El tema de hoy es el futuro. Hablaré de una epidemia creciente y de qué podríamos hacer para detenerla. Pero primero voy a empezar en el pasado. Hace unos 15 años, era una impaciente joven estudiante de postgrado y pasé mucho tiempo en la enseñanza. Me gustaban mucho mis alumnos y llegué a conocerlos muy bien, y cuanto más escuchaba a mis alumnas, más me enteraba de algo preocupante. Estas jóvenes mujeres brillantes, talentosas, gastaban cantidades alarmantes de tiempo pensando, hablando, tratando de modificar su apariencia física. Querían sentirse bellas. Nuestras percepciones de la belleza son complicadas. Tienen raíces evolutivas profundas. Desde una perspectiva científica, la belleza no es solo deseable, sino también poco frecuente. Lo qué me impactó no fue que estas mujeres quisieran sentirse bellas, o que no se sintieran bellas todo el tiempo. Lo que me impactó fue que su búsqueda de la belleza parecía, al menos a veces, sobrepasar, abrumar cualquier otro objetivo o interés que tuvieran. Eran mujeres jóvenes iniciando su vida adulta y estaban preocupadas. Preocupadas por estar demasiado gordas, preocupadas porque su piel no era clara, preocupadas porque ya a la tierna edad de 20, tenían arrugas, preocupadas porque no lucían como una modelo en traje de baño de "Sports Illustrated" o una ángel de Victoria Secret. Les preocupaba tener celulitis, que no eran de talla 00, y yo estaba preocupada por ellas. Así que fui a mi tutora de postgrado y le dije: "Tengo una idea, esto es lo que voy a estudiar, bien, este va a ser mi tema, y, en particular, voy a considerar cómo imágenes como ésta pudieran afectar a las mujeres". Y ella dijo: "Mm, no te molestes". "No tienes que estudiar esto", dijo, "porque en realidad, las mujeres inteligentes, lo saben mejor. Saben que imágenes de los mediosno deben afectarles". Y yo dije: "Bueno, eso es una pregunta empírica". Así, basada en la investigación que he realizado desde entonces, tengo que decir que ella tenía cierta razón. De alguna manera, las mujeres lo saben mejor. Este es un anuncio que uso en uno de mis estudios, y les mostraré algunas respuestas de las participantes. Las mujeres saben que las imágenes de las mujeres que ven en los medios están a menudo inusualmente delgadas, posiblemente incluso que tienen un trastorno alimentario. Saben que las mujeres que ven en estas imágenes no son representativas de la población general de mujeres, entienden que son casos extraños. Y encima de eso, las mujeres son muy conscientes de que en el mundo real nadie, nadie en realidad luce así. Esa es la buena noticia, las mujeres lo saben bien, saben de los trastornos alimentarios, saben del Photoshop, magnífico. Aquí está la mala noticia: no sirve, parece no importar. Conocer mejor no es suficiente; la misma mujer que dijo esto, por ejemplo, "Este tipo de cuerpo es irrealmente delgado, y se ven sus costillas", y uno es como: "qué bien", siguió con, "Yo no soy tan flaca. ¿Debería ir a un programa drástico de pérdida de peso y bronceado, arriesgando mi salud? Siento como que quiero ser así, me gustaría ser una modelo. Tal vez después de ver esta foto, no voy a querer comer". No es lo que uno quiere como investigador, al usar esta imagen, tengo que decirles, pero seguí adelante. Esto no es un fallo del procesamiento de la información, no es una falla de la inteligencia, y definitivamente no es falta de conocerlo mejor. Esto es enfermedad de belleza, y eso es de lo que voy a hablar hoy. Ahora, ¿solo sufren enfermedad de belleza las mujeres? No, puede afectar a los hombres también, pero las mujeres son mucho más propensas a odiar sus cuerpos. Las mujeres gastan más dinero en belleza, pasan más tiempo en belleza, hay un riesgo 10 veces mayor para anorexia y bulimia. Tienen más probabilidad de recibir comentarios sobre su aspecto físico de amigos, de parejas románticas, a veces de completos extraños. Hubo un poco más de 1,5 millones de cirugías estéticas en los EE. UU. en 2012. Cerca del 90 % de ellas fueron en mujeres. Así que hoy voy a hablar de las mujeres. ¿Cuáles son los síntomas de enfermedad de belleza? Veo la enfermedad de belleza cuando universitarias de tiempo completo, no las modelos profesionales, me dicen que saben exactamente qué hacer cuando alguien saca una cámara. Las mujeres donde enseño tienen reglas para eso; voy a mostrarlo. De lado, afuera, abajo, inclinada, brazos delgados. Y se obtiene, al parecer, puntos extra por esto. No sé si lo captan. Aquí, una de mis alumnas que tuvo la amabilidad de dejarme poner esta imagen en la presentación. Aquí están otras dos que están mostrando la pose en broma en su forma experta. Así de extendida está. Ahora, ¿qué hay de malo en querer posar de una forma halagadora cuando le están tomando una foto? Nada... pero, vale la pena preguntar, ¿cómo hemos llegado a un punto donde gran