Presentado por Janssen Neuroscience COMPAÑÍAS FARMACÉUTICAS DE Johnson & Johnson Todos los personajes y situaciones que aparecen en este vídeo son ficticios. Tienen únicamente el propósito de educar. Acabas de romper con tu pareja. Tuviste una discusión con tu mejor amigo. Te despidieron de tu trabajo. Un ser querido se enferma. En algún momento de la vida todos pueden sentirse tristes o sombríos. Para la mayoría de las personas, es una sensación fugaz como una tormenta pasajera. Finalmente, las nubes de lluvia se despejan, la tristeza se desvanece. Para mí, sin embargo, la tristeza no desapareció. Continuó por semanas. Me sentí horrible y no sabía qué hacer. ¿CÓMO FUNCIONA LA TERAPIA COGNITIVA - CONDUCTUAL? Bueno, estos síntomas parecían derribarme una y otra vez. Me sentí sin esperanza. Perdí interés en cosas que normalmente disfrutaba, y realmente ya no tenía mucho apetito. Finalmente hablé con mi médico, y él me animó a ver a un profesional de salud mental. Sabes, un psiquiatra. El psiquiatra me habló sobre mis síntomas, cuánto tiempo habían estado sucediendo y cómo estaban afectando mi vida. Terminó recetándome medicamentos para ayudar con mis síntomas y habló sobre los posibles efectos secundarios. También explicó que es importante abordar el tratamiento de las enfermedades mentales utilizando una amplia variedad de herramientas y recursos. Entonces, además de mi tratamiento con medicamentos, también comencé a reunirme con un terapeuta. Mi terapeuta me presentó a la terapia cognitivo-conductual o TCC. La TCC es otra opción de tratamiento para personas con enfermedades mentales. La TCC es un tratamiento basado en la evidencia, lo que significa que se basa en la investigación científica y la experiencia clínica. La TCC se enfoca en la relación entre pensamientos, sentimientos, creencias y comportamientos. Los pensamientos negativos o inexactos son desafiados y reformulados en términos lógicos y positivos. Cuando mi psiquiatra explicó mi diagnóstico, me sentí desesperado, como si no pudiera encontrar una solución para ayudar a reconstruir las piezas de mi vida. A medida que iba aprendiendo sobre la terapia cognitivo conductual, se hizo evidente que tenía muchos pensamientos negativos e irracionales que no coincidían con los hechos. Decía cosas como: "Mi jefe me odia. Ella siempre me da más trabajo. Nunca conseguiré ese aumento. Me gustaría salir con mis amigos, pero voy a fastidiar a todos. No quiero que se enojen conmigo". Solía ver las cosas como un gran desastre. Miraba a mi casa y me abrumaba. Me decía a mí mismo: "Soy un vago, no puedo manejar esto". Rápidamente empecé a ponerme adjetivos, creía lo peor de mí mismo, y minimicé cualquier parte positiva de mi vida. Me desanimé y evité lidiar con mis problemas. La terapia cognitivo-conductual me ayudó a aprender a repensar y reevaluar cómo veía el mundo. La TCC me enseñó cómo mis pensamientos negativos se agrupaban y formaban emociones fuertes, me encerraban para luego deprimirme aún más. Ahora puedo ver claramente que estaba interpretando regularmente la mayoría de las cosas en mi vida de una manera muy negativa. Al aprender a reconocer el pensamiento negativo extremo, pude cambiar mis pensamientos en declaraciones positivas, como que mi jefa me da las tareas importantes, porque ella cree en mí. Sé que puedo manejar las cosas. Tomar este enfoque me dio la confianza para hablar con mi jefa acerca de conseguir un aumento. Tuvimos una gran discusión, y ella me dijo los pasos que podía seguir para avanzar en mi carrera. Poco a poco, mi terapeuta me ayudó a darme cuenta de los pensamientos y comportamientos improductivos que estaba creando. La TCC también me reorientó hacia las técnicas de resolución de problemas. Comencé a enfrentar mis miedos usando técnicas de refuerzo positivo y, con el tiempo, comencé a calmarme por mi cuenta. Son mis amigos, me aman. Ser yo mismo es todo lo que siempre han querido. La terapia cognitivo-conductual me ayudó a aprender cómo dejar de atacarme a mí mismo y, en cambio, a pensar de manera más productiva. Al cambiar mis pensamientos y establecer objetivos lógicos, las cosas comenzaron a ser más fáciles de administrar. Aprendí a ver las cosas como partes individuales con las que lidié de a una por vez, solo comencé con la ropa y cuando terminé, pasé a los platos. Solo un poco a la vez, y lo lograrás. Al tomar posesión de mis sentimientos y pensamientos, mi comportamiento cambió para mejor. A veces, no creía que mis síntomas mejorarían, pero seguí adelante. Me defendí. Dejé de permitirme usar el pensamiento negativo sobre mí mismo para no ser controlado. He hecho un valiente inventario de mí mismo y, a través del trabajo duro, he sido más claro en mis pensamientos y sentimientos. Me enorgullece decir que estoy en camino de recuperar mi vida. Las habilidades de terapia cognitivo-conductual que aprendí junto con mi medicamento me han ayudado a armar las piezas. No siempre es fácil, pero ahora sé que puedo dar los pasos para manejar los problemas cuando surjan. Al aprender más sobre la TCC y cómo puede ayudarme, me siento más fuerte y saludable. Eso es algo que me hace sentir bien.