Hola, como muchos me habéis pedido en los comentarios de los vídeos y en los chats que hemos hecho en directo, os voy a presentar este documental sobre mi biografía a través de una entrevista con mi hijo Eloy, en la que trato de contaros cómo ha sido toda mi trayectoria profesional, mi cariño por el medio rural y sobre todo por la recuperación de esos viejos oficios que se estaban perdiendo, espero que os guste. Para comenzar el recorrido por tu vida y trayectoria, qué mejor que conocer tus orígenes, cuéntanos cómo fue tu infancia núcleo familiar y si de alguna manera estaba relacionado con el mundo audiovisual. Nací en el año 1952 en Huesca, una pequeña ciudad española. Mis padres eran Eugenio y María. Mi padre era carpintero en una familia humilde, mi madre se dedicaba a sus labores y a hacer algunas faenas en algunas casas donde podía sacar algún sustento familiar también. Luego tuve dos hermanas que son Ana María y Pili. Después ya me puse a estudiar, estuve estudiando hasta los 14 años en el colegio de los Salesianos, con muy buenas notas eso sí, pero tuve que dejar los estudios para ir a trabajar y contribuir también a esa ayuda familiar que tan importante eran aquellos años. Después, a los 14 años fue cuando empecé a trabajar en una empresa, en una fábrica de cosechadoras. Empecé como botones, como aprendiz y ya pues fui subiendo poco a poco. Mi vinculación con el tema de la fotografía o de la imagen simplemente empezó sobre los 16 años, porque mi tío era un fotógrafo aficionado, luego fue profesional, y él me dejaba su cámara fotográfica y yo revelaba las fotos en su pequeño laboratorio de blanco y negro que tenía en su casa. Como nos has comentado, de joven apenas tenías ninguna vinculación con el mundo audiovisual ni con el mundo etnográfico. ¿Cómo surge entonces esa pasión por el cine? En el año 1974, me tocó hacer, como cualquier joven de esa época, el servicio militar y me desplazaron a Melilla, al otro lado de la península y allí fue donde empecé a tener ciertas inquietudes por la lectura, por aprender algo sobre la imagen y demás porque tenía bastante tiempo. Entonces ya cuando regrese a Huesca recién licenciado del servicio militar, fue cuando me casé y compré mi primera cámara de super 8, que son de aquellas tradicionales que compraban la familia para grabarse sus eventos, sus bodas, sus comuniones y demás, entonces fue ya mi primer contacto con el cine. Yo tenía ciertas inquietudes, en esa época y me interesaba muchísimo el ecologismo, me interesaba el antibelicismo, empecé a aprender música, por cierto fue fatal porque tenía muy mal oído para tocar el violín y tuve que dejar la música. Participaba en el grupo de teatro la Tartana aquí en Huesca como actor. Luego llega un momento en el que había en Huescaun festival, que se llamaba el "Certamen de films cortos ciudad de Huesca", era internacional. Era una semana completa cada año en la que se veían numerosos cortos, tanto documentales como de ficción y de animación, de todo el mundo y ahí es cuando con mi asistencia a esas sesiones, era cuando yo empecé a inquietarme por cambiar lo que era la grabación familiar, por plasmar los sentimientos que yo tenía en ese momento, generalmente pues dentro de mi filosofía de vida. Cuáles fueron estos primeros cortometrajes y cuéntanos también de qué temáticas trataban. El primero de ellos fue el "Réquiem por unos pueblos" en el año 1980 y trataba sobre una problemática que estaba surgiendo en esos años, aquí en el alto Aragón, que era la despoblación, la emigración de nuestros pueblos hacia las grandes ciudades. Entonces hice ese documental porque todavía en las casas se seguía oliendo ese hollín de las chimeneas, se seguía oyendo ese silencio de la vida, en fin, y ese me motivó para hacer este documental. Luego ya vino uno muy importante que fue "Jaque de Reyes". "Jaque de Reyes" era un corto de animación, en el que trataba de contar cómo eran los orígenes de las guerras, por qué se motivaban esas guerras y al final cuáles eran las consecuencias de esas guerras. Lo hice con el sistema de animación de las propias figuras del ajedrez, en el trataba de representar el origen de las guerras con los reyes que se pelean para quitar el terreno en el tablero a su contrincante. La frontera en realidad era una cuerda, se rompe estirando, los reyes se declaran la guerra y entonces se montan los ejércitos, las fichas blancas y las negras cada una en su lado y comienza allí la batalla. Una batalla en la que los peones como siempre son los primeros en luchar entre sí. A medida que cada peón va cayendo en la batalla, de su cabeza brota sangre que va cubriendo poco a poco el tablero. Cuando han muerto todos los peones, los de ambos lados por supuesto blancos y negros, los reyes con sus séquitos se van cada uno a su lado y los caballos con unas cuerdas quitan a los peones del campo de batalla y las manchas de sangre que han caído sobre el tablero se extienden hasta quedar completamente rojo. Sobre la gran mancha roja de sangre, al ritmo del vals "El Danubio Azul", las dos parejas de reyes salen al centro del tablero y bailan intercambiando sus parejas. El documental termina con una frase de Hermann Hesse que a mí me llamó muchísimo la atención que es: "los que desean la guerra, la preparan, y por medio de vagas promesas de una paz venidera o creando el miedo a invasiones, intentan convertirnos en colaboradores de sus planes y son amenazas para nuestro mundo y para cualquier tipo de paz". También realice otros cortos de contenido pacifista y antibelicista, uno fue "Soldados de papel" y otro fue "Soldado azul", que éste lo hice todo con unas celofanas, toda la base de celofanas, fue un trabajo muy arduo porque tenía que dibujar cada de celofana. Todo esto lo aprendí autodidacta, es decir, a base de libros, a base de practicar y demás. Y esta es otra de las películas antibelicistas que realice y que presenté a festivales. Dentro de estos cortos de creación, hubo uno muy curioso que se tituló "Capuletos y Montescos", en el que movilicé a muchísima gente, al grupo de teatro del instituto Ramón y Cajal... Y con todo eso monté una gran fantasía, incluso puede que hubiera hasta 40-50 actores en lo que era la plaza de toros, con un gran barco, se simulaban las batallas entre los Capuletos y Montescos, en fin, una fantasía propia de esa creatividad que tenía en aquel tiempo. Había varios festivales por todo España de cine en Super 8 y de 16 milímetros, y entonces yo participaba en algunos, porque era una forma de obtener algún premio y con él alguna remuneración económica que te permitirá comprar esos carretes y demás. Aquí lo importante era poder conseguir ese premio, y yo con la de "Jaque de Reyes" este fue el primer premio que obtuve. Este lo obtuve aquí en Huesca, en un festival que se llamaba "Teixi Boscos". Con ese premio económico ya me fui financiando nuevos