parte del tiempo y la energía de las mujeres está siendo empleada en preocupaciones que pertenecían solo a modelos y actrices profesionales? Y más importante aún, ¿qué pasa con las mujeres cuando su energía se concentra tan intensamente en su propia apariencia? La belleza física se compone de un número de características, pero para las mujeres hay una que sobrepasa a todas en importancia. ¿Saben cuál es? Sí, el peso, correcto, su talla. Hay una estadística que a menudo se nombra en las conversaciones sobre la obsesión de las mujeres con la talla, pero en realidad proviene de una encuesta de la revista "Esquire" en 1994. Recibe mucha atención, porque, parece que el 54 % de las mujeres prefiere que las atropelle un camión a ser gordas. Primero hay que saber que "Esquire", ¡no es a donde acudiríamos para una investigación científica cuidadosa! Pero... estoy fascinada por las reacciones a esta estadística. La traje a clase una vez. Les dije: "Clase, el 54 % de las mujeres prefiere ser atropelladas por un camión a ser gordas". Yo esperaba ver indignación. Pero en lugar de ver el horror en las caras de mis estudiantes femeninas, oí una serie de preguntas. Oí, "¿Qué tan grande el camión?" (Risas) "¿Qué tipo de camión?" "¿Qué tan rápido va?" (Risas) y, "¿Cuánto, exactamente, me podría lastimar?" (Risas) Y tiene sentido, pensar que ser golpeado por un camión, probablemente... duela. Pero hay algo más que duele también, y es vivir en una cultura en la que eres bombardeada con estos tres mensajes, una y otra, y otra vez: Mensaje 1: Ser hermosa es lo más importante, lo más poderosa que una niña o una mujer puede ser. Mensaje 2: Así es como luce la belleza, y, Mensaje 3, que a veces está implícito, a veces es solo una inferencia: Tú no te ves así. No debería sorprender a nadie que, en estudios de laboratorio, al mostrar a mujeres imágenes como esta, aunque solo sea por unos minutos, aumente la depresión y la vergüenza, se reduzca la autoestima, baje la satisfacción corporal; esta es la enfermedad de la belleza. Nuestro sentido de lo que es real, lo que es posible cuando se trata de belleza, está deformado por nuestra sobreexposición a estas imágenes. En lugar de verlas como lo que son, algo que es extraordinariamente raro, empezamos a verlas como algo típico o promedio. Uno puede mirar por todo el mundo y ver que hombres y mujeres están cada vez más gordos, pero el cuerpo ideal para las mujeres es cada vez más y más delgado, por lo que la distancia entre lo que una mujer es y lo que ella anhela ser, se hace más y más grande. No es una diferencia pequeña, es un abismo enorme. Si observan ese abismo, verán la enfermedad de la belleza. Cuando los psicólogos evolutivos ven imágenes como esta, argumentan que este tipo de belleza es como el azúcar. En la modernidad, recibimos demasiado de él, en dosis demasiado altas. Nuestros cerebros no saben muy bien qué hacer con ello. No es bueno para nosotros. Nos da el mensaje, de que esto es típico, aunque no lo es. Por tanto, deforma nuestro sentido de lo que es real, nos enferma. ¿Qué más signos veo en nuestra cultura de enfermedad de la belleza? Veamos fuentes populares de noticias en línea, bien... tomemos el "The Huffington Post" de hoy, cubre temas como delincuencia, política, noticias del mundo y educación, y, como probablemente sabrán, también cubre cosas realmente importantes, como, cómo lucen las mujeres famosas, lo que están usando, si han ganado peso, cómo es que han perdido peso. Son todos del "The Huffington Post",del mismo día, dos estaban en la primera página, cuando tomé la pantalla. Enfermedad de la belleza es lo que se da cuando las mujeres pasan mucho tiempo preocupándose, no por su educación, sus objetivos de carrera, su familia o sus relaciones, no sobre el estado de la economía, del medio ambiente, del mundo, porque están demasiado ocupadas preocupándose de sus objetivos de pérdida de peso, su régimen de cuidado de la piel, el estado de sus brazos, el estado de sus abdominales, el estado de sus muslos. ¿Cómo hemos llegado a este punto? De acuerdo con un grupo de ideas llamada teoría de la objetivación, así es como funciona. Las mujeres viven en un mundo donde se les enseña que su principal moneda es su apariencia. Y no puedes escapar de él. Vas por la calle y la gente comenta tu apariencia, los anunciantes te dicen cómo ser más hermosa, los programas de televisión, incluso los de noticias, ridiculizan a las que no cumplen con los estándares de belleza tradicionales. Tu aspecto es observado tan constantemente por otras personas que, con el tiempo, se internaliza esa perspectiva, por lo que te conviertes en una observadora de ti misma. En lugar de ir por ahí, mirando el mundo, gastas todo ese tiempo imaginando cómo te mira el mundo. ¿Mi pelo está bien? ¿Está mi frente brillante? ¿Tengo la espalda recta? ¿Tengo