Traductor: Ciro GomezRevisor: Emma Gon Buenos días. Mi nombre es Eric Li, y nací aquí. Más bien, no nací allí, así era donde nací: Shanghái, en el pináculo de la Revolución Cultural. Mi abuela me dice que oyó el sonido de los disparos junto con mis primeros llantos. Cuando fui creciendo, me contaron una historia que explicaba todo lo que necesitaba saber sobre la humanidad. Fue así. Todas las sociedades humanas se desarrollan en una progresión lineal, comenzando con la sociedad primitiva, luego la sociedad esclavista, feudalismo, capitalismo, socialismo, y finalmente, ¿adivinen dónde terminamos? ¡Comunismo! Tarde o temprano, toda la humanidad, independientemente de la cultura, idioma, nacionalidad, llegará a esta etapa final de desarrollo político y social. Los pueblos del mundo entero se unificarán en este paraíso en la Tierra y vivirán felices para siempre. Pero antes de llegar allí, estamos metidos en una lucha entre el bien y el mal, el bien del socialismo contra el mal del capitalismo, y el bien triunfará. Esta era, por supuesto, la metanarrativa destilada de las teorías de Karl Marx. Y los chinos la compraron. Nos enseñaron esa gran historia día tras día. Se convirtió en parte de nosotros, y creímos en ella. La historia fue un bestseller. Aproximadamente un tercio de la población de todo el mundo vivía bajo esta metanarrativa. Entonces, el mundo cambió de la noche a la mañana. En cuanto a mí, desilusionado por la religión fallida de mi juventud, fui a EE. UU. y me convertí en un hippie de Berkeley. (Risas) Ahora, según iba madurando, algo más sucedió. Como si una gran historia no fuera suficiente, me contaron otra. Esta era igual de magnífica. También sostiene que todas las sociedades humanas se desarrollan en una progresión lineal hacia un fin singular. Así es como sigue: Todas las sociedades, independientemente de la cultura, ya sean cristianas, musulmanas, confucianas, deben progresar de sociedades tradicionales, en las que los grupos son las unidades básicas, a las sociedades modernas, en que los individuos atomizados son las unidades soberanas, y todos estos individuos son, por definición, racionales, y todos quieren una cosa: votar. Porque son muy racionales, una vez dado el voto, producen un buen gobierno y viven felices para siempre. El paraíso en la Tierra, otra vez. Tarde o temprano, será la democracia electoral el único sistema político para todos los países y todos los pueblos, con un mercado libre para hacerlos ricos. Pero antes de llegar allí, estamos comprometidos en una lucha entre el bien y el mal. (Risas) El bien pertenece a aquellos que son democracias y se encargan de la misión de difundirla por todo el mundo, a veces por la fuerza, contra el mal de quienes no celebran elecciones. (Video) George H.W. Bush: Un nuevo orden mundial... (Video) Bush:... acabar con la tiranía en nuestro mundo... (Video) Barack Obama:... una norma única para todos que tienen poder. Eric X. Li: Ahora... (Risas) (Aplausos) Esta historia también se convirtió en un bestseller. Según Freedom House, el número de democracias pasó de 45 en 1970 a 115 en 2010. En los últimos 20 años, las elites occidentales incansablemente trotaron alrededor del mundo vendiendo este prospecto: Múltiples partidos luchando por el poder político y todos votando por ellos es el único camino a la salvación para el prolongado sufrimiento del mundo en desarrollo. Aquellos que compran el prospecto están destinados para el éxito. Aquellos que no, están condenados al fracaso. Pero esta vez, los chinos no la compraron. Engáñame una vez... (Risas) El resto es historia. En solo 30 años, China pasó de ser uno de los países agrícolas más pobres en el mundo a la segunda economía más grande. 650 millones de personas salieron de la pobreza. El 80 % de la reducción de la pobreza de todo el mundo ocurrió en China en ese periodo. En otras palabras, todas las nuevas y viejas democracias puestas juntas suman una mera fracción de lo que un solo estado de partido único hizo sin votación. Verán, crecí con estas cosas: estampillas de comida. La carne estaba racionada a unos cien gramos por persona por mes en un momento dado. No hace falta decir que comí las porciones de mi abuela. Así que me pregunté, ¿qué pasa con esta foto? Aquí estoy en mi ciudad natal, mi negocio crece a pasos agigantados. Los empresarios están fundando empresas cada día. La clase media se está expandiendo en velocidad y escala sin precedentes en la historia humana. Sin embargo, según la gran historia, nada de esto debería estar pasando. Así que fui e hice la única cosa que podía. Lo estudié. Sí, China es un estado de partido único dirigido por el Partido Comunista Chino, el Partido, y no celebran elecciones. Se tienen 3 suposiciones por las teorías políticas dominantes de nuestro tiempo. Tal sistema es operacionalmente