carretes. Venían nuevos premios, pero había un problema, había un problema muy importante en aquel tiempo que no ocurre ahora, que era simplemente que tenías que enviar el original, por eso vemos aquí cómo están las bobinas tan destrozadas las cajas, porque claro, solamente podían participar en un festival. Enviabas la bobina, igual estaba un mes o dos meses, desde la selección proyección y devolución. Entonces pasaban dos meses y si en esos dos meses y había otro festival, ya no lo podías enviar a ese. Ahora no ocurre lo mismo, ahora puedes participar con un mismo cortometraje en varios festivales de distintos lugares del mundo, que eso lo facilita la tecnología actual. Estos cortometrajes que nos has comentado, son el inicio en el mundo audiovisual, ¿cuándo surge realmente el interés por el cine etnográfico y la etnografía en general? Vivía en Huesca, una pequeña ciudad de provincias muy próxima a la montaña, y yo tenía mucho interés por esa forma de vida del medio rural, de la gente de la montaña, de los oficios que allí todavía pervivían, y por eso ya con 18 años me cogí la mochila, eran unas fiestas de San Lorenzo en Huesca y me fui a un pueblo abandonado, a Ibirque, a convivir con un pastor durante toda la semana y a aprender las técnicas del oficio de pastoreo. Pero la vinculación más importante vino después, en el año 1982, con Ángel Gari que es historiador y experto en inquisición y brujería y con mi primo Manuel Benito Moliner, que era un etnógrafo que ya estaba trabajando bastante sobre las tradiciones de nuestra tierra, me incorporé al Instituto Aragonés de Antropología. Fue entonces cuando ellos me propusieron ir grabando todos esos oficios que se estaban perdiendo y yo ya tenía esa vocación y empecé a grabar desde alfareros, alpargateros, toneleros, la fragua..., en fin todos esos oficios que yo veía que se estaban perdiendo en aquel momento. A raíz de los cortometrajes que ya iba realizando en colaboración con el Instituto Aragonés de Antropología y los premios que iba obteniendo, que me permitían hacer más cortos, empecé a participar en las semanas culturales con un proyector, las bobinas y les preparaba una sesión y entonces se proyectaba pues esos viejos oficios. Ocurría que en esas proyecciones, como asistía gente del medio rural, siempre salía algún protagonista interesante, podía ser un carbonero que se prestaba para hacer una carbonera, o podía ser un señor que había hecho adobes o tapial, y le interesaba y se prestaba para que yo lo pudiera grabar e incrementarlo a lo que estaba siendo el principio de lo que era mi archivo. En estos comienzos del cine etnográfico, ¿qué documental fue para ti el más importante y sobre todo el que marcó tus inicios profesionales en el mundo de la etnografía?. Sí claro, hubo un documental muy importante que además genera ese "un antes y un después" que se suele decir, fue navateros en el año 1983. Navateros es un documental que trata sobre los trabajos del bosque, de montar lo que eran las grandes navatas o almadías, que eran unas plataformas de madera con los troncos de árbol, y desplazarlos por el río hasta llegar prácticamente al mar. En este documental conté con la colaboración, sin duda importantísima, de Severino Pallaruelo y de Ángel Gari, con el Instituto Aragonés de Antropología. Lo importante de esta película era montar y conseguir que los antiguos navateros se prestarán a ese oficio. Severino Pallaruelo con su padre, su tío y los amigos de su padre y de su tío que tenían en la zona del Sobrarbe, se prestaron para recrear todo este oficio. ¿Cómo lo hicimos?, allí intervino mucho la colaboración del Instituto Aragonés de Antropología, solicitando a las instituciones que nos permitían cortar la madera, que nos permitieran descender por el río y todo este montaje que fue impresionante. Cuando ya estábamos a tres o cuatro días de hacer ese descenso que era un domingo, la mujer de Ángel Gari se le ocurre y dice: Oye, ¿y si pasara algo?, ¿si hubiera un accidente?, ¿quién sería el responsable de eso?. Y ahí todos nos pusimos a pensar y ahora qué pasaría, entonces decidimos buscar una compañía de seguros que nos haga un seguro y por lo menos ya tenemos las espaldas cubiertas. Dos o tres días antes Ángel y su mujer van por las compañías de seguros para ver qué tipo seguro podemos hacer y si encajaría dentro de los deportes de alto riesgo. Nos decían: "perfecto, a ver nombre de los protagonistas: Luis Pallaruelo, sesenta y tantos años.Ostras, no podemos hacer en un deporte de alto riesgo un seguro a unos señores que pasaban de los sesenta y pico años". Hubo una compañía que se hizo cargo de ese seguro y la verdad es que sí que tuvimos un accidente. Como podéis ver en las imágenes hubo un accidente,un importante accidente, en el que uno de los navateros precisamente el más joven cayó al agua, cayó en una zona de bastante profundidad, con lo cual se pudo librar de lo que nosotros temíamos, que era el problema gordo, que era que el gran peso, la gran masa de madera lo hubiera pillado por debajo sobre el lecho del río y hubiera aplastado su cuerpo en el lecho del río. Pero no, afortunadamente al cabo de unos 40-50 segundos cuando Severino se tiró al agua para intentar ver por dónde salía, entonces fue cuando apareció el se enganchó a la navata y lo pudimos sacar. Yo casualmente estaba filmando, tuve que cortar la grabación, por ver qué podía pasar. Solo te puedo decir que cuando llegamos a la orilla, cuando acabó todo, pues ahí casi nos pusimos a llorar Severino y yo, de la responsabilidad que habíamos corrido con esa película. Luego ya vinieron los premios, el premio más importante fue en la Primera Semana del Festival de Cine Antropológico de Palermo, fue un novedoso el documental del descenso de las navatas y ahí le dieron el primer premio, un premio especial. Luego ya participé en un segundo festival de Palermo con otros documentales también de contenido etnográfico. A partir de allí empieza un ciclode viajes y de proyectar este documental junto con parte de mi obra. Uno de estos viajes fue a la Universidad de Lomonósov en Moscú, un viaje que hicimos por Tayikistán, Dusambé... en fin, varias ciudades. Lo principal era proyectar en la Universidad de Lomonósov. También aproveche todo ese viaje, que era un viaje cultural España-URSS, para filmar todas las actuaciones, sobre todo del Grupo Folclórico San Juan de Plan porque yo ya empezaba a hacer algunos documentales, algunos cortos con el grupo de mujeres en ese valle pirenaico. Luego vinieron otros festivales y además de este viaje a Rusia, hice otro viaje a la Universidad de Leiden en Holanda con varios de mis documentales, sobre todo "Navateros".Tuve premios en Santarém en en Portugal, en Orán en Argelia, en los festivales de cine científico de Ronda en Málaga, y sobre todo también obtenía algunos premios en el festival de cine de Nitra en Eslovaquia, que