¿Sabéis cuáles son los dos mejores consejos para evitar las infecciones respiratorias en los bebés y en los niños? El primero: jugar boca abajo, porque ayuda a controlar el diafragma y nos da tono para poder toser y eliminar. Y el segundo, hacer una buena limpieza nasal. ¿Queréis que os dé las cinco claves para una buena limpieza nasal? ¡Empezamos! ¿Qué vamos a necesitar para una buena limpieza nasal? Lo primero de todo, suero que os recomiendo que lo compréis en cajas grandes. Esta, por ejemplo, tiene un litro y tiene que ser del 0.9, el suero fisiológico. Y después tenemos 3 dispositivos para usar que serán irrigadores de difusión lenta. Este que veis aquí, será para los niños más mayores para que ellos, de forma independiente se puedan limpiar sus fosas nasales. Y después tenemos dos opciones para los bebés más pequeñitos. Tenemos la jeringuilla, que es económica y podéis ver exactamente qué cantidad le vamos a introducir al bebé por su nariz pero, para los papás inexpertos, la perilla nasal es una buena opción no para sacar los mocos. Está totalmente prohibido sino será, para introducir el suero. ¿Por qué? Porque tiene la punta roma y no le hará daño al bebé en la nariz y porque por mucho que apretéis, va a salir más fácil que cuando tengáis una jeringuilla y, de forma un poco inexperta, hagáis así "buaf" y salga el suero. Así que son los tres dispositivos; este irrigador, la jeringuilla y la perilla nasal. Sobre la cantidad de suero que le vamos a introducir en la nariz, dependerá de la edad. Obviamente, porque no es lo mismo la cabecita de un bebé que es pequeñita y tiene menos espacio detrás de la nariz, a un niño por ejemplo de 8 años. Cuando el bebé tenga entre 0 y 2 años, de forma progresiva podemos meterle en cada agujero, en cada narina de 2 mililitros hasta 5-10, de forma progresiva a medida que vaya aumentando en edad. En cambio, desde los 2 años hasta los 8 años, podremos introducir aproximadamente desde los 5 mililitros hasta los 15. Y a partir de los 8 años hasta nuestra edad adulta, que es más fácil utilizar este aparato, utilizaremos desde los 10 hasta los 15 o 20 mililitros. ¿Cómo lo haremos? Si queréis preparar, previamente dos jeringuillas, cada una para cada narina o, en la misma jeringuilla pondremos todo el suero; o, como hemos dicho antes, la perilla nasal. Entonces hemos dicho: le apoyamos la cabecita, la inclinamos y en el agujerito que queda encima, le voy a introducir de forma muy suave el suero fisiológico ¡Super bien! Si fuera invierno y estuviera muy fría la jeringuilla y el suero, la podemos calentar un poquito entre nuestras manos. Ahora, igual para el otro lado, inclinamos para el otro lado y le echamos el suero fisiológico en este lado. Así. Veis que de forma muy lenta, no le va a gustar. Y si llora aprovecharemos, muy importante, taparle la boca. ¡Mira cómo sale el moco! ¡Ahí! ¡Eso es! ¡Muy bien Mía! ¿Porqué le taparemos la boquita? porque para que se limpien en profundidad todos los mocos, no solamente lo que veis aquí que han salido, para que se limpien los mocos de atrás, necesitamos tapar la boca cuando llore,para que haga una inspiración profunda. Le tapáis la boquita. No os preocupéis que no se va a ahogar, ni se va a atragantar. Así. Y si escucháis, se escucha como un cochinillo. ¡Muy bien, Mía! Así, varias veces. Tres veces más o menos. ¡Y hemos terminado la limpieza nasal! ¿Cuál es la pregunta habitual de los papis?¿Davinia cuántas veces hacemos esta limpieza nasal? Pues la respuesta sería: solamente cuando tenga mocos. Porque no es necesario cuando el bebé está respirando, si lo escucháis que entra aire por la nariz, irritarle con demasiado suero fisiológico. Sólo lo utilizaremos cuando el bebé no pueda gestionar esos mocos y entonces le introduciremos, como habéis visto, el suero para la limpieza nasal. ¿Vale? Eso es todo, solamente cuando haya mocos. Bueno, aprovecho para despedirme. Por favor, cualquier comentario o duda estamos aquí para consultarlo. Y contadnos vuestra experiencia con esta limpieza nasal.