rígido, políticamente cerrado y moralmente ilegítimo. Bueno, las hipótesis están equivocadas. Las opuestas son verdaderas. Adaptabilidad, meritocracia y legitimidad son las 3 características que definen el sistema de partido único de China. Ahora, nos dirán más politólogos que un sistema de partido único es inherentemente incapaz de autocorrección. No durará mucho porque no se puede adaptar. Aquí están los hechos. En 64 años operando en el país más grande del mundo, la gama de las políticas del partido ha sido más amplia que cualquier otro país en la memoria reciente, desde colectivización radical de tierras para el Gran Salto Adelante, luego la privatización de las tierras de labrantío, luego de la Revolución Cultural, luego la reforma de mercado de Deng Xiaoping, luego su sucesor Jiang Zemin dio un paso político gigante de apertura de pertenencia al Partido a empresarios privados, algo inimaginable durante el gobierno de Mao. Así el Partido se autocorrige en modos algo drásticos. Institucionalmente, se promulgan nuevas reglas para corregir disfunciones anteriores. Por ejemplo, períodos limitados. Los líderes políticos acostumbran retener sus posiciones de por vida y lo hacen para acumular poder y perpetuar sus reglas. Mao fue el padre de la China moderna, sin embargo su prolongado gobierno condujo a errores desastrosos. Así el Partido instituyó los límites del término con la edad de jubilación obligatoria de los 68 a 70. Es una cosa que solemos escuchar, "Las reformas políticas han quedado muy por detrás de las reformas económicas" y "China está en extrema necesidad de reforma política". Pero esta afirmación es una trampa retórica escondida detrás de un sesgo político. Vean, algunos han decidido a priori qué clase de cambios quieren ver, y solo estos cambios pueden ser llamados reforma política. La verdad es que las reformas políticas no han parado. En comparación con hace 30 años, 20 años, incluso más de 10 años, todos los aspectos de la sociedad china, como se gobierna el país, desde el nivel más local hasta el centro más alto, hoy son irreconocibles. Ahora estos cambios no son sencillamente posibles sin reformas políticas de la clase más fundamental. Ahora me atrevo a sugerir que el Partido es experto en seguir las reformas políticas del mundo. La segunda hipótesis es que en un estado de partido único, el poder se concentra en manos de unos pocos, y sigue un mal gobierno y corrupción. De hecho, la corrupción es un gran problema, pero primero veamos el contexto más amplio. Ahora, esto puede ser contraintuitivo para Uds. El Partido pasa a ser uno de las más meritocraticas instituciones políticas en el mundo de hoy. El órgano de gobierno más alto de China, el Politburó, tiene 25 miembros. En el más reciente, solo 5 venían de un contexto privilegiado, llamados principitos. Los otros 20, incluyendo al Presidente y al Primer Ministro, venían de contextos totalmente ordinarios. En el comité central más grande de 300 o más, el porcentaje de quienes nacieron en el poder y la riqueza fue incluso menor. La mayoría de los altos dirigentes chinos trabajó y compitió en su camino a la cima. Comparen esto con las elites gobernantes en los países tanto desarrollados como en desarrollo, Creo que encontrarán al Partido cerca de la cima en movilidad ascendente. La pregunta entonces es, ¿cómo podría ser posible en un sistema dirigido por un partido? Ahora llegamos a una poderosa institución política, poco conocido por los occidentales: el Departamento de Organización del Partido. Las Departamento funciona como un gigante motor de recursos humanos que sería la envidia de incluso algunas de las empresas más exitosas. Opera una pirámide giratoria formada por 3 componentes: servicio civil, empresas estatales, y organizaciones sociales como una universidad o un programa de la comunidad. Forman carreras separadas pero integradas para los funcionarios chinos. Reclutan a los graduados universitarios en posiciones de nivel de entrada en todas las 3 carreras, y comienzan desde la parte inferior, llamado "keyuan" [funcionario]. Entonces podrán ascender a través de 4 rangos ascendentes de elite: fuke [subgerente de sección], ke [gerente de secc.], fuchu [subgerente de división] y chu [gerente de div.] No son movimientos de "Karate Kid", ¿de acuerdo? Es un asunto serio. La gama de rangos es amplia, de funcionando de salud en un pueblo a inversionista extranjero en un distrito de la ciudad a administrador en una empresa. Una vez al año, el Departamento revisa su desempeño. Entrevistan a sus superiores, sus pares, sus subordinados. Investigan su conducta personal. Llevan a cabo encuestas de opinión pública. Y después promueven a los ganadores. A lo largo de sus carreras, estos cuadros puede moverse a través y entre todas las 3 carreras. Con el tiempo, los buenos