era sobre cine del medio rural. Como te he dicho antes, el problema de estas películas es que eran originales, tú tenías que enviar el original, esta es la película de Super 8 y en un festival de cine científico, en el que asistí a la proyección, y de repente empiezo a ver cómo los fotogramas se están quemando, como la película se va quemando. Salté rapidísimamente y fui a la cabina de proyección y les hice parar la proyección. Me habían quemado algunos metros de película y tuve que cortarlos. Como compensación, lo que sí hicieron fue, que me pagaron una nueva copia en Super 8 pero también una copia en 16 milímetros. Esta copia de 16 milímetros me permitía poder participar en otros festivales de esa categoría, con lo cual participé en el "Festival de films cortos ciudad de Huesca", donde obtuve, precisamente, el premio del público con la película de "Navateros" en 16 milímetros. Esta película "Navateros" que nos has comentado, fue la que marcó los inicios de tu carrera profesional, pero, ¿cuándo deja de convertirse en una afición o un hobby y pasa a ser una profesión? En aquel tiempo yo trabajaba en la empresa "Industrias Albajar", estaba allí de secretario de ventas, y tenía la vivienda gratuita dentro de lo que era el edificio de la misma empresa, con la luz, el agua, todos los gastos los tenía pagados. En ese momento yo estaba casado con mi actual mujer Merche y ya teníamos un hijo, nuestro hijo Darío. Era un riesgo también decir "me dedico o no me dedico a lo profesional". Surgió el viaje que os he comentado de Rusia. El lunes siguiente a este viaje tenía que llegar a trabajar, sí por cualquier cosa no llegaba a trabajar me despedían. Yo ya tenía ganas de irme de la empresa, pero no me hubieran indemnizado. Justo llegue el domingo, el lunes volví a trabajar pero ya tomé la decisión de dedicarme profesionalmente al mundo del cine etnográfico. Entonces fue cuando ya tomé la decisión de marcharme de la empresa. No cabe duda de que esta decisión era muy arriesgada porque claro, si me marchaba de la empresa no tendría no percibiría ninguna indemnización ni nada, más que el paro que me correspondiera en aquel momento. Mi mujer Merche fue la que me apoyó decididamente en tomar la decisión y dejar la empresa para dedicarnos pero que era el cine etnográfico. -¿Qué es esto? - Míralo. - Al fin lo has hecho. - Naturalmente. - ¿Qué te parece? - ¿Mucho? - Cómo que "mucho" después de 15 años en la empresa. ¿Estás contenta?. - Sí - Pero había que hacerlo ¿no? - Si hombre, si. - Pues hay que comprar una cámara de 16 milímetrosy material para trabajar. - Despacio, despacio. Sin duda, dejar un trabajo estable era un gran riesgo y más en una ciudad pequeña como Huesca que no tenía una tradición cinéfila como tal, ¿cuéntanos más sobre esta etapa que emprendiste?. Continué grabando documentales sobre oficios en Super 8, entonces creamos una distribuidora que se llamaba Gramer Films que significa "Gra" de Gratal, que era un amigo, y "mer" que era Merche mi mujer. Se creó Gramer Films porque no podía estar con mi nombre porque estaba en ese momento en el paro. A partir de ahí ya pude montar lo que fue un videoclub, el videoclub que se llamaba "Centro de la Imagen Eugenio Monesma". Luego en ese vídeoclub, aparte de las películas habituales, hacía muchas bodas, bautizos, comuniones, etcétera. Eso me revertía a mí una economía que me permitía continuar con mis documentales de oficios y demás. A la vez distribuíamos en cuarteles, colegios y seguíamos con esa actividad de distribuir películas en 16 milímetros. Organizábamos sesiones de cine club en algunos pueblos y también daba algún curso de montaje de cine en Super 8 etcétera y algo de lo que la teoría de la imagen. - Hay un problema, que se nos está acabando ya el dinero del paro, ya este me parece que es el último y ya nos quedamos sin nada. Con los premios, con las proyecciones y con estas cosas ya no se pueden más que pagar las películas que estamos haciendo. En esta primera etapa como autónomo para dedicarme al cine etnográfico no fue nada fácil, porque en los primeros meses cogí las fiebres maltas, la brucelosis, porque había estado grabando ganado en el Pirineo y me supuso unos meses de estar en cama y de estar de baja. Me recupero de las fiebres maltas y entonces tenía que ir a Zaragoza en un viaje a buscar una cámara de U-matic, que me dejaban en el Gobierno de Aragón, y en ese viaje al atravesar un paso a nivel, que la barrera estaba levantada.Cuando voy a llegar digo: "ostras el tren" El tren vino de frente y me pegó un golpe en el coche me aventó a 30 metros. La guardia civil que hizo el atestado ya me dijo que de cada mil accidentes de este tipo sólo se salvaba a uno. Dije: "hombre por lo menos he sido un privilegiado, algo tendré que hacer, para algo estaré aquí". Aquí conté también con la ayuda de instituciones que en ese momento habían comprado cámaras, porque estas cámaras eran muy caras valían muchísimo dinero y había instituciones como el Gobierno de Aragón que había creado un pequeño departamento de audiovisuales y nos prestaba la cámara, o la Universidad Popular de Zaragoza, o la Diputación de Huesca que también compró otros equipos, en fin, pude contar en esa época con equipos profesionales. Cuando estaba en el videoclub trabajaba con esta cámara, que era la cámara de Hi-8, el formato no profesional, era un formato doméstico pero suficiente para hacer las bodas y todo tipo de eventos. Hay que reconocer que este primer año no tuviste muchas facilidades, pero supiste salió adelante. ¿Vino ya por fin una buena racha profesional?. Si por fin vino ya una buena racha, Televisión Española ya mostraba cierto interés por mis documentales y por mi trabajo y fue entonces cuando me compré una cámara de 16 milímetros. El problema era que era una técnica diferente a lo de Super 8, porque Super 8 trabajabas con el positivo empalmabas y ya estaba, pero aquí había que trabajar con negativo. El negativo había que llevarlo a revelar, te mandaban un positivo, tu montabas el positivo de prueba y luego tenías que montar el negativo, pero como te equivocarás en un fotograma, en el corte de un fotograma, descompensadas prácticamente toda la película. Había que prestar muchísima atención. Allí tuve la suerte de que estaban los hermanos Tolosa en Zaragoza, que eran de lo poco que había de cine en 16 milímetros en Aragón y ellos me enseñaron un poco la práctica y la técnica del montaje de 16 milímetros. Fue entonces cuando ya hice cinco documentales que eran "La rama en el valle de Agaete" en la isla de Gran Canaria, "Zaragoza y el Ebro", "Calafateros", "El carnaval de Bielsa" y otra que se titulaba "Huevecillos". Estos cinco documentales me los compró Televisión Española para emitirlos en La2, en la televisión pública. En aquel tiempo había una serie de docudrama que se llamaba "Vivir cada día", en la que se recogía la