Competiren los Juegos Olímpicos requiereun sacrificio absoluto. Para las mujeresel sacrificio es aún mayor. Yo sacrifiqué tododurante 12 años seguidos. La historia de "Las morenasdel Caribe" es, sin duda, una de las más apasionantesde la historia olímpica cubana. En 1978, a raízdel campeonato mundial, disputando el títulocontra Japón, las entonces llamadas"Magas del Oriente" fueron derrotadaspor el equipo de Cuba que luego se conoció como"Las morenas del Caribe". Esa victoria fueuna sensación tal que el líder revolucionariode Cuba, Fidel Castro, dio al equipoel apoyo total del gobierno. Graciasa nuestro sistema político, que es nuestro gran sponsor, nos permitió enfocarnospara alcanzar nuestro objetivo. "Las morenas del Caribe"se convirtieron en algo más que un equipo, se estaba forjando una leyenda, un símbolo que ibamás allá del vóleibol. Ganamos nuestros primerosJuegos Olímpicos en Barcelona, en 1992. Cuba no había participado ni enLos Ángeles 84 ni en Seúl 88, entonces nuestra generación estaba impacientepor ganar medallas e hicimos todo lo posiblepara ganar. Nuestra motivación para ganarfue nuestro pueblo. Los cubanos adoran el deporte y nuestras victorias trajeronalegría a nuestro pueblo. Nuestro compromiso,más allá de ser con nuestras familiasy nuestro país, era con el líderde la Revolución. Él siempre luchó por nosotras,para que fuéramos mejores. Nos preguntaba cuál eranuestra meta y siempre le respondíamosque era ganar porque representamosal pueblo cubano. Puede que muchas personasno lo entiendan, pero los que vivían en Cubaen aquellos años difíciles lo entienden muy bien. El pueblo necesitabaalguna alegría, nosotras estábamos motivadaspara aportar eso entonces. Lo necesitaban. En Atlanta, el equipoera mucho más maduro, había cambios,pero la base era muy sólida. Había una peluqueríadentro de la villa olímpica. Todas queríamos vernos bonitaspara las cámaras porque los juegoseran televisados. Todas queríamos tenerel cabello brillante. Nos volvimos distraídas y perdimosnuestra concentración. No tuvimos en cuenta que al otrodía jugábamos con Brasil. Nuestro entrenadorestaba furioso. Dijo que eso no era normal y que él no tenía esperanzade que ganaríamos el oro. Eso nos preocupó mucho. El equipo brasileño estabamuy bien preparado. Conocía las debilidadesde nuestro equipo y estaba ahí para ganarla medalla de oro. Es bien sabido lo que sucedió. Ese juego se volviómás importante que la final. Veinte años después, la genteaún habla de ese juego. Fue un partido durísimoporque fue muy ajustado. Al final, ganamos y fuimos a la final con China. Imagina que ambos equiposqueríamos lo mismo, las brasileñas protestaban,se desató una pelea. Pero al final, ganamosun partido espectacular, muy lindo y muy disputado. Luego del juego contra Brasil,estábamos muy alteradas. Nuestro entrenador se preocupó. Los Juegos Olímpicosaún no habían terminado, aún teníamosque jugar contra China que es tan fuerte como Brasily podía vencernos. Cuando sacrificas tanto y logras tanto,como nosotros lo hicimos, eso sabe a gloria. Vale la penatodo el sacrificio, que hice como adolescente,como mujer. Lo volvería a hacer. Algunas personas creen que la vida del deportistaes fácil, pero no es así. No tuve la oportunidadde ser madre, pero logré muchas otras cosas, que no habría logradosi hubiese elegido ser madre, porque hubiese perdidotiempo muy valioso. Te debes a un equipo. Quedar embarazadaes tu responsabilidad. No puedes dañar al equipo.Todo debe ser sacrificado. Lo primero es el deporte. "Las morenas del Caribe"representaban tanto a las mujeres de los paísesen desarrollo como a las mujeres cubanas. Mujeres sencillas,de clase humilde, casi todas eran negras. Representábamos la fuerzade las mujeres cubanas. Éramos la cara de Cubaen el mundo. Éramos las embajadoras de Cuba. Son un símbolopara el pueblo cubano. Dieron prestigio internacionalal deporte cubano y a las mujeres cubanas. Nos volvimos modelos a seguircomo mujeres y como equipo. La característica de mi equipoeran sus mujeres fuertes. Jugábamoscon mucha agresividad. Todas éramosmuy temperamentales, a ninguna le gustaba perder. Esas cosas combinadaseran explosivas. Las mujeres cubanassiempre han sido agresivas y luchadoras. Aquella agresividadera muy necesaria porque los demás equipos nosexigían al máximo en cada juego y había que ser agresivas. Al mirarme a la cara,aunque no dijera nada, se darían cuentade que no podrían vencerme. Trato de transmitira mis atletas la misma agresividad, perseveranciay espíritu de lucha, que nosotrosteníamos en la cancha. Agresividad en el salto,en la potencia del ataque... Fueron valores compartidospor todas y tratamos de pasarlosa las nuevas generaciones. Eugenio George,nuestro entrenador, fue como un padrepara nosotras. Nos entrenabapara jugar fuerte, pero también nos entrenabapara ser femeninas. Jugábamos como hombres, pero,después del juego éramos femeninas, modestas,frágiles, delicadas, con muchas virtudes. A pesar de la durezadel entrenamiento, debes preservartu esencia como mujer. Nos enseñó a proyectarnoscomo mujeres, cómo maquillarnos,cómo vestirnos incluso cómo caminar. Nos enseñó a leer para quesupiéramos cómo expresarnos. Le gustabaque nos vistiéramos bien y fuéramos elegantes, para que la gentese volteara a vernos. Quería que la gentenotara al equipo cubano. Tenemos mucho que agradecera ese gran hombre, porque nos enseñó lo que somosy lo que fuimos. Nuestro entrenador decía que defendíamos a la patriaen las trincheras del deporte. Defendiendo la camiseta, respetándonos entre compañeras, cuidándonos como seres humanosy como mujeres. Somos como una familia porque Eugenio nos enseñó eso. De vez en cuando nos reunimos y siempre estamos conectadas. Siempre hay una forma de reunira "Las morenas del Caribe" de las primeras a las últimas. - ¡Victoria!- ¡Cuba! FEDERACIÓN RUSAPUNTO DE SET Desde Sídney 2000, muchos recuerdanel partido contra Rusia porque íbamos perdiendodos sets. Los dos primeros sets fueronintensos para ambos equipos, pero pudimos remontar el juego, debido a nuestra grancondición física. Para el quinto set,las rusas estaban cansadas. Fue mi turno de sacar. La pelotavolvió a nuestra cancha. La recibí y la paséa Taymaris Agüero. Ella se la pasó a Regla. Ni siquiera puedoexplicar el resto. Me emociono muchocada vez que lo cuento. Llegué a conocerlas a todashasta lo más íntimo. Llegué a soñar con ellas. Lloré y reí con ellas. No tengo palabraspara describir todo lo que sentícomo capitana del equipo. Ese equipo,"Las morenas del Caribe", debe estar en los corazones de todos los aficionadosal vóleibol. Queremos que nos recuerdencomo "Las morenas del Caribe", como las grandes campeonasque fuimos. CUBA, OROVÓLEIBOL FEMENINO