irán más allá de los 4 niveles básicos a los niveles de fuju [jefe adjunto de oficina] y ju [jefe de oficina]. Allí, entran a la alta burocracia. En ese punto, será una tarea típica administrar un distrito con una población de millones o una empresa con cientos de millones de dólares de ingresos. Solo para mostrarles cómo es de competitivo el sistema, en 2012, había 900 mil niveles fuke y ke, 600 mil niveles fuchu y chu, y solo 40 mil niveles fuju y ju. Después de los niveles de ju, los contados mejores ascienden varios rangos más, y al final llegan al Comité Central. El proceso dura de 2 a 3 décadas. ¿El patrocinio juega un papel? Por supuesto que sí. Pero el mérito sigue siendo el factor fundamental. En esencia, el Departamento de Organización ejecuta una versión modernizada del sistema de mentoría chino de siglos de antigüedad. El nuevo Presidente de China, Xi Jinping, es hijo de un exdirigente, lo que es muy inusual, primero de su tipo en hacer el trabajo superior. Incluso para él, la carrera tomó 30 años. Empezó como un administrador de aldea, y cuando entró en el Politburó, había dirigido áreas con una población total de 150 millones de personas y un PIB combinado de 1,5 billones de dólares. Ahora, por favor no me malinterpreten, ¿de acuerdo? Esto no es una crítica para nadie. Es solo la declaración de un hecho. George W. Bush, ¿lo recuerdan? Esto no es una crítica. (Risas) Antes de convertirse en gobernador de Texas, o Barack Obama antes de postularse para Presidente, no podrían hacer sido ni siquiera administradores de un pequeño condado en el sistema de China. Winston Churchill dijo una vez que la democracia es un sistema terrible excepto para todos los demás. Bueno, aparentemente no había oído del Departamento de Organización. Ahora, los occidentales siempre suponen que las elecciones multipartidistas con sufragio universal son la única fuente de legitimidad política. Me preguntaron una vez, "El Partido no fue elegido por votación. ¿Dónde está la fuente de su legitimidad?" Dije, "¿Qué tal la competencia?" Todos conocemos los hechos. En 1949, cuando el Partido asumió el poder, China estaba sumida en guerras civiles, desmembradas por la agresión extranjera, la esperanza de vida en aquel momento era de 41 años. Hoy, es la segunda mayor economía del mundo, una potencia industrial y su gente vive en una prosperidad creciente. Pew Research encuesta las actitudes del público chino y aquí están los números de los últimos años. Satisfacción con la dirección del país: el 85 %. Los que piensan que están mejor que hace 5 años: el 70 %. Los que esperan que el futuro será mejor: la friolera del 82 %. Financial Times encuesta las actitudes de la juventud mundial, y estos números, nuevos, acaban de llegar la semana pasada. El 93 % de la generación Y de China es optimista sobre el futuro de su país. Ahora, si esto no es legitimidad, no sé qué es. En contraste, la mayoría de las democracias electorales alrededor del mundo están sufriendo de un desempeño desalentador. No necesito detallar para esta audiencia. lo disfuncional que están, desde Washington a las capitales europeas. Con unas pocas excepciones, la gran cantidad de países en desarrollo que han adoptado los regímenes electorales todavía sufren de pobreza y conflictos civiles. Los gobiernos son elegidos, y luego caen por debajo del 50 % de aprobación en unos meses y quedan ahí y empeoran hasta las siguientes elecciones. La democracia se está convirtiendo en un ciclo perpetuo de elección y arrepentimiento. A este ritmo, me temo que es la democracia, no el sistema unipartidista de China, lo que está en peligro de perder legitimidad. Ahora, no quiero crear la falsa impresión de la maravillosa China, en vías a algún tipo de superpotencia. El país enfrenta enormes desafíos. Los problemas sociales y económicos que vienen con desgarradores cambios como éste son alucinantes. La contaminación es uno. Seguridad alimentaria. Temas poblacionales. En el frente político, el peor problema es la corrupción. La corrupción es generalizada y socava el sistema y su legitimidad moral. Pero la mayoría de los analistas diagnostican mal la enfermedad. Dicen que la corrupción es el resultado del sistema de partido único, y por lo tanto, para curarlo, se tiene que terminar con todo el sistema. Pero una mirada más cuidadosa nos diría lo contrario. Transparencia Internacional clasifica China entre los sitios 70 y 80 en los últimos años dentro de 170 países, y ha estado subiendo. India, la democracia más grande del mundo, en 94 y cayendo. Del centenar de países que se encuentran por debajo de China, más de la mitad son democracias electorales. Así que si la elección es la panacea para la corrupción, ¿por qué estos países no puede arreglarlo? Ahora, soy un capitalista de riesgo. Hago apuestas. No sería justo terminar