¿Yo? Soy solo una persona normal y corriente. De la iglesia y el trabajo... hago solo lo justo. Las hermanas son a cada cual peor. O te atrapan para llevarte a rezar, o te llaman para cantar en el coro. Estoy tratando de pasar desapercibida. Reza pero no por un dios o por otros sino por ti. ¡Castigo! ¡Tiembla! Todo puede negociarse, excepto hacer horas extra.