Traductor: Augusto IncioRevisor: Sebastian Betti Bien, quiero ver manos arriba: ¿Cuántos han eliminadoa alguien en Facebook porque dijo algo ofensivosobre política o religión, cuidado infantil, comida? (Risas) ¿Y cuántos de Uds. conocenal menos a una persona que evitan solo porque no quierenconversar con ella? (Risas) Saben, antes, para teneruna conversación cortés, se solía seguir el consejode Higgins en "My Fair Lady": Enfócate en el clima y la salud. Pero hoy, con el cambio climáticoy la anti-vacunación, esos temas (Risas) no son seguros tampoco. Así que este mundo en el que vivimos, este mundo en el que cada conversación tiene el potencial dederivar en una discusión donde los políticosno pueden hablarse entre sí y donde incluso el más trivial de los temas tiene a uno debatiendo intensamente en proy a otro en contra. Eso no es normal. Pew Research hizo un estudiode 10 000 adultos de EE.UU. y descubrió que hoy,estamos más polarizados, estamos más divididos que nunca en la historia. Somos menos propensos a conectar, lo que significa que no escuchamos al resto. Y, tomamos decisionessobre dónde vivir, con quién vivir e incluso quiénes serán nuestros amigos, con base en lo que ya creemos. Una vez más, eso significa que no escuchamos al resto. Una conversación requiereun equilibrio entre hablar y escuchar, y en algún lugar del camino,perdimos ese equilibrio. Ahora, en partese debe a la tecnología. A los móviles que todos tienenya sea en sus manos o lo bastante cercapara usarlos rápidamente. Según Pew Research, cerca de 1/3 de jóvenes en EE.UU.envían más de 100 SMS al día. Y muchos de ellos, en su mayoría,son para escribir a sus amigos que para conversar personalmente. Hay un gran artículoen The Atlantic. escrito por el profesor desecundaria, Paul Barnwell. Él asignó a sus niñosuna tarea de lenguaje. Quería enseñarles a hablar sobreun tema específico sin usar notas. Y dijo esto: "Me di cuenta de que..." (Risas) "Me di cuenta de que la competencia verbal puede ser la única capacidadmás ignorada que fracasamos en enseñar. Los chicos pasan horas relacionándoseentre sí con ideas a través de pantallas, pero raramente tienen una oportunidad para afinar habilidades de comunicación interpersonal. Puede sonar a pregunta tonta, pero tenemos que preguntarnos: ¿Hay alguna capacidad en el siglo XXI más importante que poder sosteneruna conversación coherente y firme?". Yo me gano la vidaconversando con la gente: ganadores del Premio Nobel, conductores, multimillonarios, profesores de pre-escolar, jefes de estado, plomeros. Converso con gente que me agrada.Y con gente que no me agrada. Converso a una profundidad personalcon gente que estoy en desacuerdo Pero aun así tengouna gran conversación con ellos. Así que me gustaría pasar los próximos10 minutos enseñándoles a conversar y a escuchar. Muchos ya han escuchadovarios consejos sobre esto, cosas como mirar a la gente a los ojos, pensar en temas interesantespara discutir con anticipación, mirar, asentir y sonreír paramostrar que prestan atención, repetir justo lo escuchado o resumirlo. Así que, quiero que olviden todo eso. Es una estupidez. (Risas) No hay razón para aprender a mostrar que se presta atención si de hecho se está prestando atención. (Risas) (Aplausos) Ahora, yo uso las mismas capacidadescomo entrevistadora profesional que las que uso en mi vida diaria. Así que, les enseñarécómo entrevistar a la gente, y eso en realidad va a ayudarlesa aprender a ser mejores conversando. Aprender a tener una conversación sin desperdiciar sutiempo, sin aburrirse, y, ¡por Dios!, sin ofender a nadie. Todos hemos tenidograndes conversaciones. Las hemos tenido antes.Sabemos cómo son. El tipo de conversación donde te marchassintiéndote involucrado e inspirado, o donde sientes quehas hecho una conexión real o has entendido perfectamente. No hay razón para que muchas de susinteracciones no puedan ser así. Así que tengo 10 reglas. Y los guiaré a través de ellas. pero honestamente, si solo eligenuna de ellas y la dominan, Uds. ya disfrutarán demejores conversaciones. Número uno: No sean multitareas. Y no solo quiero decirque dejen su móvil, su tablet, las llaves del auto o lo que tengan en las manos. Quiero decir, estén presentes. Estén en "ese" momento. No piensen en la discusiónque tuvieron con su jefe. No piensen en lo quevan a comer para cenar. Si desean salir de la conversación, abandonen la conversación, pero no estén mitad presente y mitad ausente. Número dos: No sean dogmáticos. si quieren establecer su opinión sin oportunidad a réplica, discusión, aportación o crecimiento, escriban un blog. (Risas) Ahora, hay una buena razón por la queno permito sabiondos en mi show: Porque son realmente aburridos. Si son conservadores, odian a Obama,al programa de comida y al aborto. Si son liberales, odiarán a los bancos, las empresaslas petroleras y a Dick Cheney. Totalmente predecibles. Y Uds. no querrán ser así. Uds. deben iniciar una conversaciónsuponiendo que tienen algo que aprender. El afamado terapeuta M. Scott Peck dijo que la escucha sincera requiere de ponerse uno mismo a un lado. Y a veces eso significa dejara un lado las opiniones personales. Él dijo que al sentir esta aceptación, quien habla estará cada vezmenos vulnerable y cada vez más dispuestoa abrir las represiones interiores de su mente al que escucha. Una vez más, supongan quetienen algo que aprender. Bill Nye: "Cada persona que llegues aconocer, sabrá algo que tú no conoces". Yo lo puse en este modo: Todos son expertos en algo. Número tres: Usen preguntas abiertas. En este caso, observen a los periodistas. Inicien preguntas con quién, qué, cuándo, dónde, por qué o cómo. Si lo ponen en una pregunta complicada,van a obtener una respuesta simple. Si les pregunto, "¿Se asustaron?". Responderán a la palabramás enérgica en esa oración, la cual es "asustarse", y la respuestasería Sí o No me asusté. "¿Estabas molesto?"