vida de personajes que de alguna manera se abrían paso dentro de un oficio, dentro de una vida social, etcétera. Se interesaron por mí, José Luís Rodríguez Puértolas que era el director, se interesó por mi historia e hicieron un programa que se titulaba "Cara a cara con Huesca". Estuvimos 40 días rodando, tanto por el Pirineo como en nuestro vídeo club, en esas fechas que tenía el videoclub, y ahí se mostraba esa iniciativa que había tenido yo, de dejar un trabajo fijo para dedicarme a hacer cine etnográfico en una ciudad de provincias como era la de Huesca. Era prácticamente un futuro bastante incierto al que yo me estaba enfrentando -"Porque te dedicas tanto al cine? -"Pues por que es lo que me gusta, Dario"- -"No te distraigas"- -"El último premio, mira con la película de calafateros"- - "Es precioso"- - "Aquella que dice en el Ebro, te acuerdas, que me caí con la barca, te gusta? -"Mucho, muy bonito es"-. Con esta docuserie, pasaste de ser cámara, a ser el protagonista. Cuáles fueron los siguientes pasos? A partir de allí, del año 1988 hasta en 1992, esos cuatro años, la Diputación de Huesca había comprado una cámara "Numatic Baja Banda". No era la calidad profesional total y empezamos a hacer una recuperación sistemática de las tradiciones, fiestas y sobre todo viejos oficios que se estaban perdiendo. Así en esa etapa pues hicimos carboneros, adobes, tapial, etcétera. Bastantes documentales. Además de esta colaboración con la Diputación de Huesca, el Gobierno de Aragón dentro del departamento de servicios sociales, me encargó dos documentales, muy en la línea en la que yo estaba trabajando, que era la línea antropológica. Uno que era "Drum Lacho, gitanos en Aragón" sobre la vida y tradiciones de los gitanos en Aragón. Y otro sobre la tercera edad en un valle pirenaico, en este caso fue en el Valle de Broto, con lo cual, volvía otra vez a esas raíces del cine antropológico y etnográfico. Estos primeros años, utilizaban las cámaras de vídeo que te prestaban las instituciones, ¿cuando empiezas en solitario a trabajar con tu propio equipo? Fue en el año 1992 cuando el Gobierno de Aragón creó la televisión aragonesa. Entonces lo adjudicaron a Antena3 todo lo que era la dirección, programación y demás, entonces Luis Campo Vidal me encargó a mí una serie sobre la temática que estaba trabajando, tradiciones, costumbres, oficios, etcétera. Lógicamente tenía que equiparme yo con material profesional y fue cuando compré una cámara "Sony Betacam SP" con su correspondiente mesa de edición, trípode, iluminación, montaje, etcétera. Todo completo, que me costó 30 millones de pesetas, y ya actué por mi cuenta. También, lógicamente, tuve que buscarme gente ayudante que colaborará conmigo y en ese momento pues estábamos ya unas cinco personas. Fue cuando creé la empresa Pyrene, que en ese momento, empezó a llamarse Pyrene y sigue llamándose en la actualidad Pyrene y seguimos produciendo como el nombre de Pyrene. Esta fue una inversión muy grande, estamos hablando de 30 millones de pesetas de aquellos años, para preparar un proyecto, en tu tierra, en Aragón, para la televisión aragonesa. Como fue la serie que estabas preparando? La serie que estaba preparando no se llegó a estrenar nunca. ¿Por qué? Pues por que el día 15 de septiembre de 1993, hubo una moción de censura, precisamente a causa de la televisión, desadjudicación Antena3. Hubo una moción de censura, por la que un personaje de un partido político, cambió su voto. Por ese cambio de voto hubo un cambio de gobierno, un cambio de gobierno que no quería esa televisión aragonesa, con lo cual, se cerró el edificio, se cerró la televisión aragonesa, desapareció y yo me quedé ese día 15 de septiembre con casi 30 documentales terminados ya, preparados para la nueva serie y sin poder sacarlos para nada en ese momento. Esto supuso para mí una quiebra y un riesgo impresionante, porque me quedé ahí colgado prácticamente con toda la producción hecha, con una deuda de 30 millones de pesetas y sin poder salir de ninguna manera. Allí tuve la suerte, de que en una moción de censura en las Cortes de Aragón a raíz de los que habíamos sido perjudicados directamente por esa moción de censura y por ese cambio y ese cierre de la televisión aragonesa, el Gobierno de Aragón me compró a algunos de esos documentales. Además, con lo que tenía hecho empecé a montar lo que sería la primera serie de "Oficios Perdidos", una serie de 13 capítulos de media hora, en la que recogí parte del material que ya tenía hecho y algo que hice nuevamente y Televisión Española me compró esa primera serie para La2, para su segunda cadena. Esa serie la asumió como propia y estuvo durante tres, cuatro o cinco años, emitiéndose en distintos canales internacionales. En esta época de dificultades, vendo a Televisión Española, pero además un amigo y una excelente persona, que era Lorenzo Acín, se quiso asociar conmigo, para sacar adelante la productora y hacer una productora ya de bastante peso a nivel nacional. Estuvimos colaborando una serie de años hasta que por fin él vio que podía salir yo adelante y se apartó de la sociedad. Le devolví su parte y quede yo sólo con Pyrene en adelante. Con este crecimiento y con este reconocimiento profesional que fuiste adquiriendo, pasaste de grabar cine etnográfico, sólo en Aragón, para también hacerlo en el resto de España. Como surge este salto. A partir de esos años de 1992, se empezaron a crear en las distintas comarcas y zonas rurales de España, grupos Leader y Proder, que percibían unas subvenciones europeas para recuperar su cultura tradicional, tradiciones, para fomentar el medio rural, etcétera. Entonces llegamos a unas colaboraciones con algunos de estos grupos de España, para hacer una serie de 10, 12 y 14 documentales sobre esas tradiciones que ellos tenían y que querían perpetuar y difundir. Lógicamente Canarias también la incorporamos y en Canarias hicimos 80 documentales sobre estos temas. Luego también hubo una colaboración con el gobierno de Navarra, que anualmente recogíamos 2, 3, 4 documentales según la longitud de la duración. También con la junta de Castilla y León en todo lo que era su comunidad autónoma. En estos años, el volumen de trabajo crece mucho y muy rápido y es por ello que necesitas un equipo mayor y también unas instalaciones adecuadas. Cuéntanos cómo ha sido la evolución de tu equipo de trabajo y de la empresa Pyrene que es la que comenzaste a trabajar, hasta el dia de hoy. Tras varios vaivenes llega un momento, en 1995, que ya se empieza a estabilizar la situación. Mi proyecto de seguir haciendo documentales etnográficos ya toma cuerpo y empieza a funcionar, pero empiezo a necesitar ya gente. Hubo una etapa en la que llegamos a estar 20 personas. Teníamos tres equipos de producción, distribuidos por todo España grabando y demás, tres equipos de postproducción y yo que me dedicaba