Alcoholism - causes, symptoms, diagnosis, treatment, pathology

Alcoholism - causes, symptoms, diagnosis, treatment, pathology

El alcohol es una de las sustancias psicoactivas más utilizadas en el mundo, y ha formado parte de diversas culturas durante cientos de años. Beber alcohol puede traer graves perjuicios, se lo ha vinculado a varios tipos de cáncer, a enfermedades gastrointestinales y a problemas metabólicos. Con el tiempo, el uso frecuente de alcohol puede conducir a la dependencia y a episodios de abstinencia, y ello puede provocar un grave deterioro físico y emocional en la vida de una persona. Las bebidas alcohólicas contienen etanol, una molécula diminuta que reduce la actividad de diversos neurotransmisores inhibitorios y excitatorios en el cerebro. Los neurotransmisores inhibidores vuelven más improbable que las neuronas del sistema nervioso central desencadenen una acción potencial, y que el principal neurotransmisor inhibitorio del cerebro: el ácido gamma-aminobutírico (GABA) actúe como un depresor y restrinja la actividad cerebral. El etanol es un agonista de GABA: cuando se une a los receptores GABA provoca que la señal inhibitoria sea aún más fuerte. El etanol también activa los receptores opioides e induce a la liberación de morfinas endógena conocidas como endorfinas. Los opioides se unen entonces a los receptores de las neuronas dopaminérgicas en el núcleo accumbens que liberan dopamina y serotonina en ese lugar del cerebro. El etanol actúa también como un antagonista del glutamato. En otras palabras, el etanol bloquea al glutamato -que es un neurotransmisor excitador- para unirse a los receptores de glutamato, lo que vuelve menos probable que esas neuronas actúen. El efecto combinado que el etanol posee sobre estos neurotransmisores varía según su ubicación en el cerebro. Por ejemplo, en el núcleo accumbens y en la amígdala, que son los centros de recompensa del cerebro El etanol provoca sentimientos agradables o gratificantes como la euforia. Esto es importante porque si una persona cree que beber lo conduce a la euforia, es más probable que beba nuevamente. En la corteza cerebral, el centro de procesamiento de pensamiento del cerebro, el etanol ralentiza todo, lo que vuleve difícil pensar y hablar con claridad. El etanol también frena los centros de inhibición conductual como la corteza prefrontal, haciendo que las personas se sientan más relajadas y menos conscientes. En el cerebelo, el área responsable del movimiento y el equilibrio, el etanol causa que las personas pierden la coordinación, lo que hace más difícil caminar o hacer tareas complejas como conducir. El etanol también afecta al hipotálamo y a las glándulas pituitarias, que regulan varias hormonas y el estado de ánimo. En estas áreas, el etanol aumenta la excitación sexual pero disminuye su capacidad para tener sexo. En la médula, que controla las funciones automáticas como la respiración, la conciencia y la temperatura corporal, El etanol aumenta la somnolencia, ralentiza la respiración y baja la temperatura corporal hasta un punto en que la vida corre peligro. Las bebidas alcohólicas poseen cantidades variables de etanol. Por ejemplo, 355 ml (o 12 onzas fluidas) de cerveza contienen 5% de etanol, 148 ml (5 onzas líquidas) de vino contienen 12% de etanol , y 44 ml (1,5 onzas líquidas) de bebidas cuya graduación alcohólica es de 80, como la ginebra, el ron, el tequila o el whiskey, contienen 40% de etanol, estas tres bebidas poseen, por lo tanto, cerca de 18 ml de etanol puro. Los efectos del etanol en una persona están directamente relacionados con el contenido de alcohol en sangre, o BAC, que es el porcentaje de etanol en sangre. El BAC se ve afectado por la cantidad de etanol consumido, así como el volumen en sangre de una persona, que depende de su tamaño y sexo, así como de factores situacionales como cuánto han comido o bebido, qué otras sustancias o medicamentos pueden estar usando y cómo su cuerpo esté preparado para el alcohol. Con un contenido de alcohol en sangre de 0,0 a 0,05%, la gente suele sentirse relajada y feliz, pero pero podría demostrar dificultades en el habla así como en la coordinación y el equilibrio. Con un contenido de alcohol en sangre de 0,06 a 0,15%, hay mayor deterioro en el habla, la memoria, la atención y la coordinación, y algunas personas pueden volverse agresivas e incluso violentas. Tareas complejas como manejar pueden ser peligrosas, por lo que es ilegal conducir en algunos países con un contenido de alcohol en sangre del 0,08% o superior. Con un contenido de alcohol en sangre de 0,16 a 0,30%, las personas pueden experimentar intoxicación por alcohol con desmayos o períodos de