Traductor: Holly BrownRevisor: Penny Martínez (Arrullo de bebé) ¿Y si les dijera que el juego del cucú podría cambiar el mundo? Parece imposible, ¿verdad? Pues hoy estoy aquí para demostrar que no lo es. Hola, soy Molly y tengo siete años. Y este es mi pequeño amigo, Ari. Di “Hola”, Ari. Hola. Oh, y este es mi vecino, Amarjot. Ahora tiene que llevarse a Ari para prepararse para nuestro experimento. Pero no se preocupen, volverán. Mi charla de hoy trata de cosas poderosas que pueden hacer los adultos que nos moldean como niños y los adultos en los que nos convertimos. Y ¿yo cómo lo sé? Porque mis padres y la gente que me rodea lo hicieron temprano y con frecuencia. Pero sé que no todos los niñostienen tanta suerte, solo algunos de mis amigos, algunos niños de mi escuela y muchos por todo el mundo. Y me gustaría mucho ayudar a cambiar eso. Gracias a los científicos, ahora sabemos lo importantes que son los primeros cinco años para nuestra salud y desarrollo, sobre todo para nuestros cerebros. Ari empezó a aprender mucho antes de nacer, desde dentro de la barriga de su mamá. Cuando Ari nació, era pequeñito y lloraba todo el tiempo. Siempre tenía hambre y hacía mucha caca. (Risas) Ahora sonríe y se ríe y hace sonidos graciosos. Pero esos son sólo los cambios que oímos y vemos. Hay mucho más en su interior. Así que, hablemos más de nuestros cerebros. La bolsa azul es el tamaño y peso estimadodel cerebro de un recién nacido sano. La roja es la correspondiente al cerebro de un bebé de un año. ¡Y casi duplica su volumen! Y a mi edad, ya tiene casi el 90 % del volumen de un cerebro adulto. El cerebro se desarrolla más rápido en los primeros años que en cualquier otro momento de nuestra vida. Y puede crear hasta un millón de conexiones neuronales por segundo. Pero necesitamos vuestra ayuda. Un desarrollo saludable depende de cinco cosas principales. Uno, conectar; dos, hablar; tres, jugar; cuatro, un hogar saludable y cinco, una communidad. Todo eso ayuda al cerebro y a nosotros a alcanzar nuestro máximo potencial. Así que, ¿qué se puede hacer para marcar realmente la diferencia? Los científicos lo llaman servir y devolver. Que es solo una forma adulta de decir conecta, habla y juega con nosotros. Y aquí viene la gran noticia. Amarjot, Ari, ¿estáis listos? (Audio) Amarjot: ¿Listo? Molly Wright: Los juegos de imitaciónfomentan la imaginación y la empatía. (Amarjot y Ari se ríen) Los juegos de nombres desarrollan el vocabulario y la atención. Amarjot: Papá. Ari. Papá. Ari. MW: Y los juegos como el cucú, sí, el cucú, realmente desarrollan la memoria y la confianza. Amarjot: ¡Cucú! MW: Cada vez que nos hablan, juegan con nosotros y nos hacen reír, no sólo construyen y fortalecen nuestras relaciones y nuestra salud mental sino que nos enseñan algunas de las habilidades vitales más importantes desde hacer amigos, hasta hacer un examen conseguir un trabajo, o hasta tal vez un día formar nuestra propia familia. Las interacciones tempranas y frecuentes son importantes. Les doy mi palabra, la palabra de una niña de siete añosque les habla de la ciencia del cerebro. (Risas) Bien, ahora veamos qué pasa cuando se quita la conexión. Ahora está intentando llamar la atención de su padre de nuevo. Se acerca como diciendo: “Eso era divertido, ¿por qué paraste?” (Ari llora) Sé que para los adultos a veces es importante usar sus dispositivos, pero los niños están programados para buscar conexiones significativas, y el no recibirlas les genera confusión y estrés. Bien, Amarjot, por favor, vuelve a conectar con él. Amarjot: Ah, aquí está Ari. (Ari ríe) MW: ¿Y si toda nuestra infancia fuera como esos últimos 30 segundos? Qué difícil sería para un niño sentirse tranquilo. Sentirse seguro. Aprender a confiar en alguien. Y qué gran impacto tendría de por vida. Eso me hace sentirme triste. Ari sólo reaccionó como lo hizo y se recuperó tan rápidamente, porque su conexión con su padre es normalmente muy fuerte. La relaciones positivas con los adultos de nuestras vidas nos dan a los niños la confianza que necesitamos para probar cosas nuevas, para explorar y para ser niños. Así que, ¡por favor!, intenten recordar que el momento más especial de nuestro desarrollo son los primeros cincos años. Empezando desde dentro de la barriga de la mamá. Y ¿qué pueden hacer que sea realmente impactante? Servir y devolver. ¿Cuándo? Temprano y con frecuencia. Démosle un aplauso a Amarjot y Ari, por favor (Aplausos) Cada momento juntos es una oportunidad para conectar, hablar y jugar. Imaginen la diferencia que habría si todo el mundo lo hiciera. Para nosotros, los niños, es mucho más que un simple juego. Es nuestro futuro. Gracias. (Aplausos) ¿Lo ven? El juego del cucú puede realmente cambiar el mundo. (Aplausos y ovaciones)