prácticamente a elaborar guiones, a organizar los viajes, a la producción, pero sobre todo más centrándome en los guiones y en controlar el montaje de cada uno de los documentales. A nivel de instalaciones, es muy curioso, porque también empezamos con 80 metros cuadrados en un pequeño piso, donde la cabina de locución era incluso en el baño, el locutor cuando venía a grabar, se tenía que sentar en lo que era la taza del váter, para poder hacer la locución en una cabina que hicimos. Luego ya pasamos a una vivienda unifamiliar de 180 metros cuadrados, pero también estaba creciendo en ese momento muchísimo lo que era el archivo, las cintas y todo el material de almacenamiento, con lo cual prácticamente se nos quedó pequeño. La solución fue comprar una nave de 500 metros cuadrados, adaptarla a nuestras circunstancias y a nuestras necesidades y contar en ella con dejar un espacio para un posible plató, por si algún día teníamos que hacer algún programa para alguna televisión y necesitaríamos un plató y no tener que desplazarnos a ningún plató. Entonces esa fue la etapa la etapa siguiente. Debido a mis 70 años y a mi jubilación y dado que vosotros, tú y tu hermano, mis hijos, no habéis seguido con la profesión, prácticamente estoy yo solo haciendo toda la actividad. Continúo con mis programas de Canal Cocina, pero ya prácticamente solo, pero eso sí, disfrutando mucho de lo que estoy haciendo. Se podría decir entonces, que a tus 70 años, has vuelto a tus orígenes. Así es, después de 40 años de haber estado trabajando con los equipos que he tenido, hoy todo lo hago yo. Preparo la producción, dirijo y la post-producción para luego distribuir el documental. Ahora que hemos conocido toda tu trayectoria, tanto personal como profesional, vamos a hablar un poco más de todos esos documentales que has ido grabando a lo largo de estos 40 años. Cuéntanos cómo los clasificas, según su función y según su dificultad en la grabación. Los he agrupado en tres bloques: El primero, es el de los oficios que siguen en activo todos aquellos en los que los artesanos están disponibles, siguen haciendo su actividad, como podrían ser por ejemplo: zapateros, toneleros, boteros, herreros, la extracción del corcho, la hierba, la construcción de un chapitel, los barranqueadores, la trashumancia... Luego hay otro bloque que serían las reconstrucciones de oficios con protagonistas. Son los oficios que ya no se realizaban ya había que reconstruirlos con los protagonistas y sus testimonios, como por ejemplo la cal, segadores, el espliego, el carbón vegetal, el cáñamo, el cultivo del lino, los hornos de pez, los tejados de tablilla que lo hemos hecho recientemente, etc. Para realizar estos documentales, lógicamente, como tenían que reconstruir todos los procesos productivos, de alguna manera había que remunerar a esta gente que se ofrecía para el trabajo con lo cual yo procuraba conseguir alguna subvención de la Diputación provincial o bien de la Diputación General de Aragón para poder pagarles a estos protagonistas. Luego estaban los oficios que había que reconstruir pero que no quedaban más que información o documentación sobre su desarrollo. Este es el caso por ejemplo del pozo de hielo, las neveras de hielo, el poblado cántabro, el cultivo de la escaña o por ejemplo tecnologías primitivas. Cada documental es diferente y único, a la vez que sus protagonistas, ¿cuál es el proceso que sirve para elaborar cada documental? Hay bastantes fases. Primero es contactar con ese protagonista. El protagonista te lo puede facilitar un pariente o él mismo, un ayuntamiento... Nos dice "oye mira que tenemos aquí un artesano". Lo importante es su voluntad, que él quiera ser grabado y mostrarnos todo su oficio. Luego venía un plan de producción, es decir, visitar a ese artesano o a esos artesanos. En este caso por ejemplo, en el viaje a Canarias no se podía ir solamente de uno en uno, sino que hice un viaje por todas las islas para preparar la grabación de cada uno de los temas que íbamos a recoger en las siete islas. Luego venía la parte de elaboración de un boceto del guión. No es un guión como tal, sino que se recoge la información sobre ese proceso para que cuando te pones a grabar tengas al menos todas esas fases que el artesano va a desarrollar. Hay que tener en cuenta que en esos tiempos no había Internet y no había esa información que en un momento accedes a ella a través de Internet. Entonces había que buscar información. Luego venía la etapa de la grabación, que era lo más importante. Yo siempre he considerado que no había que invadir el espacio del artesano. El espacio del artesano, sobre todo un orfebre que era un espacio pequeño que hacía filigranas y demás, no se podía invadir el espacio. El equipo tenía que ser mínimo para molestar lo menos posible. Generalmente era un operador de cámara y el realizador que tomaba también el sonido. En algunos casos cuando eran exteriores ya iban tres personas a hacer ese documental. Lo importante era recoger el máximo de información en la grabación. Había una ventaja, por ejemplo, si convivías con ellos y estabas con un carbonero en la trashumancia pues ellos te daban más información todavía. Esa convivencia era muy importante. Luego estaban los rituales, fiestas, etcétera. Ahí había que documentarse muy bien y entrevistar a las personas claves que conocían o habían estudiado ese tipo de fiestas. Era prácticamente recogida de información. La grabación, cuanto más exhaustiva fuera, mucho mejor, porque luego ya venía la fase siguiente: elaboración del guión y visionado de todo el material. Con ese visionado del material ya elaboramos el guión, y sobre él trabajábamos y estructurabamos. Generalmente un proceso productivo, desde el principio desde la materia prima hasta obtener el producto final, era un proceso continuado, y una fiesta lo mismo. Entonces se elaboraba el guión. Ese material es el guión escrito que se pasaba a postproducción y los editores, como ya prácticamente conocían perfectamente mi estilo de narrativa, pues ellos eran los que iban montando el documental. Yo cada día iba por las tres mesas de edición e iba comprobando y cómo estaba el proceso de montaje por si había que hacer correcciones y demás.Luego venía la fase final, es decir cuando ya teníamos terminado el documental lo primero que hacíamos era enviárselo al protagonista, para que fuera el protagonista el que aprobara lo que él había hecho y había dicho de todo el proceso. Él era el primero que veía el documental. Si él nos lo aprobaba, ya lo poníamos en distribución y lo preparábamos para ponerlo dentro de nuestras colecciones. Como dices todos, los documentales los hemos agrupando en series y colecciones como éstas. ¿cómo surgió la idea de agruparlos en estas series y cuántas colecciones tienes a día de hoy? El objetivo principal era recuperar las tradiciones, pero cuando tienes