esta charla sin arriesgarme y hacer algunas predicciones. Así que aquí están. En los próximos 10 años, China superará a EE.UU. y será la economía más grande del mundo. El ingreso per cápita estará cerca de la cima de todos los países en desarrollo. La corrupción será frenada, pero no eliminada, y China va a subir de 10 a 20 sitios arriba del 60 en el ranking de T.I. Se acelerará la reforma económica, la reforma política continuará, y el sistema de partido único se mantendrá firme. Vivimos en el ocaso de una era. Las metanarrativas que hacen afirmaciones universales fallaron en el siglo XX y nos están fallando en el XXI. La meta-narrativa es el cáncer que está matando la democracia desde dentro. Ahora, quiero aclarar algo. No estoy aquí para hacer una acusación de la democracia. Por el contrario, creo que la democracia contribuyó al avance de Occidente y la creación del mundo moderno. Es la afirmación que muchas elites occidentales están haciendo sobre su sistema político, la arrogancia, lo que está en el corazón de los males actuales de Occidente. Si pasaran un poco menos de tiempo tratando de forzar su sistema a otros, y un poco más en reformar la política en su país, le darían una mejor oportunidad a su democracia. El modelo político de China nunca suplantará la democracia electoral, porque a diferencia de esta última, no pretende ser universal. No puede exportarse. Pero ese es precisamente el punto. La importancia del ejemplo de China no es que proporcione una alternativa, sino la demostración de que existen alternativas. Cerremos esta época de metanarraciones. El comunismo y la democracia pueden ser ambas ideales loables, Pero terminó la época de su universalismo dogmático. Dejémos de decirle a la gente y a nuestros hijos que hay solo una manera de gobernarnos y un futuro único hacia el cual todas las sociedades deben evolucionar. Está mal. Es irresponsable. Y lo peor de todo, es aburrido. Dejen que la universalidad abra paso a la pluralidad. Tal vez una era más interesante está próxima. ¿Somos lo suficientemente valientes para darle la bienvenida? Gracias. (Aplausos) Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. Bruno Giussani: Eric, quédate conmigo un par de minutos, porque quiero hacerte un par de preguntas. Creo que muchos aquí y en general en los países occidentales, estarán de acuerdo con tu afirmación sobre el análisis de que los sistemas democráticos se están volviendo disfuncionales, pero al mismo tiempo, muchos encontrarán inquietante pensar que hay una autoridad no elegida que, sin ningún tipo de supervisión o consulta, decide lo que es el interés nacional. ¿Cuál es el mecanismo en el modelo chino que permite a las personas decir, en realidad, el interés nacional como Uds. lo definieron está mal? EXL: Sabes, Frank Fukuyama, el politólogo, llamaba al sistema chino "autoritarismo sensible". No es exactamente cierto, pero está cerca. Conozco a la compañía más grande de encuestas de opinión pública en China, ¿de acuerdo? ¿Sabes quién es su cliente más grande? El gobierno chino. Desde el gobierno central, el gobierno de la ciudad, el gobierno provincial, hasta la mayoría de los distritos locales. Llevan a cabo encuestas todo el tiempo. ¿Estás contento con la recolección de basura? ¿Estás contento con la dirección general del país? Así que, en China, hay otro tipo de mecanismo para ser sensible a las demandas y el pensamiento de la gente. Mi punto es, creo que deberíamos despegarnos del pensamiento de que hay solo un sistema político, elecciones, elecciones, elecciones... que puede que sea sensible. No sé, en realidad, las elecciones producen gobiernos sensibles en el mundo ya. (Aplausos) BG: Muchos parecen estar de acuerdo. Una de las características de un sistema democrático es un espacio para la sociedad civil para expresarse. Y has mostrado las cifras sobre el apoyo que el gobierno y las autoridades tienen en China. Pero luego solo mencionaste otros elementos como, ya sabes, grandes retos y hay, por supuesto, un montón de otros datos que van en una dirección diferente: decenas de miles de disturbios y protestas y protestas por el medio ambiente, etc. Así que parece que sugieren que el modelo chino no tiene un espacio fuera del partido para que la sociedad civil pueda expresarse. EXL: Hay una sociedad civil vibrante en China, sea el ambiente o lo que quieras. Pero es diferente. No puedes reconocerlo. Porque, en las definiciones occidentales, una llamada sociedad civil tiene que estar separada o incluso en oposición al sistema político, sin embargo, ese concepto es ajeno para la cultura china. Durante miles de años, ha existido una sociedad civil, que aún es consistente y coherente y forma parte de un orden político, y creo esta una gran diferencia cultural. BG: Eric, gracias por compartir esto con TED.EXL: Gracias.