amnesia, vómitos, o incluso pérdida de conciencia. Por último, con un contenido de alcohol en sangre por encima del 0,31%, el efecto del alcohol puede Suprimir la respiración e incluso llevar a la muerte. Con el tiempo, las personas que utilizan alcohol regularmente pueden desarrollar tolerancia a sus efectos. Esto significa que con el uso repetido se reduce su respuesta al alcohol, y por lo tanto necesitan una dosis mayor para lograr los efectos deseados. A nivel celular, un par de teorías explican por qué esto podría suceder. Una es que la exposición repetida al etanol puede causar que los receptores de GABA, glutamato, dopamina y serotonina se vuelvan menos sensibles al alcohol. Otra es que las neuronas pueden eliminar estos receptores de la pared celular en un proceso llamado de baja regulación, dejando menos receptores disponibles para la unión. En cualquier escenario, la tolerancia lleva a la necesidad de dosis cada vez más altas, y muchas veces esa tolerancia permanece durante mucho tiempo, incluso después de disminuir el consumo de alcohol. Ahora, digamos que usted está en reposo, sin alcohol ni nada que estimule su búsqueda de recompensa. En esta situación, su cerebro mantiene su frecuencia cardíaca, su presión arterial y su estado de alerta en un estado normal llamado homeostasis. Ahora, supongamos que un amor secreto le envía un texto. De repente se siente sudoroso y ruborizado, su ritmo cardíaco puede acelerarse un poco. Ahora está fuera de su nivel normal de homeostasis, porque algo ha cambiado, ¿verdad? Pero no permanece así por mucho tiempo, y después del texto su cerebro regresa a la normalidad. Con el uso repetido del alcohol, algunas cosas comienzan a suceder. Digamos que usted bebe en un momento y en un lugar específico , como las 5 pm en la cocina, y, como es una droga depresiva, hace que todo vaya más lento, incluso la frecuencia cardíaca, la presión arterial y y el estado de alerta. Su cerebro, siendo inteligente como es, se atendrá a ese patrón para la próxima vez. Ahora, la próxima vez, a las 5 pm en la cocina, el cerebro aumenta su funcionamiento de modo preventivo, ya que sabe que cuando beba alcohol sus funciones decrecerán. Ahora, digamos que está en la cocina a las 5:00, pero no toma alcohol, En esa situación, el cerebro todavía aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, pero los cambios no contrarrestan los efectos del alcohol, y por lo tanto la persona puede sentirse horrible, éstos se llaman síntomas de abstinencia. Pueden persistir hasta el punto en que una persona necesita alcohol sólo para sentirse normal, y si ese es el caso, se considera que dependen del alcohol. Ahora, digamos que usted toma alcohol en un ambiente no familiar, como en una fiesta a las 11pm. Bueno, en esa situación, su cuerpo no está preparado para el alcohol y no existe un contrapeso psicológico para compensar el efecto del alcohol. Cuando ese es el caso puede llevar a una sobredosis, aún con una cantidad que la persona ha estado ingiriendo normalmente, y es lo que sucede a veces. Los síntomas de la abstinencia del alcohol pueden incluir ansiedad, depresión, irritabilidad, fatiga, temblores, palpitaciones, piel pegajosa, pupilas dilatadas, sudoración, dolores de cabeza, dificultad para dormir, vomitos e incluso convulsiones. Una complicación grave de la abstinencia, llamada delirium tremens, puede tener lugar unos días durante la abstinencia de alcohol, e incluye síntomas como fiebre alta, agitación intensa, alucinaciones visuales, e incluso táctiles, como sentir que algo se arrastra sobre la piel. Estos síntomas son tan graves que pueden conducir a la muerte. Por ello, dado lo terrible que puede ser la abstinencia de alcohol, la gente a veces continuará bebiendo Simplemente para evitar un proceso llamado refuerzo negativo. el refuerzo negativo, o beber más para evitar el malestar, se combina a menudo con el refuerzo positivo: beber más para aumentar la sensación eufórica, lo que conduce a la adicción al alcohol, o alcoholismo. Ahora, el DSM-5 (o Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición) define el trastorno por consumo de alcohol como un patrón desadaptativo que incluye al menos dos de los siguientes comportamientos en el último año: 1. Consumir más alcohol de lo previsto. 2. No ser capaz de reducir el consumo . 3. Haber tomado alcohol por mucho tiempo. 4.Tener ansias de consumir alcohol. 5. Que el uso del alcohol afecte las responsabilidades 6. Que el uso de alcohol ocasione problemas interpersonales /.Renunciar a actividades importantes para consumir alcohol. 8. Utilizar alcohol en situaciones físicamente riesgosas(como al conducir). 9.Utilizar alcohol incluso si empeora un problema físico o psicológico. 