Traductor: Paula MotterRevisor: Florencia Bracamonte Hoy quiero hablar de la creatividad. Hay mucha genteque no se permite ser creativa. Y con razón, pues, de alguna manera, todos desconfiamosde nuestro propio talento. Recuerdo una anécdotaque me dejó una marca importante, cuando tenía apenas unos veintitantos. Me encantaba Allen Ginsberg,su poesía, las entrevistas que daba. Y una vez William F. Buckley, en su programa de televisiónllamado "Firing Line", recibió a Ginsberg, quienentonó un canto de Hare Krishna acompañándose con su armonio. Cuando regresó a Nueva York,sus pares intelectuales le dijeron: "¿No ves que has hecho el ridículo?Eres el hazmerreír del país entero". Y él les contestó: "Ese es mi trabajo. Soy poeta, y me hago el tonto. La mayoría de la gentetrabaja todo el día, y cuando regresa a su casadiscute con su pareja. Comen, encienden la caja boba,y allí alguien trata de venderles algo. Justamente, yo decidí acabar con eso,y me puse a cantar sobre Krishna. Y cuando se van a la cama, dicen:'¿Qué clase de poeta es este tonto?', y no se pueden dormir. ¿Entienden?". Ese es su trabajo como poeta. Me pareció sumamente liberador, porque creo que, en general,queremos ofrecerle al mundo algo de calidad, algo que los demás juzguencomo bueno, o importante. Pero, en realidad, ese es el enemigo, porque no es decisión nuestradeterminar si lo que hacemos es bueno. Y, si algo nos ha enseñado la historia, es que el mundoes un crítico muy poco fiable. En definitiva, es preciso que nos preguntemos: ¿Es importante la creatividad humana? Pues bien... En general, nadie piensa en la poesía. La gente hace su vida y nadie anda pensando en los poemas de Allen Ginsberg, ni de ningún otro poeta, hasta que nuestro padre muere,vamos a un funeral, perdemos un hijo o tenemos una ruptura sentimentaly perdemos un amor. De pronto, nos desesperamospor tratar de darle sentido a la vida, y pensamos: "¿Alguien más se habrá sentido así de mal?" y "¿Cómo hicieron para salir adelante?". O al revés: nos ocurrió algo maravilloso. Conocemos a alguieny nos explota el corazón. Sentimos un amor tan grandeque no vemos con claridad. Nos sentimos mareados. "¿Alguien se ha sentido así alguna vez?¿Qué me está pasando?". Y allí es cuando el arte no es un lujo,sino un soporte vital. Lo necesitamos. Ahora bien, ¿qué es? La creatividad humana es la manifestaciónde la naturaleza en nosotros. Por ejemplo... consideremos la aurora boreal. Cuando era joven, protagonicéla película "Colmillo blanco", rodada en Alaska. De noche, el cielo se pintaba de ondas violetas, rosadas y blancas. Es el espectáculo más belloque vi en mi vida. Era como si el cielose hubiera puesto a jugar; bellísimo. El amanecer en el Gran Cañón también es bellísimo. Lo sabemos muy bien, pero ¿enamorarse? Tenemos una pareja hermosa. Yo tengo cuatro hijos,y cuando los veo jugar, cuando juegan a ser una mariposa, corren por la casa,o cualquier cosa que hagan, es bellísimo. A mi modo de ver, estamos aquíy ahora, en este lugar del universo, para ayudarnos unos a otros. Primero, tenemos que sobrevivir,y luego desarrollarnos. Y para desarrollarnos, para expresarnos, tenemos que conocernos,saber qué es lo que nos gusta. Y si sabemos qué nos gusta, sabremos quiénes somos,y de allí se expandirá. En mi caso, fue realmente fácil. Hice mi debut profesional en el teatro a los 12 años. La obra era "Santa Juana", de George Bernard Shaw en el Teatro McCarter, y ¡bum!, me enamoré. Mi mundo se expandió. Ahora, a mis casi 50 años, esa profesión nunca ha dejadode darme satisfacciones, y lo hace cada vez más, especialmente, y por extraño que parezca, a través de los personajesque he interpretado. He encarnado a policías,delincuentes, sacerdotes, pecadores. Y en mis 30 años de vida transcurridos en esta profesión, la