a ver quién no se ha quejado alguna vez de que su hijo es muy impaciente y que lo quiere todo ya a ver está claro que los niños no son pacientes por naturaleza y cuanto más pequeños más impacientes esto va muy de la mano con su desarrollo cerebral por lo que conforme van creciendo y conforme su cerebro va madurando pues poco a poco van a ser más capaces de mostrar esta paciencia y de soportar las esperas este tema de la impaciencia está muy relacionado con otro que está en boca de muchos que es el de la tolerancia a la frustración y la importancia de desarrollarla bien desde bien pequeños de dónde viene tanto revuelo con esto de la tolerancia a la frustración y de la impaciencia y vamos [Música] a mí como decíamos los niños son impacientes y esto está muy relacionado a su vez con el tema de la tolerancia a la frustración aunque cuesta de creer a día de hoy todavía sigue habiendo profesionales que defienden incluso retrasar a propósito la satisfacción de necesidades básicas de niños y de incluso de bebés como por ejemplo la alimentación o el consuelo porque pues para evitar que no se acostumbren desde tan pequeñitos a que pueden tener todo lo que quieran de manera inmediata si os aseguro que esto es prácticamente literal y no voy a decir de quién obviamente esto es un despropósito una cosa es no bajar corriendo a la tienda de juguetes para comprar el último capricho de turno y otra es no satisfacer sus necesidades más aún mensuales básicas a edades tempranas para supuestamente pues entrenar esa tolerancia a la frustración pero lo que decíamos de donde tanto revuelo con lo de la tolerancia frustración porque se le da tanta importancia algunos recordaréis un famoso experimento que os contaba hace hace unos años el experimento de los más magos en este experimento se veía como la capacidad de los niños de los niños pequeños para demorar para retrasar una gratificación podría tener implicaciones muy importantes para su desarrollo en un futuro pero hay investigaciones posteriores que han puesto en duda esto resultado de este experimento y nos dan unas conclusiones que son más que interesantes pero bueno empecemos por el principio que consistía este experimento en los años 70 el psicólogo walter michelle tomó un grupo de niños de 4 años a los que les ponía delante una golosina un achuchón unas maloudá y el nombre del que se conoce el experimento el experimento de los más malos y les daba unas instrucciones muy muy sencillas muy claras me podían tomarlo en cualquier momento que quisieran o podían esperar a que él volviera unos 15 minutos después y si se esperaban a que él volviera y nos lo habían comido pues en vez de tomar un marchamalo podrían tomar dos el mensaje era muy claro que si eran capaces de tolerar la frustración de la espera podrían tener una recompensa mayor y si no pues tenían que conformarse con una recompensa más pequeñita pero inmediata algunos niños no esperaron a que el experimentador y se lanzaron corriendo a convencer a la chinchilla mientras que otros niños pudieron esperarse para obtener los la gracia y el mérito de este experimento está en que volvieron a convocar a esos mismos niños años después ya cuando eran adolescentes y les pasaron una serie de pruebas y qué es lo que vieron por vieron quiere estos niños que decidieron más bien podríamos decir que pudieron esperar para comerse los dos marshmallows fueron los que años después obtuvieron mejores puntuaciones mejores resultados en los exámenes de selectividad tenían mejor autoestima tenían mayor competencia social tenían mayor confianza en sí mismos incluso tenían menores tasas de trastornos como por ejemplo el de dh pero que esto no acaba aquí que años después como adultos mostraban menor propensión a tener problemas con las drogas se divorciaban menos tenían menor incidencia de sobrepeso de hecho se calculó que por cada minuto que estos niños eran capaces de retrasar la gratificación esto se traducía en una reducción del 0,2 por ciento 30 años después o sea que flipa con lo que hace el esperarse un poquito para comerse una dulce cuando eres pequeño este famoso experimento ha contribuido a que la gente le dé un gran valor al hecho de ser capaces de demorar las gratificaciones y para entrenar esa capacidad en los pequeños con la esperanza de que entrenando desarrollando esa tolerancia a la frustración pues se obtengan todos estos beneficios de cara al futuro sin embargo un estudio reciente encontraba otras explicaciones muy diferentes a las que elaboró originalmente el equipo de mixer en este nuevo estudio los autores se muestran escépticos acerca de los resultados del experimento original de los marx magos el caso es que los resultados originales estaban basados en una muestra de algo menos de 90 niños todos eran de una escuela infantil dentro del campus de la universidad de stanford una de las universidades más prestigiosas de eeuu y este no es su alimento trata de replicar el experimento original pero en esta ocasión con una muestra mucho más amplia de 90 niños más de 900 y aquí un elemento clave mucho más diversa incluyendo niños de diferentes razas distintos grupos étnicos y de distintos estratos socioeconómicos y que es lo que vieron pues resulta que la capacidad para demorar la gratificación de los niños su posterior éxito en la vida podría ser explicada a teniendo tan sólo a las variables económicas los niños con familias de más ingresos eran capaces de demorar más la gratificación y esos niños eran los que luego tenían mayor éxito en la vida pero no sólo por ser capaces de demorar las gratificaciones sino porque de manera muy poco sorprendente los niños de las familias ricas suelen llegar más lejos que los niños de familias más humildes entonces quiere decir esto que no es importante aprender a tolerar las frustraciones obviamente no si claramente ese es un aprendizaje importante para la vida pero de ahí hacer pasar hambre o dejar llorar a un bebé para que aprenda pues hay un trecho vamos a ver que la vida ofrece un montón de ocasiones para que fortalezcamos nuestro nivel de tolerancia a la frustración entonces estaremos de acuerdo en que hay que evitar les cada pequeña dificultad como se dice a veces cada pequeña piedra en el camino pero es que una cosa es no retirar las piedras del camino y otra cosa muy distinta es darle adrede y pedradas el pobre niño o ponerle la afrenta para que aprenda y hasta aquí otra píldora de psicología si os ha gustado no olvidéis compartirla tenéis muchos más vídeos y mucho más artículos en el canal de youtube y en alberto soler puntuales y en todas las librerías nuestro libro hijos y padres felices la semana que viene más un saludo y [Música]