10. Volverse tolerante al alcohol. y 11: Sentir síntomas de abstinencia por el alcohol. Presentar 2 o 3 de estos síntomas se considera leve, tener 4 o 5 se considera moderado, y presentar 6 o más se considera grave. Incluso el trastorno leve puede ser debilitante debido a los efectos negativos que puede tener sobre una persona para funcionar en su trabajo y en sus relaciones. Además, el trastorno por consumo de alcohol posee serias consecuencias para la salud a largo plazo. El consumo crónico de alcohol puede dañar el corazón, causando Miocardiopatía Dilatada que es cuando el músculo del corazón se extiende como un gran saco Esto también conduce a otros problemas como arritmias o latidos cardíacos irregulares, así como a infartos. El consumo crónico de alcohol también puede causar cambios inflamatorios en el hígado que afectan su capacidad para funcionar. Las complicaciones incluyen esteatosis, esteatohepatitis, fibrosis y cirrosis. Del mismo modo, puede causar pancreatitis, o la inflamación del páncreas. El alcoholismo se asocia con el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de boca, de esófago, de garganta, de hígado y cáncer de mama. Por último, es común ver deficiencias de vitaminas en las personas con adicción al alcohol, por mucho tiempo se las atribuyó a una dieta pobre. Esto puede llevar a problemas como el síndrome de Wernicke-Korsakoff que resulta de la deficiencia de tiamina en usuarios crónicos de alcohol, y causa problemas como cambios en la visión, ataxia, que es un trastorno del movimiento y del equilibrio, y un deterioro de la memoria. El uso excesivo de alcohol también puede acabar con la vida de una persona en una sobredosis, más a menudo debido a graves depresiones cardíacas y respiratorias, al punto que una persona puede perder la conciencia y simplemente dejar de respirar. Para los individuos con trastornos por uso de alcohol, el tratamiento más eficaz es una combinación de terapia individual y grupal. Por ejemplo, la entrevista motivacional es una terapia individual que puede usarse para entender por qué un individuo quiere dejar de usar alcohol e identificar obstáculos específicos para el tratamiento. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a un individuo a aprender sobre la abstinencia, a debatir sobre sus pensamientos, sentimientos y conductas que conducen al consumo de alcohol, y elaborar un plan para controlar aquello que incita a su uso. Además de las terapias individuales, los programas de apoyo entre pares que utilizan las discusiones grupales para ayudar al compromiso individual para dejar el alcohol, así como proveerles de un espacio para que se apoyen mutuamente y puedan crear sus propios grupos. Existen también medicamentos contra la dependencia del alcohol, como la naltrexona, el acamprosato y el disulfiram, que son más efectivos si se los utiliza junto con la terapia. La naltrexona es antagonista del receptor opioide mu que bloquea los efectos eufóricos del alcohol y de las sensaciones de intoxicación. Esto puede ayudar a las personas con trastornos en el consumo de alcohol a mantenerse motivadas para continuar el tratamiento y evitar la recaída. El acamprosato puede administrarse inmediatamente después de una abstinencia aguda, y restablece algunas de las funciones de GABA y del glutamato que se interrumpen por el alcohol. Finalmente, el disulfiram actúa inhibiendo la enzima de acetaldehído deshidrogenasa. En el cuerpo, el alcohol se convierte en acetaldehído que luego es descompuesto mediante la aldehído deshidrogenasa. Así, cuando se inhibe la acetaldehído deshidrogenasa, se acumulan niveles de acetaldehído y provoca una "resaca" que ocurre inmediatamente después de consumir alcohol, lo que disminuye la probabilidad de que una persona vuelva a tomar alcohol. Bueno, a modo de un rápido resumen, el consumo de alcohol afecta a diferentes neurotransmisores y a los sistemas neuronales del cerebro, lo que provoca un deterioro que al principio puede ser placentero o agradable pero que puede volverse más problemático y desagradable si continúa bebiendo. El uso a largo plazo puede generar tolerancia, que es la necesidad de dosis crecientes para logar el mismo efecto, así como la dependencia, que es la creencia de que el alcohol pueda funcionar normalmente. Los tratamientos más eficaces pueden incluir una combinación de terapia y medicamentos, además de mucho amor y apoyo por parte de los familiares y amigos. Gracias por mirar, usted puede ayudarnos a apoyarnos donando en patreon, o suscribiendose a nuestro canal, o contarles de nosotros a sus amigos a través de las redes sociales.

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