."Sí, lo estaba". Déjalos describirlo. Son los que saben. Intenten preguntar cosascomo, "¿Cómo fue eso?". "¿Qué sintieron?". Porque entonces puede que tengan quedetenerse un tiempo y pensar en ello, y van a tener una respuestamucho más interesante. Número cuatro: Sigan el ritmo. Eso significa que vendránpensamientos a su mente y necesitan permitirlessalir de su mente. A menudo, hemos escuchado entrevistas en la que un invitado está hablando por minutos y luego el presentador vuelvey hace una pregunta que parece haber salido de la nada,o que ya ha sido contestada. Allí es probable que él hayadejado de escuchar hace 2 minutos porque pensaba en esta preguntarealmente ingeniosa, y estaba convencido y determinado a decirla. Y nosotros hacemos exactamente lo mismo. Estamos sentadosconversando con alguien, y recordamos la vez que encontramosa Hugh Jackman en una cafetería. (Risas) Y dejamos de escuchar. Les vendrán historias e ideas. Deben dejarlas venir y dejarlas ir. Número cinco: Si no saben,digan que no lo saben. Ahora, la gente en la radio,especialmente en NPR es mucho más consciente de que está siendo grabada, y es más prudente sobre los temasen lo que aseguran ser expertos y sobre lo que afirmansaber con seguridad. Hagan eso. Pequen de precavidos. La charla no debería ser común. Número seis: No equiparensus experiencias con las de ellos. Si hablan sobre laperdida de un familiar, no empiecen a hablar de la vez que perdieron un familiar. Si hablan de problemas laborales, no les cuenten cuánto odian su empleo. No es lo mismo. Nunca es lo mismo. Toda experiencia es individual. Y, lo más importante, no es sobre Uds. No necesitan usar ese momentopara probar cuán sorprendente son o cuánto han sufrido. Una vez preguntaron a Stephen Hawkingcuál era si CI, y él dijo: "Ni idea. El que fanfarroneasobre su CI es un perdedor". (Risas) Las conversaciones no sonuna oportunidad promocional. Número siete: Procuren no ser repetitivos. Es condescendiente, y es en verdad aburrido, y tendemos a hacerlo mucho. Especialmente en conversacionesde trabajo o con nuestros hijos. Cuando tenemos una idea, la seguimos parafraseandouna y otra vez. No hagan eso. Número ocho: Eviten los detalles. Francamente, la gente no está interesada en los años, los nombres, las fechas, todos esos detalles que luchan por traer a su mente. A ellos no les importan.Les importan Uds. les importa cómo son, qué tienen en común. Así que, olviden los detalles. Déjenlos. Número nueve: esta no es la última, pero es la más importante. Escuchen. No puedo decirles cuántaspersonas importantes han dicho que escuchar tal vez sea la capacidad más importante que podrían desarrollar. Buddha dijo, y estoy parafraseando, "Si tu boca está abierta,no estás aprendiendo". Y Calvin Coolidge dijo: "Nadie ha sidodespedido por escuchar demasiado". (Risas) ¿Por qué no escucharse mutuamente? Número uno, nosotros preferimos hablar. Cuando hablo, estoy en control. No tengo que escucharen lo que no esté interesado. Soy el centro de atención. Puedo reafirmar mi propia identidad. Pero hay otra razón: Que nos distraemos. La persona promedio hablaunas 225 palabras por minuto, pero podemos escuchar hasta500 palabras por minutos. Así que nuestras mentes estánllenando esas otras 275 palabras. Y miren, sé que requiereesfuerzo y energía realmente prestar atención a alguien, pero si no pueden hacer eso,no están en una conversación. solo son dos personas gritandooraciones apenas relacionadas en el mismo lugar. (Risas) Tienen que escucharse el uno al otro. Stephen Covey lo dijo muy bien. Dijo: "Muchos de nosotros no escuchamoscon la intención de entender. Escuchamos con la intención de responder". Una regla más, número diez,y es esta: Sean breves. [Una buena charla es como una minifalda;corta como para captar interés, pero lo suficientemente larga para cubrir el tema – mi hermana] (Risas) (Aplausos) Todo esto se reduce al mismoconcepto básico, y es este: Tengan interés en las personas. Saben, yo crecí conun abuelo muy famoso, y había un tipo de ritual en casa. La gente venía ahablar con mis abuelos, y cuando se iban, venía mi madre y decía: ¿Saben quién era? Era la segunda finalistaa Miss America. Él era el alcalde de Sacramento. Ella ganó un Premio Pulitzer.Él es un bailarín de ballet ruso". Y crecí suponiendo que cada uno tiene algosorprendente y oculto en sí. Y creo que eso es lo queme hace una mejor conductora. Conservo la boca cerradatanto como pueda, mantengo mi mente abierta, y siempre estoy preparadapara sorprenderme, y nunca salgo desilusionada. Uds. hagan lo mismo. Salgan, conversen con la gente, escuchen a la gente, y, más importante, esténpreparadas para sorprenderse. Gracias. (Aplausos)