Puente la Reina. Salimos de la ciudad por el puente románico, con seis ojos de medio punto, cuatro de ellos sobre el agua. Regadíos y cereales nos llevan hasta Mañeru, pero antes nos espera una dura cuesta. Mañeru. La parroquia de San Pedro Apóstol preside el pueblo. Es un edificio neoclásico de siglo XVIII. Mañeru tiene un origen medieval, que se aprecia en su urbanismo irregular y quebrado. El siguiente pueblo en el camino es Cirauqui, situado en una colina y rodeado de viñedos. Cirauqui, con calles empinadas hasta la parte más antigua de la villa y a la que se accede a través de un arco medieval. El ayuntamiento de Cirauqui, barroco del siglo XVII. Los peregrinos lo atraviesan por su porche. Salimos de Cirauqui por la antigua calzada romana en dirección a Lorca. Cruzaremos por un bonito puente el río Salado y enseguida comenzaremos la ascensión al pueblo de Lorca. En Lorca el peregrino encontrará una iglesia románica del siglo XII, pero con muchos añadidos posteriores, entre ellos la propia puerta de acceso. Nos acercamos a Viilatuerta por el campo. De fondo, Montejurra. La parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en lo alto de Villatuerta, y el río Iranzu, que cruzaremos por su puente medieval de dos ojos. Seguimos el camino y en la falda de Montejurra nos encontramos con la ermita de San Miguel, del siglo X. Y como final de etapa, Estella. Los antiguos peregrinos preferían llegar hasta el Monasterio de Irache,... ... pero a partir del siglo XI Estella empieza a contar con hospitales y hospederías para los peregrinos. Y desde el siglo XVI se perfila como centro económico de las poblaciones circundantes. Estella guarda hoy en día todo el encanto medieval en sus calles. El puente del ladrón. La iglesia de San Miguel. El Palacio de los Reyes de Navarra. Y la iglesia de San Pedro de la Rúa con su claustro.