muchos documentales pues te planteas formar bloques temáticos para su posible distribución. En aquellos tiempos lógicamente empezó con el VHS y luego vino el DVD, etcétera. Como véis, hay diferentes colecciones, pero la más importante fue la de "Oficios Perdidos". "Oficios Perdidos" es sin duda la que más éxito ha tenido y la que más gusta. Cuenta con 33 colecciones, más de 165 DVDS y más de 800 documentales. Luego están "Los Fogones Tradicionales", compuesta por nueve colecciones de cinco DVDs cada una, con un total de 200 documentales y unas 500 recetas. "La Construcción Tradicional" en la que se muestran gran cantidad de técnicas artesanales y populares sobre construcción y arquitectura tradicional de nuestros pueblos. Más de 30 horas de entretenimiento en 21 DVDs. Luego esta "Indumentaria Tradicional" con un total de 26 documentales sobre la vestimenta popular de nuestros pueblos en España. Otra colección interesante es "Instrumentos musicales" en la que he podido recuperar y recopilar todos aquellos procesos artesanales de elaboración de gran parte de esos instrumentos populares. Otra serie es "La España Prodigiosa" que consta de siete colecciones de cinco DVDscada uno, con unos 250 documentales sobre fiestas, rituales y tradiciones de España. Luego están los documentales de biografías, por ejemplo "Sender", sobre Ramón J.Sender, otro sobre "Orwell en el frente de Aragón", sobre "Joaquín Costa", "Félix de Azara", etcétera. En fin, personajes importantes de nuestra historia. También documentales de historia, por ejemplo sobre "La Sotonera, historia de un embalse", "La Bolsa de Bielsa", temas sobre la Guerra Civil en Extremadura, en Cataluña, Belchite, los pueblos de colonización, por ejemplo. La serie más importante en este sentido es la de "Las iIusiones Perdidas". Este es el trabajo más importante de todos los que realicé sobre temas históricos, porque fueron 15 años de grabación. 100 personajes vinculados a esta etapa histórica. Era una composición de 12 DVDs de una hora cada uno. En esta serie de "Las Ilusiones Perdidas" se narra la historia de aquellos españoles que partieron al exilio, participaron en la resistencia contra los alemanes y muchos de ellos, convertidos en maquis o guerrilleros, cruzaron los Pirineos con la idea de devolver a España la República y la Democracia. Otras series son "Los Rincones de España", "Juegos tradicionales", documentales de naturaleza, de dances, de arte y patrimonio, caza y pesca tradicional, etc. En fin, muchas series. Son muchas las colecciones y DVDs que nos has enumerado, pero por poner una cifra y unos datos más concretos, a día de hoy ¿cuántos documentales tienes registrados? A día de hoy son pues unos 3.200 documentales, así como veis aquí en todas las colecciones, y sobre todo lo que es importante es el archivo de diapositivas, porque en cada grabación tratábamos de hacer fotografías de todo el proceso para tener también un archivo fotográfico, ya que eran procesos que iban a desaparecer. Tengo unas 350.000 diapositivas en el formato de 35 milímetros y el de 6 x 7 de gran calidad, que forman parte de un archivo de diapositivas, pero luego están las fotografías digitales que lógicamente, cuando aparece la fotografía digital, pues todo lo hemos hecho en digital y ahí ya estamos hablando de miles, miles y miles pero no te puedo dar una cantidad exacta. Grabar 3.200 documentales es muchísimo. Seguro que tienes varias anécdotas que contarnos sobre estas grabaciones. Cuéntanos. Anécdotas muchísimas, por ejemplo recuerdo cuando fuimos a grabar la fiesta de la rama en el valle de Agaete, que se duerme arriba en el monte Tamadaba. Al amanecer bajaba la gente con las ramas por el monte, por los senderos y te esperaban para refrescarte en pleno 29 de junio con un caldo caliente caliente y picante. Otra anécdota fue con los buitres que los estuvimos grabando y de repente nos metimos en el hide esperando ahí de noche a que aparecieran los buitres pero no aparecían. Nos explicaron que los cuervos, que son los primeros que llegan, son los que avisan con las alas a los buitres con el aleteo para decirles que hay un peligro. El peligro era que estábamos nosotros metidos en un hide. Hay muchísimas, con los pastores,la convivencia con los pastores. Dormir a la intemperie con ellos, hacer las cabañeras, etc. He hecho cinco cabañeras con ellos, entonces ahí es donde de verdad surgen anécdotas, como dormir a la intemperie. Una vez nos cayó una tormenta que nos tuvimos que refugiar como pudimos porque como llevábamos material eléctrico que podía atraer a los rayos pues también era peligroso. Una anécdota muy importante era cuando deje de ser vegetariano, porque en mis primeros tiempos en aquella época yo era vegetariano y tuve que grabar en San Juan de Plan en el mes de enero la fabricación del yeso, cómo se hacía el yeso a la intemperie, y quería para comer una manzana y yo estaba viendo que había un gran caldero de caldo. Entre Josefina, la tía Serena y Anita estaban preparando ahí la comida y yo de repente pues dije "no", entre una manzana y un buen caldo con un cacho carne, prefiero dejar de ser vegetariano y a partir de entonces ya deje de ser vegetariano. Hablando de tía Serena, que es una de las protagonistas más queridas de tus documentales, ¿podrías contarnos más sobre otras personas con la que has grabado que han sido protagonistas y que tienes un recuerdo especial? Han muchísimas las personas, pero siempre hay algunas que has colaborado más que has compartido más horas con ellas, más vivencias y demás. En este caso quiero agradecer a todas estas personas y las que por supuesto me voy a olvidar algunos porque no voy a poder citar a todos, pero sí hay que destacar a la gente de San Juan de Plan como Josefina Loste, Anita, tía Serena, Alfredo , etc. Toda esta gente en el momento en que yo les proponía la grabación de cualquier tema de sus tradiciones siempre estaban dispuestos a recuperarlo y a prepararlo. Si no eran ellos los que me llamaban rápidamente; "Eugenio,vamos a preparar esto y lo tienes que grabar. Esto no se puede perder". Había una iniciativa muy personal de ellos. Luego estaba por ejemplo Hilario Artigas con su mujer Pilar, su hijo Eugenio con los que hemos hecho muchos documentales desde carboneras, adobes, tapial, cultivo del lino, etcétera. También son entrañables la gente de Quintanar de la Sierra y la Real Cabaña de Carreteros con los que Fabián, Antonio Martín, etcétera. Con ellos grabamos desde los pezgeros, el chozo de carchones, el carbón de brezo, la vaca serrana, en fin, muchos documentales. Ahora más recientemente estamos recuperando algunas tradiciones en Navarra en la que dos personajes, Javier Goikoa y Jesús Mari hemos hecho juntos los barranqueadores en el río Irati, los tejados de tablilla, etc. En fin, varios documentales ya que ellos ponen la voluntad de querer recuperar esas