Traductor: Célide PeñaRevisor: Eduardo Sierra Déjenme presentarles algo en lo que he estado trabajando. Es lo que los ilusionistas victorianos hubieran descrito como una maravilla mecánica, un autómata, una máquina pensante. Saluden a EDI. Ahora está dormido. Vamos a despertarlo. EDI, EDI. Estos artistas mecánicos fueron populares en toda Europa. Las audiencias se maravillaban por la forma en que se movían. Era ciencia ficción hecha realidad, ingeniería robótica en una era antes de la electrónica, máquinas mucho más avanzadas que cualquier otra cosa que la tecnología victoriana pudiese crear una máquina que luego conoceríamos como el robot. EDI: Robot. Una palabra acuñada en 1921 en un cuento de ciencia ficción del autor dramaturgo checo Karel Čapek. Deviene de "robota." Significa "trabajo forzado". Marco Tempest: Pero esos robots no eran reales. No eran inteligentes. Eran ilusiones, una ingeniosa combinación de ingeniería mecánica y el engaño del arte del prestidigitador. EDI es diferente. EDI es real. EDI: Mido 176 centímetros. MT: Pesa 136 kg. EDI: Tengo dos brazos de siete ejes... MT: con sensores internos. EDI: Un sistema de detección sonar de 360 grados y vengo completo con garantía. MT: Nosotros amamos a los robots. EDI: Hola, Soy EDI. ¿Quieres ser mi amigo? MT: Nos intriga la posibilidad de crear una versión mecánica de nosotros mismos. Los construimos para que luzcan como nosotros, se comporten como nosotros y piensen como nosotros. El robot perfecto será indistinguible de los humanos, y eso nos asusta. En la primer historia sobre robots, estos se volvían contra sus creadores. Es uno de los leitmotiv de la ciencia ficción. EDI: ¡Ja ja ja! Ahora Uds. son los esclavos y los robots, los amos. Su mundo es nuestro. Uds... MT: Como iba diciendo, además de darle caras y cuerpos a nuestros robots, no podemos leer sus intenciones, y eso nos pone nerviosos. Cuando alguien te da un objeto, puedes leer la intención en sus ojos, su cara, su lenguaje corporal. Eso no sucede con los robots. Pero, esto es recíproco. EDI: ¡Caramba! MT: Los robots no pueden anticipar las acciones humanas. EDI: Los humanos son tan impredecibles, y ni hablar de irracionales. Yo, literalmente, no tengo idea de lo que Uds. van a hacer a continuación, saben, pero eso me asusta. MT: Es por lo que los humanos y los robots encuentran dificultad al trabajar en inmediata proximidad. Los accidentes son inevitables. EDI: ¡Ay! Eso dolió. MT: Perdón. Una manera de persuadir a los humanos de que los robots son inofensivos es creando la ilusión de confianza. Por más que los victorianos falsificaron sus maravillas mecánicas, le podemos agregar una capa de decepción para sentirnos más cómodos con nuestros amigos robóticos. Con eso en mente, le voy a enseñar a EDI un truco de magia. ¿Listo, EDI?EDI: Eh, listo, Marco. Abracadabra. MT: ¿Abracadabra? EDI: Sí. Forma parte de la ilusión, Marco. Vamos, mantente al tanto. MT: La magia crea la ilusión de una realidad imposible. La tecnología puede hacer lo mismo. Alan Turing, un pionero de la inteligencia artificial, habló sobre crear la ilusión de que una máquina pudiese pensar. EDI: Una computadora merece ser llamada inteligente si engañó a un humano haciéndole creer que era humana. MT: Dicho de otro modo, si todavía no tenemos las soluciones tecnológicas, ¿servirían las ilusiones para el mismo fin? Para crear una ilusión robótica, hemos ideado una serie de reglas éticas, un código por el que vivirían todos los robots. EDI: Un robot no dañaría a la humanidad ni permitiría por inacción que la humanidad sufriera daño. Gracias, Isaac Asimov. MT: Antropomorfizamos nuestras máquinas. Les damos una cara amigable y una voz tranquilizadora. EDI: Yo soy EDI. Comencé a funcionar en TED en marzo de 2014. MT: Dejamos que nos entretengan. Más importante aún, les hacemos indicar que son conscientes de nuestra presencia. EDI: ¡Marco, estás pisándome el pie! MT: Perdón. Serán conscientes de nuestra frágil estructura y se harán a un lado si nos acercamos mucho, y tendrán en cuenta nuestra imprevisibilidad y anticiparán nuestras acciones. Y ahora, bajo el hechizo de una ilusión tecnológica, podríamos ignorar nuestros miedos e interactuar verdaderamente. (Música) Gracias. EDI: ¡Gracias! (Aplausos) (Música) MT: Eso es todo. Muchas gracias, y gracias a ti, EDI.EDI: Gracias Marco. (Aplausos)