magia es que uno empieza a verque las experiencias, las mías, las de Ethan,no son tan únicas como yo pensaba. De hecho, tengo muchoen común con estas personas. Es decir que ellas tienen mucho en común conmigo. Esto demuestra cuán conectadosestamos entre nosotros. Mi bisabuela, Della Hall Walker Green,en su lecho de muerte, escribió una breve biografíaestando en el hospital. Eran apenas unas 36 páginas en total, pero dedicó cinco páginas a contar una ocasión en que hizoel vestuario para una obra de teatro. A su primer marido le dedicó un párrafo. A la cosecha de algodón, que fue su tareadurante 50 años, se refirió fugazmente. Pero le dedicó cinco páginasal tema del vestuario. Recuerdo que mi madre me diouna manta hecha por mi bisabuela, y al tacto se notaba que ellase expresaba en esa manta. Se sentía un poder real. En una ocasión, fui a ver"Top Gun" con mi hermano, –no recuerdo en qué año– y cuando salimos del centro comercialhacía un calor agobiante. De pronto lo miré e inmediatamente sentimos queesa película era como un llamado de Dios. Realmente lo vivimos así,pero cada uno a su manera. Yo quería ser actor,quería llegar a la gente, conmover, ser parte de eso. Y él quería ser militar. Siempre jugábamos al FBI, a los soldados, a los caballeros. Me encantaba empuñar la espada. Y él construía ballestas paradisparar flechas contra los árboles. Al final, se unió al ejército, y ahora se ha retirado como coronel de los Boinas Verdes. Es veterano de guerra de Afganistáne Iraq, varias veces condecorado. Hoy es instructor en campamentospara hijos de los soldados caídos. Dedicó su vida a esta pasión. Su creatividad fueel deseo de guiar a otros, su valentía para ayudar a otros. Para él fue un llamado,y tuvo su retribución. Sabemos muy bien que la vida es muy corta, pero ¿estamos haciendolo que realmente queremos? La mayoría no lo hacemos. Es duro admitirlo. La fuerza de la costumbre es inmensa. Justamente por eso los niñosson hermosamente creativos: porque no tienen hábitos. Y nos les importa si lo hacen bien o mal. No se ponen a construirun castillo de arena diciendo: "Voy a ser un excelenteconstructor de castillos". Simplemente se entregana cualquier proyecto que se les presenta: bailar, pintar, construir lo que sea. Aprovechan cualquier oportunidadpara expresarte su individualidad. Es realmente hermoso. Hay algo que a veces me preocupacuando hablamos de creatividad, porque puede impresionarnoscomo algo meramente estético, cálido, o agradable. Pero no es solo eso. Es vital. Es la manera en que nos sanamos entre nosotros. Cuando cantamos nuestra canción,cuando contamos nuestra historia, cuando pedimos a otro que nos escuche y a su vez lo escuchamos, establecemos un diálogo, y allí comienza un proceso de sanación. Salimos de nuestro rincón y empezamos a ver que compartimoslos mismos rasgos humanos con otros, y lo corroboramos. A partir de ese momento,ocurren cosas muy buenas. En definitiva, si queremos ayudara nuestra comunidad, a nuestra familia y a nuestros amigos, tenemos que expresarnos. Y para poder expresarnos, primero debemos conocernos. Es sumamente sencillo. Tan solo hay que seguir nuestra pasión. No existe un camino. No existe un camino hasta que lo transitamos. Y debemos estar dispuestosa hacernos los tontos. No leamos el libro que tenemos que leer. Leamos el libro que queremos leer. No escuchemos la músicaque nos gustaba en otro momento. Escuchemos música nueva. Tomémonos el tiempo para hablarcon quien no solemos hablar. Garantizo que, si lo hacemos,nos sentiremos tontos. Ahí está la clave: háganse los tontos. (Toca la guitarra) (Canta) Quiero ir a Austiny en casa quedarme. Invitar amigos pero tambiénen soledad acompañarme. No temer al peligro. Con calma poder vivir. Que todos respeten al tonto que hay en mí.