tradiciones. Estos personajes son entrañables y desde aquí les mando las gracias. Desgraciadamente han pasado los años, entonces muchos de estos personajes se grabaron hace 30, 35 o 40 años y la mayoría han muerto es ley de vida. Siempre se merecen aunque sea un pequeño homenaje a través del recuerdo en estos documentales. Como bien dices ya han pasado más de 30 años desde que grabaste estos documentales en los años 90, ¿cómo has vivido esta transformación digital y tecnológica que ha ido evolucionando con los años? Ha habido una evolución bastante notable. Yo la dividiría en dos ámbitos, por una parte el de producción y por otra parte el de distribución. En producción destacaría desde aquellos Super 8, una cinta estrechísima. Pasábamos al 16 milímetros, pero luego ya vino el vídeo y empezamos con el Hi-8 pequeño, una cintita pequeña de Hi-8 doméstica, para pasar al VHS de grabación o betamax, Umatic alta banda, fijaros qué cinta. Luego ya pasamos al Betacam SP, luego pasamos al digital, más pequeña la cinta, y ahora todo esto se recoge en este disco duro que tenemos igual pues alrededor de 150 o 200 documentales. En la distribución ocurre lo mismo, distribuimos primero en VHS y luego ya la distribución vino en DVD y a partir de ahora pues todo por descargas en nuestra página web se puede descargar el documental o bien ya la difusión que estamos haciendo. Lo que no has tenido que modernizar es el papel, que aunque no nos lo has contado has escrito varios libros. Cuéntanos sobre ellos. Aparte de libros también he publicado muchísimos artículos en revistas sobre temas de etnografía y demás, pero los principales libros han sido que en el año 1992 el Gobierno de Aragón me encargó un libro sobre labores tradicionales en Aragón. Al año siguiente me encargó un segundo tomo que es este y luego en el año 2003, con la editorial Pirineo, empezamos a hacer una serie que se titulaba "Labores de un milenio", pero sólo hicimos el primer capítulo porque fue un momento en el que ya entré en la gran producción y mi programa "Nos vemos en la plaza mayor", y más programa de televisión y ya no tenía prácticamente tiempo para continuar. En ese mismo año 1992-93 con el Periódico de Aragón sacamos una serie de fascículos con sus correspondientes DVDs que se llamaba "Aragón: Así vivimos". Eran fascículos en los que contaba tradiciones de nuestra tierra aragonesa. Recientemente Editorial Planeta, junto con Canal Cocina, han publicado el libro de "Los Fogones Tradicionales" con unas 300 recetas de mi programa que tengo en esa cadena. "Nos vemos en la plaza mayor", "Los fogones tradicionales", "El secreto de las piedras", "Raíces vivas", etc. Todos estos son algunos de los programas de televisión que has dirigido, producido y presentado a lo largo de estos años. Si te parece para conocerlos un poco mejor cuéntanos uno por uno cronológicamente cómo son y cómo se han producido. Como ya te he dicho, la primera serie que se emitió en Televisión Española, en La2, fue "Oficios Perdidos" y era una serie que yo presentaba cada uno de los temas. Hasta hace muy pocos años, quienes convertían la lana esquilada de las ovejas en ovillos como este y tejían con ellos sweaters como el que llevo puesto, eran las llamadas hilanderas. Luego me encargo Televisión Española varias series de oficios perdidos, cuando ya tenía más producción, para emitirlas por el Canal Internacional de Televisión Española. Centrándonos en la producción temática y para televisiones empezaremos por "Los Fogones Tradicionales". "Los Fogones Tradicionales" fue una serie que realicé, grabé y monté para Canal Cocina. En ella he mostrado siempre el proceso de elaboración de diversos platos tradicionales de nuestra cocina popular en España. Elaborado siempre por personas que han conservado las viejas recetas heredadas de sus antepasados. Posteriormente, los programas sólo se producían y grababan de forma exclusiva para Canal Cocina. A día de hoy llevamos 21 temporadas de esta serie, dos nuevas que nos han encargado, y espero que todavía pueda realizar algunas más. Como curiosidad, también te voy a decir que "Los Fogones Tradicionales" es la serie más longeva en la televisión en España relacionada con gastronomía, que lleva desde el año 2.000 emitiéndose ininterrumpidamente y cada vez tiene está teniendo más audiencia. Otra serie que también he realizado era sobre temas de caza y pesca. En el año 2001 realicé para el canal "Caza y pesca" una serie de 10 capítulos que se titulaba aprovechamientos tradicionales de la caza. En ella trataba de mostrar esos aprovechamientos que el hombre había hecho, tanto de los animales como de sus partes: pieles, el pelo, etcétera También mostré la unión de las técnicas tradicionales de caza, los conocimientos ancentrales y sobre todo las manos artesanas. Desde ese año, para este canal he venido realizando varios temas sobre la práctica de estas actividades deportivas. Luego está el programa "Nos vemos en la plaza mayor". Mi faceta como presentador fue más activa en ese programa que se inició en Aragón Televisión en el año 2006 y estuvimos con el programa hasta el año 2012, es decir, 6 años produciendo más de 300 programas. "Nos vemos en la plaza mayor" era un programa de 30 minutos que comenzó emitiéndose en la sobremesa de los sábados y los domingos, pero luego pasó a ser solo de emisión en domingo, pero de una hora de duración. Tuvo una buena acogida y buenos datos de audiencia durante todas las emisiones que hicimos. Para que el invitado y los espectadores formarán parte de esa tradición popular creamos un plató que simulaba la plaza de un pueblo a tamaño real. Un pueblo imaginario de Aragón. La verdad es que era muy curioso porque paseabas por el plató y era como si pasearas por un pueblo imaginario de Aragón. Era un programa que por su contenido lo veían todos los miembros de la familia, en muchos casos las tres generaciones que convivían bajo un mismo techo. El programa tenía varias partes, en primer lugar la entrevista. En ella yo entrevistaba a un personaje que había escrito algún libro o había publicado algo de interés o hacía alguna actividad importante dentro de su pueblo. Luego poníamos fragmentos o documentales enteros relacionados con oficios, actividades productivas, etcétera. Siempre documentales de mi archivo. Poco antes del intermedio, poníamos una receta de mis "Fogones tradicionales", de los fogones que yo iba recogiendo por los pueblos. En ese momento ya venía el la parte de publicidad, del descanso, pero siempre les dejaba con una palabra aragonesa para que entre los miembros de la familia buscarán ese significado de la palabra. -¿Saben qué quiere decir "escorcotar"? No se vayan pues enseguida nos vemos en la plaza mayor. Con todos los documentales que me habían sobrado cuando ya dejamos "Nos vemos en la plaza mayor" en el año 2012, fue cuando preparé una serie de 20 capítulos