Iron Harvest es una versión alternativa de la historia, ambientada en la década de 1920. Los estados ficticios y los personajes de Iron Harvest, inspirados en esta época de transformación industrial, aún sufren las consecuencias de la Gran Guerra. Las gigantescas máquinas diésel que debían servir a la humanidad tan solo han llevado los conflictos bélicos a un nuevo nivel. La guerra que debía acabar con todas las guerras no ha servido para nada. El Imperio de Sajonia está situado en pleno corazón de Europa. Como ocurre a veces en las orgullosas superpotencias industriales modernas, muchos sajones están insatisfechos con la política de su emperador, el káiser Federico. Ha acordado una tregua con su primo, el zar Nicolás, e intenta sacar adelante un tratado de paz, pero los aristócratas y líderes militares creen que eso es privarlos de su merecida victoria. Hace mucho tiempo, en los antiguos y lluviosos bosques de su patria, los ingenieros sajones crearon temibles máquinas bélicas y las bautizaron con nombres sacados de oscuras historias. La superioridad tecnológica y la cruel eficacia de sus creaciones impactaban a todo aquel que tenía la desgracia de encontrárselas en el campo de batalla. Este es el SLL-33 "Erlkönig". Su nombre procede de un siniestro poema sajón sobre cierto jinete, perseguido en la oscuridad por una feroz criatura. Esta enorme máquina, la unidad de artillería más poderosa de su tiempo, no suele tener prisa por colocarse en posición de disparo. Consciente de su superior rango de alcance, arroja estruendosamente uno de los mayores proyectiles del juego sobre el corazón de las fuerzas enemigas. Cuando la niebla de guerra oculta al enemigo, otra maravilla de la tecnología sajona permite salvar la situación. Las bengalas, brillantes como el sol, lo revelan todo, por mucho que el enemigo se esfuerce por permanecer oculto. Algo que resulta bastante útil para otra temible bestia, el PKP-17 "Eisenhans". Como en la epónima leyenda del horrible titán, estos enormes exotrajes confieren un aspecto temible a los hombres que los emplean en combate. Los enormes gigantes, que avanzan a pisotones, transportan dos morteros a sus espaldas. Una vez colocados en posición de disparo, pueden lanzar una salva tras otra de proyectiles de mortero, de gran carga explosiva y capaces de devastar una extensa superficie. Incluso en las distancias cortas, nadie está a salvo. Su enorme envergadura les permite medirse como iguales contra los mechs enemigos. Como en muchas fábulas sajonas, el MWF-28 "Stiefmutter" provoca un gran sufrimiento. Como parecen desarmados, pueden confundir a los soldados novatos; hasta que de repente sueltan una horda de monociclos mecánicos tremendamente explosivos. Una vez fijado el blanco, nada impedirá que dispensen su devastadora carga contra la víctima elegida. Son célebres por su capacidad para limpiar a fondo las trincheras durante la Gran Guerra. Gunter von Düsburg es un condecorado veterano con muchas batallas en su haber, y buen amigo del mismísimo káiser. Equipado con su mech de combate "Brunilda", bautizado con el nombre de la esposa de uno de los mayores héroes de Sajonia, su presencia ha cambiado las tornas en más de un conflicto. Por si eso no fuera suficiente, sus continuas andanadas de artillería y la precisión de sus ataques de mortero son un valor seguro. Incluso sin la protección de Brunilda, Gunter es una amenaza para los enemigos del imperio. Emplea un cañón de mano de gran calibre y un brazo mecánico con cuchillas para enfrentarse a mechs e infantería por igual. A su lado siempre están sus inseparables compañeros, los lobos “Tag” y “Nacht”, exploradores sigilosos y letales. Los cimientos del orgulloso y fuerte Imperio de Sajonia se estremecen. El viejo káiser se enfrenta a la caída de su Reich, asediado por enemigos al este y amenazas internas. Ciertas fuerzas actúan en secreto para abolir la monarquía y hacerse con el poder. Comienza la batalla por el alma de Sajonia y el futuro de Europa.