, casi todos los escriños que Emilio fabrica,son compromisos destinados a una finalidad ornamental. Soy Eugenio Monesma, director y productordel documental que acabas de ver. Si te ha gustado, te animo a que te suscribasal canal activando las notificaciones desde la campana y así podrás disfrutar de loscientos de documentales que ya tengo en el canal y de los que semanalmente voy a ir subiendo.