Para prepararte para la paz, también tendrás que prepararte para la guerra en Sid Meier’s Civilization VI. La guerra se volverá más relevante con el tiempo, y afectará a la forma en que otras civilizaciones te vean y a la confianza que despiertes en ellas. Al entrar en guerra, querrás evitar un conflicto largo e interminable. La penalización por belicosidad afecta no solo a cómo te verán otras civilizaciones, y a la probabilidad de que colaboren contigo o se opongan a ti; también a la felicidad de tus ciudadanos. En la Era Antigua no obtendrás penalizaciones por belicosidad. Pero a medida que las eras avancen, entrar en guerra cada vez estará peor visto entre el resto de naciones. Declarar una guerra por sorpresa puede ser una forma eficaz de obtener ventaja sobre tu rival, pero no te sorprendas si el resto de naciones deja de confiar en ti. Puede que a alguna civilización simplemente no le gustes. Quizás exista un conflicto de intereses entre ustedes, tal vez sea agresiva sin más. Cuando las acusaciones o la afectación de otra nación te resulten intolerables, denunciarlas será una vía formal de declarar ante el mundo que tienes a dicha nación en el punto de mira. Después de cinco turnos podrás declarar una Guerra Formal. Finalmente desbloquearás Casus Belli como Liberación o Guerra Colonial, que reducen las penalizaciones por belicosidad, pero que requieren que se cumplan ciertos requisitos para usarlos. Las guerras tambien causan fatiga de guerra, que a su vez reduce los servicios de tus ciudades. Matar unidades en territorio enemigo, librar guerras sin una causa justa o usar armas de destrucción masiva aumentará la fatiga de guerra de tus ciudades. Este efecto negativo puede provocar que tus ciudades operen de forma menos eficiente o, en el peor de los casos, que tus ciudadanos se rebelen contra ti y aparezcan partidários para saquear tus casillas. Gestionar la fatiga de guerra y las penalizaciones por belicosidad debería formar parte de tu estrategia cuando decidas entrar en guerra. ¡Una ciudad capturada es un botín de guerra muy valioso! Si usas Raze contra una ciudad, la destruirás, pero el resto del mundo se escandalizará y obtendrás penalizaciones por belicosidad adicionales. Puedes ocupar una ciudad y reclamarla como propia, pero la ciudad no alcanzará todo su potencial hasta que la guerra finalice. También puedes liberar una ciudad si pertenecía a otro jugador, y además obtendrás una enorme bonificación diplomática por tu generosidad. Cuando la guerra termine, podrás resolver los conflictos diplomáticamente. Si devuelves a un rival una ciudad que hayas capturado como parte de un tratado de paz, podrás obtener oro o recursos. Conservar una ciudad capturada hará que su dueño original se vuelva contra ti. ¡Querrá recuperar su ciudad! Un rival que piense que eres mucho más fuerte que él te ofrecerá condiciones más generosas que otro que piense que puede seguir luchando o que simplemente odie dar su brazo a torcer. Belicismo y fatiga de guerra van reduciéndose con el paso del tiempo, así que incluso los jugadores que hayan comenzado la partida de forma más agresiva pueden ser perdonados en una fase posterior del juego. Pero si quieres ganar con una victoria de dominación, lo más probable es que no te preocupe nada de esto. Ataca a tus rivales con contundencia usando asedio o armas a distancia, saquea sus distritos con tus bombarderos y, si todo fracasa, cuentas con opciones más peligrosas. Después de completar el Manhattan Project podrás construir armas nucleares, que se cuentan como recursos y las pueden usar los bombarderos, los submarinos nucleares y los depósitos de misiles que construyan tus ingenieros militares. Las armas nucleares destruirán todo y a todos en un radio de una casilla en torno a tu objetivo. Si eso no te parece suficiente destrucción, siempre puedes investigar Fusión Nuclear que te permitirá crear dispositivos termonuclear tras completar la Operación Ivy Project. Esta opción destruye en un radio de dos casillas. Pero usar estas potentes armas no solo pondrás al planeta entero en tu contra, sino que también harás muy infelices a tus ciudadanos. Si tienes que entrar en guerra en Sid Meier’s Civilization VI, ya sea para conseguir la victoria o -como el peor de los males, hazlo bien preparado.