metido el estómago? ¿Qué sonrisa tengo? ¿Estos pantalones me hacen parecer gorda? ¿Se me salen los michelines? ¿Tengo flacos los brazos? ¿Me veo bien? ¿Cierto? Has interiorizado la idea de que tu cuerpo está siempre, siempre, en exhibición para otras personas, siempre en evaluación, por lo que es mejor estar atento también. Los psicólogos han siempre nos han dicho que tenemos recursos cognitivos limitados. Así, que, a pesar de las protestas de mis estudiantes, sostengo que no se puede estar en Facebook y escribiendo, y atender en clase al mismo tiempo. (Risas) Tampoco se puede controlar constantemente la apariencia de tu cuerpo y acoplarse con el mundo. Este es el peor resultado de la enfermedad de la belleza. Al estar enferma de la belleza, no puedes comprometerte con el mundo, porque para ti el mundo es un espejo. Y es un espejo con el que viajas por todas partes, que parece que no puedes dejar. Es la enfermedad de la belleza que hace que las mujeres se auto-objetivicen, que hace que nuestras niñas quieren llegar a ser cosas atractivas. Hablé en un panel el otoño pasado sobre las imágenes de los medios, y una mujer joven de la audiencia preguntó: "¿Eso no es poder? ¿Verdad? Si las mujeres pueden conseguir cosas, cosas valiosas de esta cultura por ser hermosas, ¿no deberíamos aceptarlo como una forma de poder disponible solo a las mujeres?". Y la entiendo, de verdad, entiendo lo que está diciendo. Pero ¿qué tipo de poder, al menos, qué tipo de poder real, es tan efímero, qué tipo de poder expira cuando tienes treinta, cuarenta tal vez, con suerte, o si eres una celebridad? ¿Qué tipo de poder se correlaciona inversamente con el logro de sabiduría y experiencia de vida? Quiero reiterar aquí que no haynada malo con la belleza. Nuestros cerebros son muy sensibles a la belleza. Sabemos que cuando la vemos, lo procesamos en milisegundos. Este deseo de ser bella, el deseo de ser deseada, no es algo que se puede cortar por completo en el cerebro. Querer ser hermosa no es el problema; el problema es cuando todas nuestras niñas y mujeres quieren serlo. Me gustaría que las chicas jóvenes y las mujeres fueran así, me gustaría que fueran "Mucho más que calientes". ¿Cómo podemos cambiar el rumbo contra la enfermedad de la belleza? Estas son solo algunas ideas. Primero: invertir menos en belleza. En cambio invertir en cosas que duran, en cosas por las que uno no tiene que luchar para mantener al aumentar de edad. Si programas de televisión como este te dejan pensando más sobre tu apariencia en vez de menos, deja de mirarlos. Si hay revistas que te dejan obsesionada con un ideal de cuerpo que la mayoría de las mujeres nunca pueden lograr de manera realista, deja de leerlas. Trata de no pensar en tu cuerpo como un conjunto de partes para que otras personas miren. Piensa en tu cuerpo unificado, en su conjunto, como tu herramienta para explorar el mundo. Deja de preocuparte quizá por el tamaño de tus muslos, y piensa en la fuerza de tus muslos, porque esas piernas, después de todo, son las piernas que caminan alrededor del mundo. Y dejar de hablar de tus brazos como si estuvieran "enfermos". Esas son las armas que alcanzan y traen las cosas que amas cerca de ti. Como este anuncio de anti-anorexia dice, no dejes que te metan en un estereotipo; puedes ser más de esto o esto. Porque tu cuerpo no es para mirar, es para hacer las cosas. Otra cosa que podrías considerar es, al igual que ahora algunos limitan el tiempo de pantalla de sus hijos, tal vez limitar tu tiempo de espejo. Y ya que la charla de hoy es sobre el futuro, aquí está una manera directa en que pueden afectar el futuro respecto a la enfermedad de la belleza. Pueden dejar de decirles a las niñas que son lindas. Así que cada vez...—suena contradictorio, ¿no?— ¡no les digan que son feas! (Risas) ¡Ninguna de las dos! Pero cuando se sientan obligados a comentar la apariencia de una niña, consideren cumplidos de una de sus otras muchas cualidades encantadoras en cambio. ¿Necesitan ayuda? Aquí están algunas ideas. Consideren darse cuenta de cuando ella es inteligente, trabajadora o generosa o persistente, amable, valiente, y, cuando lo hacen, socavan el sistema que enseña a las niñas que su mejor apuesta para el estatus social es la búsqueda de la belleza. Traten que sus hijas vean su apariencia como una nota menor al margen a su carácter y su trabajo arduo. Pueden cambiar esta conversación. Nunca vamos a vivir en un mundo donde la belleza no importe. Nuestros cerebros no se hicieron de esa manera. Pero podemos vivir en un mundo donde la belleza sea menos importante, y estos tipos de características sean más importantes. Y, de hecho, pequeños cambios en la forma en que pensamos, y la forma en que hablamos e interactuamos con los demás, podrían allanar el camino para un verdadero futuro más hermoso. Gracias. (Aplausos)