de 60 minutos bajo el título "Memoria y tradiciones de Aragón" en la que prácticamente recogía los mismos temas, es decir, de oficios dances, indumentaria, etcétera. A partir de allí fue cuando preparé una serie que se titulaba "Los secretos de las piedras en Aragón". Tras terminar "Nos vemos en la plaza mayor", y tras una ralentización de un año aproximadamente en la producción, en el año 2013 volví a Aragón Televisión con el programa "Los secretos de las piedras". Este era un programa semanal de 30 minutos que contó con dos temporadas completas. El programa era fruto de mi interés y de mis investigaciones sobre diversas piedras rituales y funcionales que existían en el alto Aragón. Lo propuse a Aragón Televisión y aceptaron mi proyecto. En este programa traté de desentrañar e interpretar todos esos secretos que guardan muchas de esas piedras que nuestros antepasados adoraron, respetaron, convirtieron en ídolos y que fueron el origen de muchas leyendas e historias que se han transmitido de generación en generación. Investigaciones, piedras rituales, cuevas, lagares rupestres, piedras con leyenda, usos funcionales, etc. Además, había una pieza en el intermedio en la que Manolo Macías, como pintor, realizaba muy rápido, en 1 o 2 minutos, una acuarela relacionada con alguna de las leyendas que habíamos puesto en este programa. A raíz de todas estas investigaciones sobre piedras rituales, se creó en el Instituto de Estudios Altoaragoneses una página web que se titula "Piedras sagradas" en la que colaboré junto con José Miguel Navarro y Josefina Roma exponiendo todos los trabajos que hasta este momento llevaba realizados sobre este tipo de piedras rituales. Con Aragón Televisión continué luego con una serie que se titulaba "Raíces vivas" que también presentaba yo, de la que se hicieron 49 capítulos de media hora, también recogiendo tradiciones, costumbres y demás. De todas estas actividades relacionadas con la televisión lo único que mantengo en este momento es mi serie de "Los Fogones Tradicionales" en Canal Cocina, que ya lleva más de 20 años en antena y que con ilusión continuó realizándolo por todo España. Gracias por hacernos este recorrido por todos los programas de televisión que has producido, dirigido y presentado, pero la trayectoria en los medios de comunicaciones no termina aquí, sino que en 2020 creaste tu canal de Youtube. Cuéntanos cómo surgió esta idea. Dado que ya había terminado mis etapas de televisión y ya tenía programas, salvo "Los Fogones Tradicionales", que continuó con él. Lo que sí que quería era difundir todos estos documentales y todo este archivo que llevaba hecho a lo largo de más de 40 años. Entonces fue cuando contigo y con tu hermano Darío, que es el que se está encargando de la grabación, propusisteis que pusiéramos todo este archivo en Youtube. El éxito ha sido bastante rotundo, sobre todo en el primer año, porque superamos los 500.000 suscriptores y hemos superado también los más de 100 millones de visionados. En fin, el canal va continuamente en aumento y eso es importante. Tus documentales han llegado a más de 100 países, y al día recibes y contestas cientos de comentarios, todos positivos, ¿qué sentiste al convertirte en Youtuber con 69 años? Para mí convertirme en Youtuber fue una enorme sorpresa, porque de repente veo que mis documentales se están viendo en multitud de países, desde Estados Unidos, México, Argentina, Rusia, Chile, Irán, India... Para mi eso es una satisfacción. Luego la satisfacción viene cuando diariamente yo contesto a todos esos comentarios que los espectadores están haciendo de mis documentales, generalmente y afortunadamente siempre positivos, felicitándome por el archivo que he puesto a disposición de todo el público. Esa interactuación con el espectador para mí es muy novedosa, porque eso no se daba nunca en la televisión. Lo que más me ha sorprendido de Youtube es precisamente que yo creía que los espectadores de mis documentales iban a ser gente de 50, 60 o 70 años, y sin embargo me sorprende que veo que hay muchísimos jóvenes entre 20 y 24 años que son fieles seguidores de mi canal de Youtube y me felicitan por el trabajo hecho. Después de este éxito tan inesperado que sufriste con Youtube en 2020, ¿crees que tus documentales podrán hacerse un hueco en plataformas y redes sociales del futuro? Yo creo que estos documentales cada vez van a tener más valor, porque será mucho más difícil de poderlos grabar y de poder conseguir esos viejos oficios. De momento estoy presente ya en Youtube, en Facebook, en Instagram, TikTok y Twitter. Desde aquí os animo a los suscriptores del canal a que me sigáis. En la descripción os dejo mis perfiles de las redes sociales. No solo has recibido el reconocimiento de tus seguidores y suscriptores del canal, sino que a lo largo de estos 40 años son muchos los premios, reconocimientos y distinciones que te han otorgado, ¿cuáles destacarías? Hay una etapa que hasta los años 90, en mi primera etapa de Super 8, que sí que obtuve alrededor de unos 150 premios, entre los que había alguno también del Ministerio de Cultura. Yo destacaría en este momento pues el premio Félix de Azara, que es éste quebrantahuesos, destacaría también la medalla al Mérito Cultural del Gobierno de Aragón, pero no solamente los premios, sino también los reconocimientos y el poder ser partícipe o parte de instituciones como puede ser la Asociación Española de Cine Científico, de la que soy miembro y de los fundadores, y también soy miembro de la Real Academia de las Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza. Y sobre todo, el último premio y más curioso para mí es el de Youtube, por haber llegado y superado los 100.000 suscriptores. Me dieron lo que se llama el "Botón de plata", que para mí es un orgullo dentro de esta vía de difusión de mis programas. Como hijos tuyos, ha sido un placer entrevistarte y conocer en profundidad tu vida y trayectoria en este documental biográfico. Para terminar, resúmenos en tres palabras cómo han sido para ti estos 40 años de trabajo y dedicación. Constancia, ilusión y curiosidad. Esas son las claves para haber podido construir todo este archivo de audiovisuales etnográficos. Quiero dar las gracias a esas instituciones y a esas personas que me han apoyado a lo largo de estos 40 años de trayectoria, y por supuesto a los espectadores que hoy me están siguiendo y a esos suscriptores que hoy siguen este canal de Youtube. Y sobre todo, un agradecimiento muy especial a los protagonistas de los documentales. Ellos han sido la clave, ellos han ofrecido sus conocimientos, su trabajo, su esfuerzo y no han dudado en ningún momento en prestarse para salir ante la cámara. Estas son las claves. Desde aquí lo que sí querría es que no se perdiera este cariño por nuestras tradiciones, nuestras costumbres y esos viejos oficios que prácticamente están desapareciendo.